El debate Biden-Trump desata el pánico generalizado entre los demócratas
Altos cargos del partido demócrata han pedido a Joe Biden que se haga a un lado después de que su actuación en el debate presidencial con Donald Trump reavivara la preocupación sobre la edad del presidente, de 81 años, y su aptitud para el cargo.
El jueves por la noche, Biden habló con voz ronca, titubeó en repetidas ocasiones y dio respuestas incoherentes o pareció perder el hilo, mientras Trump le acusaba de ser el peor presidente de la historia de Estados Unidos.
El debate era una oportunidad única para que Biden disipara las preocupaciones sobre su edad ante una audiencia televisiva de decenas de millones de votantes estadounidenses. Sin embargo, un legislador demócrata reconoció que la intervención de Biden había desatado un pánico generalizado en el Capitolio.
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«Esta noche, muchos congresistas que representan a un amplio sector de la bancada demócrata, han intercambiado mensajes de texto en privado en los que aseguraban que Biden tiene que anunciar que ha decidido no presentarse a la reelección. Necesitamos un nuevo candidato», reconoció el legislador.
«Biden debería tener un gesto patriótico y hacerse a un lado. Necesitamos una convención abierta, que entusiasme al pueblo estadounidense como nunca hemos visto», añadió.
Un miembro del partido demócrata dijo tras el debate que había un «nivel de pánico mayor del que he visto o creído posible». «Ha confirmado nuestros peores temores», sentenció otro.
David Axelrod, exasesor principal del expresidente Barack Obama, declaró en la CNN que Biden había superado a su rival en algunas cuestiones de políticas, pero añadió que «el debate sobre si debe continuar está abierto».
El exjefe de campaña de Obama, David Plouffe, describió la situación como un «momento DEFCON 1», en referencia al máximo nivel de alerta para el ejército de EE.UU.
«Me duele decir esto. Biden y Trump se llevan tres años de diferencia. Esta noche ha dado la impresión de que les separaran 30 años. Eso va a influir en muchos de los votantes», admitió en declaraciones a MSNBC.
En referencia al debate, Biden pareció no inmutarse. En declaraciones a los periodistas desde Atlanta, aseguró: «creo que lo hemos hecho bien».
Ante la pregunta sobre los pedidos de que retirara su candidatura y si estaba preocupado por su intervención en el debate, Biden, que reconoció que le dolía la garganta, respondió que «No, es difícil debatir con un mentiroso».
El equipo de Biden quiso anticipar el debate presidencial a junio, más de cuatro meses antes de las elecciones de noviembre, en un intento de revitalizar la alicaída campaña del presidente y recordar a los votantes por qué apostaron por él en lugar de por Trump en 2020.
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Pero los cálculos salieron mal, ya que Biden hizo poco por tranquilizar a la abrumadora mayoría de votantes que, según las encuestas, están preocupados porque sea demasiado mayor para ejercer otros cuatro años en la Casa Blanca.
En una respuesta incoherente al principio del debate, Biden pareció perder el hilo de lo que estaba diciendo: «(…) Asegurarnos de que seguimos… fortaleciendo nuestro sistema sanitario, asegurarnos de que somos capaces de hacer que cada persona solitaria pueda ser elegible para lo que he sido capaz de hacer con el Covid, perdón, con ocuparnos de todo lo que tenemos que hacer… Miren, si finalmente vencemos a Medicare».
Los responsables de campaña de Biden anunciaron más tarde que el jueves había sido el día en que más donaciones de las bases se habían recibido desde que el presidente lanzó su candidatura a la reelección.
Pero los grandes donantes demócratas hicieron saltar las alarmas tras el debate.
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«La última vez que lo vi no estaba muy bien, pero sin duda era más coherente que en el debate de esta noche», dijo un negociador. «No estoy seguro de que haya una alternativa en este momento, pero si alguna vez hubo una oportunidad de cambiar las cosas es ahora».
Dmitri Mehlhorn, estratega demócrata y asesor del prominente donante Reid Hoffman, escribió que Biden «tuvo una noche horrible, cimentando las preocupaciones sobre su edad, su mayor debilidad electoral», según una carta vista por el Financial Times.
En uno de los momentos del debate en los que se hablaba del derecho al aborto, que ha demostrado ser un tema que ha dado puntos a los demócratas en los dos últimos años, Biden empezó a hablar de la inmigración ilegal, una debilidad electoral para su partido.
Kyle Kondik, analista del Centro de Política de la Universidad de Virginia, manifestó que «si a la gente le preocupaba la edad de Biden, no creo que haya hecho nada para disipar esas preocupaciones».
Aun así, muchos demócratas de alto perfil defendieron públicamente al presidente tras el debate del jueves. Gavin Newsom, el gobernador de California, considerado como un futuro candidato presidencial, dijo a MSNBC que las preguntas sobre si Biden debería seguir siendo el nominado eran «innecesarias».
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«Tenemos que respaldar a este presidente. No se le da la espalda por una actuación. ¿Qué clase de partido hace eso?», se preguntó.
Trump, de 78 años, no es mucho más joven que Biden, pero parecía sentirse cómodo el jueves por la noche mientras arremetía contra el presidente, y en muchos casos repitió las afirmaciones falsas y extravagantes que se han convertido en un sello distintivo de su propia candidatura para otros cuatro años en la Casa Blanca.
«No está preparado para ser presidente. Usted lo sabe y yo lo sé», dijo Trump en un momento dado, en referencia a Biden.
Las respuestas del actual presidente se hicieron más firmes a medida que avanzaba el debate de 90 minutos. Preguntado por la moderadora de la CNN, Dana Bash, sobre si era demasiado mayor para ser presidente, Biden respondió: «Este tipo es tres años más joven y mucho menos competente. … basta con mirar el historial. Miren lo que he hecho y cómo he dado la vuelta a la terrible situación en la que me dejó».
En algunos momentos, Biden intentó retratar a Trump como no apto para el cargo, refiriéndose a sus condenas penales y sus innumerables problemas con la justicia. «La única persona en este escenario que es un delincuente convicto es el hombre al que estoy mirando ahora mismo», sentenció.
Trump sigue llevando ventaja a Biden en la mayoría de las encuestas nacionales y de los estados indecisos, a pesar de que fue declarado culpable de 34 cargos penales por un jurado de Nueva York el mes pasado. El expresidente se enfrenta a otros tres juicios penales, incluidos dos casos relacionados con su intento de anular los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.
Trump eludió en repetidas ocasiones las preguntas de los moderadores el jueves por la noche sobre si aceptaría los resultados de las elecciones de este año. Preguntado por tercera vez, el expresidente respondió: «Si son unas elecciones justas, legales y buenas, por supuesto que sí».
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