Calidad institucional, la gran deuda en 25 años de peronismo
Nunca es bueno que un mismo régimen político esté un cuarto de siglo en el poder y el peronismo cordobés va rumbo a los 29.
El peronismo con sus características particulares se ha adueñado de la vida pública y la vida institucional de la provincia de Córdoba. Hoy, bien podría uno preguntarse: ¿hay algo que el peronismo no controle?
Hoy no solo maneja el Gobierno de la provincia, la Justicia y el Poder Legislativo sino que también controla, decide o influye en las instituciones intermedias, los Colegios Profesionales, los Clubes, los Centros Vecinales, las Sociedades de Fomento, las Cooperativas y las Mutuales. También controla empresas públicas como Caminos de las Sierras, un lugar inexpugnable al momento de saber cómo contrata la obra pública y sostiene a las 9 Agencias de Gobierno, verdaderos pozos negros del dinero público también imposibles de controlar.
Como si fuera poco, hoy tenemos un gobernador que a 25 años del peronismo en el poder te habla del partido único, del partido cordobés como si fuera un monopolio del pensamiento y se jacta de cómo lo engorda, cuando todos sabemos que es a fuerza de una billetera oficial y generosa.
Me preguntan qué pienso de 25 años de un mismo color político en el poder y pienso que está mal y que hay que repudiarlo. Hemos señalado hasta el hartazgo ejemplos en provincias hermanas donde sus gobernadores parecen señores feudales.
Por supuesto que en 25 años hay cosas para reconocerle. Cómo no reconocerle una impronta de obra pública al gobierno de De la Sota y cómo no reconocerle una idea estratégica en algunos temas a Schiaretti.
Sin embargo, el balance para mi es absolutamente deficitario desde el punto de vista institucional. Hoy nadie puede decir con sinceridad que tengamos una Justicia independiente, el máximo organismo está presidido por un amigo personal y Ministro de la gestión de Schiaretti mientras que punteros políticos y otros ex funcionarios peronistas ocupan importantes lugares. Nadie puede decir con sinceridad que el Ministerio Público sea un organismo independiente, con criterio individual.
Para muestra basta un botón: la elección de hace un año determinó una paridad parlamentaria. El peronismo no se la bancó y en estos seis meses del gobierno de Llaryora trabajó para destruir el equilibrio que la gente había determinado con el voto al fijar 33 legisladores por bando. No hay sesión en la que no trate de romper el equilibrio, lo hizo seduciendo voluntades extrapartidarias y lo hizo cuando modificó el reglamento de la Unicameral para evitar la discusión.
Esto está pasando en Córdoba, pasa en todos los estamentos, el gobierno se siente incómodo y sus funcionarios se molestan cuando se les pide que rindan cuentas. Como oposición estamos cumpliendo con el mandato constitucional que nos dio la gente al elegirnos como mayoría en el Tribunal de Cuentas y lo estamos haciendo con la mayor de las responsabilidades, quizás por esa razón se sienten incomodos.
En estos 25 años gobierno hemos perdido calidad institucional, hemos perdido la posibilidad de que se debatan los temas que ocupan y preocupan a los cordobeses y estamos viendo, con preocupación, como un partido hegemónico y cada vez más intolerante va tomando gestos autoritarios.
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