La Voz del Interior @lavozcomar: Cuáles son los nuevos desafíos exportadores de Córdoba

Cuáles son los nuevos desafíos exportadores de Córdoba

El sector primario y la agroindustria continúan siendo el corazón de la matriz exportadora cordobesa. Pese al aumento en la incidencia relativa que puedan tener nuevos sectores como la biotecnología, la economía del conocimiento y los servicios, lo que motoriza las ventas locales al mundo sigue pasando por el agro y sus industrias derivadas.

La sequía, las restricciones con el dólar y la incertidumbre causada por las elecciones, hicieron de 2023 un año muy difícil: en la comparación anual, las exportaciones nacionales cayeron 24,5% y las de Córdoba, 35,4%.

El 2024, en cambio, parece traer consigo un poco la posibilidad de analizar con más calma los mercados para determinar si es posible que se esté produciendo un cambio en la matriz exportadora local.

“Hoy la matriz productiva de Córdoba está dividida aproximadamente en casi 46% de agroalimentos, 30% de la parte metalmecánica y un 10% o un 12% para la economía del conocimiento. En Córdoba, claramente, tenemos mucho flujo exportador relacionado con los productos primarios, por lo que la Provincia ya está embarcada en generar inversión para poder sofisticar la producción primaria y vender productos más elaborados”, sostiene Pablo De Chiara, presidente de la agencia ProCórdoba.

Según el funcionario, la matriz exportadora cordobesa seguirá pasando, por lo menos en el corto y mediano plazo, por el sector primario; sabiendo que el desafío es encarar un proceso de agregado de valor, que lleva mucho tiempo, inversión y estabilidad en los mercados externos.

En este marco, De Chiara pondera el agregado de intangibles o servicios a la producción industrial, lo cual, aplicado a la producción primaria, significa exportar maíz habiendo medido la huella de carbono, generado la trazabilidad de toda la cadena y sumando elementos tecnológicos, con lo cual se agregan capas de tecnología a un producto primario o a un producto industrial.

El titular de ProCórdoba es enfático al analizar el futuro de la matriz exportadora local: “Córdoba no puede despegarse de la capacidad productiva que tiene, con lo cual va a seguir teniendo un gran protagonismo el sector primario; por lo que creo que el desafío tiene que ver con industrializar a ese sector primario y agregarle más valor de intangibles a la producción”.

Cuestiones de competitividad

Por su parte, Miguel Zonnaras, presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (Cacec), previene que la matriz exportadora local no va a cambiar en tanto, en cuanto no sean corregidos los desafíos en materia de competitividad.

Al respecto, menciona que, si bien se están resolviendo ciertas cuestiones de la macroeconomía, todavía faltan mejorar muchas cuestiones de la microeconomía para lograr competitividad. “Ahí queda mucho camino por recorrer para ser un país competitivo estructuralmente, lo que se llama la competitividad sistémica”, amplía.

Sin que se resuelva lo anterior, Zonnaras avizora una matriz exportadora cordobesa “lamentablemente” cada vez más dependiente de los bienes primarios que de los bienes manufacturados. “Digo lamentablemente porque en los productos manufacturados es donde se juega el mayor volumen de generación de empleo, de transformación y de generación de valor”, aporta.

Igualmente, considera que Córdoba tiene en los bienes primarios una competitividad natural y que esa preponderancia tenderá a sostenerse en el tiempo.

“Sólo si la Argentina puede resolver cuestiones estructurales, como el funcionamiento de los puertos, la logística, las cuestiones fiscales y las legislaciones específicas, como puede ser la laboral, yo creo que tenemos todas las posibilidades de que la matriz exportadora pueda tender hacia bienes de mayor valor agregado o a exportaciones más sofisticadas, como pueden ser las de los rubros de la economía del conocimiento”, analiza Zonnaras.

El contexto y las tendencias

Luego del cimbronazo del año pasado, el comercio exterior cordobés parece navegar actualmente en aguas más tranquilas, aunque todavía resten por sortear no pocos inconvenientes. Al respecto, De Chiara ve en líneas generales que existe una tendencia diferente: “Por lo menos, hay un humor distinto en el empresariado y una expectativa diferente, con lo cual creemos que va a haber una mejora”.

