El FMI prevé una difícil coyuntura
El Fondo Monetario Internacional (FMI) liberó en fecha reciente 800 millones de dólares para la Argentina, al aprobar la octava revisión del acuerdo bilateral. Sin embargo, el informe del organismo anticipó una difícil coyuntura social y económica para los próximos meses.
La advertencia está contenida en el staff report, que se difunde en forma simultánea con la aprobación de cada meta del acuerdo, que había caído en default por decisión del entonces ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, en los últimos meses de 2023.
El exfuncionario y excandidato presidencial de Unión por la Patria había aceptado el exigente acuerdo con el FMI el 23 de agosto de 2023 a cambio de recibir ayuda financiera. Posteriormente, no cumplió las obligaciones pactadas.
La actual gestión renovó el acuerdo y puso en marcha las herramientas para reducir la inflación en cinco meses, sanear el pasivo del Banco Central y acumular reservas, luego de que la autoridad anterior dejará un pasivo de 15 mil millones de dólares.
Esa estrategia fue elogiada ahora por el FMI, que redujo la previsión de inflación anual al 140%, pero advirtió que la recesión provocará este año un retroceso de 3,5% en la actividad económica.
El organismo estima que algunos sectores “ya tocaron fondo” y que es posible una lenta recuperación, aunque los cinco primeros meses del año dejarán su impronta en cuanto a números negativos para la economía.
Para tornar sostenible la baja de precios y alentar la recuperación, el Fondo incluye entre sus demandas una reforma tributaria que suprima impuestos distorsivos, y la eliminación de las restricciones cambiarias, para tender a una libre “competencia de monedas”.
Este punto supone la supresión del llamado “dólar blend”, por el cual los exportadores liquidan el 80% de sus ventas por el canal oficial y el 20% restante a través del mecanismo de “contado con liquidación”.
Esa ecuación mejora los números de los exportadores, pero origina una pérdida de divisas para el Banco Central, que debe fortalecer sus reservas.
La salida del cepo, es decir la liberación de los múltiples tipos de cambio creados durante la gestión de Alberto Fernández, sigue siendo un duro desafío para el gobierno de Javier Milei, que no cuenta con los recursos para ponerla en marcha.
La reciente aprobación de la Ley Bases en el Senado de la Nación fue una carga de oxígeno político para el Presidente, pero aún resta mucho por hacer para consolidar la baja de precios a niveles tolerables, la recuperación del salario real y el mantenimiento de los puestos de trabajo.
La oposición, en particular la del kirchnerismo, que pretende la derrota de la actual gestión, debe contribuir a evitar una mayor zozobra para el pueblo argentino.
La defensa de posiciones violentas y de alteración del orden institucional no contribuyen a forjar una hoja de ruta que alivie las condiciones de los sectores más vulnerables.
Las recomendaciones del FMI, que la oposición enarbola como fracasos del Gobierno, suponen un duro desafío para toda la sociedad, que espera una mejora sustancial de las actuales condiciones de vida.
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