Un cambio de escenario que invita al optimismo, aunque no en todos lados
Hace poco más de un mes el escenario para la campaña 2024–2025 el trigo era poco menos que incierto. Sin embargo, la llegada de las lluvias de abril, la recuperación del precio del cereal y la mejora en la relación insumo/producto modificaron notablemente el panorama.
El pesimismo viró hacia un moderado optimismo en los productores, que ahora miran a la campaña fina con otros ojos.
En la provincia hay un dato elocuente. La Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA) estimó un aumento del 24% de la superficie sembrada con relación a lo que se preveía en marzo.
Según la entidad, y en parte gracias a que las precipitaciones del mes pasado superaron el promedio histórico en varios departamentos, se estima que se implantarán 1.000.700 hectáreas, lo que implica un crecimiento del 3% interanual. No obstante, será un 4% menor con respecto al promedio histórico 2008/2024.
“La humedad inicial del perfil es el principal factor que influye en la decisión de siembra, seguido del pronóstico climático y el precio y rentabilidad esperada del trigo.
La mejora en las condiciones de humedad en el suelo respecto al mes de marzo, producto de las abundantes precipitaciones ocurridas durante abril, motivaron el aumento en la intención de sembrar trigo”, indicó el informe de la BCCBA.
Entre los factores que influyen en la decisión de siembra se impone la humedad inicial en los perfiles (37%), seguido por otros dos: el precio y la rentabilidad esperada del cultivo y el pronóstico climático, ambos ítems con el 28%.
Pese a que todavía se esperan más señales del Gobierno –como una quita en las retenciones– y que la reducción de aranceles para importar fertilizantes tuvo gusto a poco, en la previa de la campaña hay una expectativa diferente a la que se percibía tiempo atrás.
Las lluvias han sido un factor determinante. En departamentos del sudeste hubo una variación notable en el caudal acumulado. En Marcos Juárez, por ejemplo, cayeron durante abril 200 milímetros, un registro muy superior a la media, que es de 86 milímetros. En Unión, en tanto, se observaron 167 milímetros cuando la media es de 73 milímetros.
Cambio de escenario para el trigo
“En un mes el escenario cambió mucho. Tuvimos esa lluvia de cuatro días que en la zona fue de entre 150 y 200 milímetros que sirvió para cargar el perfil. A eso se agrega una mejora del precio del cereal y la baja en los fertilizantes. La relación insumo/precio cambió mucho. Hoy estás consiguiendo la urea incluso por debajo de los U$S 500, cuando antes estaba en U$S 800 la tonelada”, comparó el asesor técnico del Inta Marcos Juárez, Juan Pablo Ioele.
Además del clima, los costos y el valor del trigo, el experto sumó otro factor: buscar una alternativa al maíz tardío. “Es un tema interesante y tiene que ver con el miedo a la ‘chicharrita’. En muchos lugares ya están pensando en buscar seriamente una alternativa. En ambientes de la zona núcleo de maíz tardío, los más complicados, es una muy buena oportunidad para atacarlos en el invierno. Porque el cultivo de invierno, al no tener competencia atmosférica, una baja demanda ambiental, es muy eficiente en usar toda esa agua que está en el suelo. Así que ahí tanto el trigo como la cebada o el centeno pueden ganar terreno. Incluso cualquier cultivo de invierno que quieras hacer”, expresó el Ioele quien hizo hincapié en destacar el “volantazo” que pegó el escenario en el último mes y medio.
El asesor técnico se mostró entusiasmado por la humedad en los perfiles y vaticinó rendimientos promedio de entre 35 quintales y 40 quintales en el sudeste cordobés. “Habrá lotes para 50 quintales y otros para 20. Por eso el promedio está entre 30 y 40″, dijo. Más allá del entusiasmo, Ioele no descartó las dificultades derivadas del factor climático. “El otro escenario de riesgo son heladas en floración que también impactan en rendimiento”, cerró.
Al este de Córdoba, pese a que las precipitaciones estuvieron por encima del promedio –en San Justo cayeron en abril 123 milímetros, un 62% más que la media histórica– el panorama es heterogéneo.
El jefe de la Agencia de Extensión Rural del Inta San Francisco, Alejandro Centeno, lo explicó de la siguiente manera: “En principio, las expectativas están basadas más en la necesidad de contar con algún flujo de fondos a fin de año, que sobre posibilidades ciertas de lograr buenos rendimientos”.
“La acumulación de agua en el suelo ha sido muy errática, por lo que no podemos generalizar en términos de que existan las condiciones adecuadas para la siembra. Este año va haber muy poco maíz, así que también otro motivo es la inclusión de alguna gramínea en la rotación”, agregó.
Al sur de Córdoba el panorama también cambió drásticamente con las precipitaciones. Sin embargo, las situaciones son dispares en cada zona.
“Las expectativas para el trigo son heterogéneas. Hay zonas en donde en los últimos meses llovió muy bien, más de lo que se esperaba, que van a sembrar. En Laboulaye esos son lotes del norte, sureste y bien al sur, contra Buenos Aires y La Pampa”, explicó Horacio Videla Menseguez, de Inta Laboulaye.
“Al sudoeste, en Jovita o Levalle, las lluvias fueron muy escasas y no tenés recarga de perfil para hacer trigo. Si alguien puede llegar a sembrar es de corajudo”, agregó.
Destacó, no obstante, el abrupto cambio en el escenario luego de las lluvias de abril. Vale apuntar que en el departamento Presidente Roque Sáenz Peña cayeron durante mes pasado 97 milímetros, un 54% más que el promedio histórico. En tanto, General Roca también recibió un 67% más de agua que el promedio.
“Cuando empezamos armar las jornadas de Inta Marcos Juárez creíamos que no sembraba nadie. Y el finde posterior llovió y se dispararon las condiciones para decidir la siembra”, apuntó.
Videla Menseguez consignó que pese a la suba en el precio del trigo, muchos productores apuntan a la rotación. “Desagregado, el número económico es horrible”, graficó e insistió en las diferentes situaciones entre los que siembren en campo alquilado y los que lo hagan en un lote propio.
“Con el tema del apacharramiento del maíz, tener otro cultivo que diversifique la rotación, ayuda. Por eso tenés que diversificar porque si por algún motivo no podes hacer maíz de primera, vas a soja”, agregó.
“Tampoco es la primera campaña que se siembra con margen negativo. Muchas veces sembrás y terminás con un resultado diferente a lo que creías. En el escenario de hoy, con complejidad climática y de precio, lo mejor es tener una cartera de producto lo más diversificada posible”, cerró.
Por su parte, la directora de AER de Inta Huinca Renancó, Marcela Genero, destacó que inicialmente las expectativas de siembra en la zona eran muy bajas, pero luego de las precipitaciones de abril el panorama cambió.
No obstante, expresó: “Llovió todo esto y si nos toca un año seco no recuperamos el perfil para hacer la gruesa. En general, veo media floja esta campaña”.
Además, se refirió a los márgenes. “Lo puede repensar el dueño de campo. El que alquila, no. El dueño sí porque al trigo lo consideramos un cultivo mejorador de suelo, por la rotación. Para el que alquila los números son muy jugados”, indicó.
“Es tan finito el número que si no tenés escala no podés acceder a mejores precios de insumos o de venta”, cerró.
En virtud de un contexto que asoma favorable, a nivel nacional, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, estimó que el área sembrada con trigo puede llegar a 6,2 millones de hectáreas, cuando hace un mes su proyección era de 5,9 millones de hectáreas, menos que las cinco campañas anteriores. Además, se espera una producción de 18,1 millones de toneladas.
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