Para el titular de ProCórdoba, al disminuir la brecha entre el dólar oficial y el dólar real, entre otras circunstancias, se incentiva el ingreso de divisas, “que eso es algo que nosotros necesitamos y en términos de competitividad, aunque todavía es medio prematuro, la baja de las tasas de interés también ayuda a la inversión y genera la salida de algunos negocios especulativos”.

“Todo esto claramente apoya al sector productivo por lo menos en Córdoba y no hace falta explicar que la exportación es el camino”, insiste el funcionario.

En cuanto a los bienes manufacturados, Zonnaras sostiene que, gracias a un relevamiento entre referentes de varios sectores, se sabe que hoy existe un sostenimiento de los mercados de exportación que se han logrado, pero no hay un crecimiento. “Hay una estrategia de cuidar los mercados, de sostener la participación en los mercados lograda en el tiempo, pero no hay un efecto de crecimiento o de agresividad en los avances de las exportaciones, principalmente por las mencionadas cuestiones de competitividad que no están todavía resueltas”, destaca.

Según el presidente de Cacec, si se da una solución en materia estructural, o se tiende hacia ella, serán los sectores de la economía del conocimiento los primeros que empiecen a mostrar mejores ratios de performance.

Las oportunidades que se abren

Al ser consultado sobre si hay sectores de la economía de Córdoba que no estén aún suficientemente promocionados, De Chiara considera que este tema es “bastante complejo” porque hay productos que están muy bien posicionados en el exterior, pero también depende de las empresas, en el sentido de que hayan generado una buena oferta y un producto que sea demandado.

“Por ejemplo, en servicios educativos tendríamos que tener mucho más de lo que tenemos y eso no se debe a que no esté bien el producto, sino a que no ha habido una buena coordinación con todos los actores académicos para poder hacer una oferta muy atractiva; por eso actualmente estamos trabajando en ese sentido”, indica De Chiara.

Asimismo, el referente subraya todo lo que es posible construir todavía desde Córdoba con algunos sectores tecnológicos, sobre todo los que tienen que ver con el software o con la biotecnología.

A su vez, Zonnaras adiciona que, de darse condiciones favorables en el país, “la economía de conocimiento tiene todas las de ganar en cuanto a la capacidad de reacción en performance exportadora”.

El referente resalta también que Córdoba tiene muchos de los factores que necesita la economía del conocimiento para progresar. Uno de ellos son los talentos, pues esta provincia es una plaza que genera muchísimos profesionales y personas capacitadas.

Según Zonnaras, “tenemos la cuestión demográfica a favor: mientras el primer mundo empieza a tener sus condicionamientos en cuanto a cantidad de jóvenes disponibles para formar, en Latinoamérica como región, y puntualmente Argentina, todavía este no es un indicador que nos impacte de manera negativa”.

Promover Córdoba en el mundo

Por otra parte, la matriz exportadora de Córdoba es tan diversa que se requiere de una política comprensiva a la hora de promocionarla por el mundo. Muchas veces, según sostiene De Chiara, el desafío no pasa por priorizar algunos sectores sobre otros a la hora de la promoción, sino de entender la lógica de cada uno y atender sus necesidades de fomento a nivel internacional.

“No es lo mismo la lógica de la venta de un bien común que la de un producto biotecnológico, por ejemplo”, explica el funcionario, quien agrega que “promocionar a Córdoba como un lugar donde se produce alta tecnología me parece que es un hecho importante, lo mismo que promocionar a Córdoba en términos de talento o en términos de servicios educativos”. Respecto de este último ítem, De Chiara destaca la historia de Córdoba con sus universidades, situación que hay que promocionar en el mundo.

“Me parece que hay que promover algunos sectores que a lo mejor no son los tradicionales, pero no en desmedro de seguir apuntalando a los campeones que ya tenemos. Si nosotros somos campeones en maíz, hay que seguir trabajando con el maíz para poder vender más maíz, o vender harina de maíz o productos industriales relacionados. Lo que hay que promocionar es todo aquello que tiene más valor agregado”, insiste el presidente de ProCórdoba.

Por su lado, Zonnaras reflexiona que Córdoba tiene un potencial enorme en materia de crecimiento de las exportaciones, aunque advierte: “Si las condiciones no están dadas y las rentabilidades o la carga fiscal sobre los sectores son muy grandes, y además existe imprevisibilidad en las medidas regulatorias, todo eso frena el desarrollo, porque por una cuestión de criterio y sentido común, si uno tiene que invertir en algo y no tiene medianamente la claridad de lo que va a pasar en el futuro, probablemente esa inversión no la haga”.

