Necesaria limpieza del lago del parque Sarmiento
La puesta en valor del parque Sarmiento de la ciudad de Córdoba ha tenido progresos sustanciales durante los últimos años, lo que va dejando atrás épocas en las que ambiciosos proyectos oficiales no se cristalizaban en realizaciones concretas.
Sin embargo, el desarrollo de obras no acompañó el cuidado de uno de los símbolos del mayor paseo público de los cordobeses: el lago artificial, cuya degradación ha sido recurrente y motivo del desinterés de parte del público por visitarlo, alquilar un bote y lanzarse al disfrute acuático.
Se llegó al extremo del desatino cuando se tomó nota de que un local gastronómico volcaba sobre el espejo de agua sus desechos cloacales. Sin apelaciones que valgan, el local fue demolido el año pasado.
Por fortuna, y en bien del turismo que nos visita de otras provincias y de las propias familias cordobesas, está en marcha un plan de obras de la Municipalidad capitalina para limpiar y poner en valor nuevamente la laguna.
Como informamos días atrás, los trabajos forman parte del plan maestro de puesta en valor del parque, que arrancó en febrero pasado a cargo del ente Biocórdoba, que depende del municipio.
A título de actividad primaria para coronar el proyecto, se comenzó con el dragado, lo que permitió que una máquina retroexcavadora levantara cientos de metros cúbicos de sedimentos que serán llevados (según se dijo) al enterramiento sanitario de Piedras Blancas, ese gigantesco predio abarrotado de los residuos urbanos que generamos a diario los cordobeses y otros municipios del Gran Córdoba.
El desafío es mayúsculo y enfocado en reverdecer las degradadas adyacencias de la laguna y devolver al agua el tono cristalino y con aroma a limpio.
En fin, una agenda de realizaciones estructurales que anteriores administraciones del Palacio 6 de Julio desatendieron y que enciende una luz de esperanza respecto de la actual gestión; en este caso, en la necesidad de preservar la calidad del agua y del microclima del llamado “pulmón verde”, un espacio de visitas que viene a salvar la polución de gases nocivos que se respira a poca cuadras.
Las autoridades celebran la calidad del agua que se observa en los sectores ya dragados, algo que va reemplazando las postales de suciedad y abandono.
Con todo, de ningún modo se puede dejar pasar inadvertida la responsabilidad que atañe al público. Es común que cada vez que se encara una limpieza de estas características se retiren decenas de kilos de desechos arrojados por sujetos desaprensivos.
Un fenómeno que se reitera en otros corredores acuíferos de la ciudad minados de envases de plástico y de bolsas de residuos. Allí también deben llegar las máquinas, de modo de evitar las contaminaciones y el deterioro del medioambiente.
El parque Sarmiento es el lugar elegido para el paseo y la distensión. Proteger su espesura verde y la salubridad del lago es un deber de todos.
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