La inversión es el camino

Por su parte, Marcelo Elizondo, director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), opina que hay que ser cuidadosos a la hora de hablar de productos primarios, pues estos han cambiado significativamente en los últimos 20 años a raíz de la revolución tecnológica.

Al respecto, cita como ejemplos las modificaciones genéticas, la agricultura de precisión, la ingeniería agrícola, el big data en el proceso productivo a través de drones y satélites, y la maquinaria agrícola de altísima calificación y softwares supersofisticados.

Biotecnología, una de las actividades en la que Córdoba puede crecer en vistas a los mercados externos. (La Voz / Archivos)

En cuanto a la matriz exportadora, el referente cree que sí puede diversificarse y, para eso, es muy importante que se cumplan los objetivos del Gobierno nacional en cuanto a estabilización macro y la “ley bases”.

“Si vos tenés desregulaciones, mecanismos de incentivos y la estabilidad que permite más financiamiento, vas a tener más inversión. La economía argentina necesita inversión, y la diversificación de la matriz se hace con inversión”, asegura Elizondo.

Al considerar la relación entre el tipo de cambio y la competitividad, el especialista asegura que ambas cosas no necesariamente deben discurrir por el mismo sendero. Es más, considera que no estamos en mala situación en términos de tipo de cambio y que es muy importante que el Gobierno sostenga que no va a haber ajuste cambiario “porque eso es un gran sostén de las expectativas de estabilización”.

Según su visión, la competitividad argentina, además del dólar, también pasa por bajar el costo laboral, morigerar el costo impositivo, disminuir el costo de la burocracia, acotar el costo de importar bienes de capital e insumos, bajar el costo de acceso a mercados externos (celebrando tratados de libre comercio) y reducir el costo del financiamiento, para lo cual se tiene que estabilizar la economía.

“Si la competitividad tuviera que ver con el dólar, Argentina y Venezuela son los dos países que más devaluaron su moneda desde que empezó el siglo 21 hasta acá y son los dos países con peor performance de exportaciones desde que empezó el siglo, es decir que los que más devaluaron son a los que peor les fue”, remata Elizondo.

Al hablar sobre una posible proyección del comercio internacional argentino de cara a lo que resta del año, el titular de DNI opina que las exportaciones van a “levantar”. “Ahora viene la cosecha gruesa, y me parece que la Argentina va a estar en exportaciones arriba de U$S 80 mil millones este año; vamos a estar más de U$S 10 mil millones arriba del año pasado, pero todavía lejos de los U$S 88 mil millones, que fue el récord en 2022″.

En cuanto a las importaciones, alerta que hoy están muy bajas, aunque es esperable que en el segundo semestre se recuperen, “primero porque la economía va a empezar a despegar levemente, pero despegar al fin, y eso aumenta las compras al exterior; y en segundo lugar, porque van a empezar a ceder los límites que había para las importaciones”.

Si bien los números son difíciles de predecir, “creo que probablemente las exportaciones lleguen en 2024 a U$S 82 mil millones, mientras que las importaciones estarán algo arriba de los U$S 65 mil millones de la misma moneda”, vaticina el referente.

A la hora de evaluar las medidas oficiales y su impacto en el comercio exterior, Elizondo cree que la agenda de las autoridades es acertada en relación con lo que la Argentina necesita en tres planos: en primer lugar, resolver el problema fiscal, monetario y cambiario; desregulación como segundo punto, y, en tercer lugar, inserción internacional, para lo cual hay que abrir la economía, negociar y así lograr que se abran otros mercados.

“Creo que el Gobierno está trabajando lo más fuerte que puede en la primera parte, que es la estabilización fiscal, monetaria y cambiaria, pero todavía tenemos un signo de interrogación en relación con las desregulaciones, porque el decreto 7023 fue rechazado en el Senado y no fue tratado en Diputados. En definitiva, la agenda del Gobierno es la acertada, pero el resultado final dependerá de la ejecución”, destaca.

https://www.lavoz.com.ar/negocios/cuales-son-los-nuevos-desafios-exportadores-de-cordoba/


Compartilo en Twitter

Compartilo en WhatsApp

Leer en https://www.lavoz.com.ar/negocios/cuales-son-los-nuevos-desafios-exportadores-de-cordoba/

Deja una respuesta