En Córdoba, el empresariado da un apoyo condicionado al Rigi
El empresariado cordobés sostiene una posición diferente respecto del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (Rigi) con respecto al exteriorizado por entidades sectoriales de provincias como Buenos Aires y Santa Fe.
En general, como se conoció días atrás, la “ley bases” cuenta con el aval de las principales organizaciones cordobesas. Así lo exteriorizó la llamada Mesa de la Producción, que reúne a 12 entidades locales de todos los rubros que pidió una aceleración de tiempos para obtener esa norma.
El Rigi está en el paquete aprobado por Diputados y bajo tratamiento del Senado. Apunta a otorgar mayor seguridad jurídica y beneficios tributarios para atraer inversiones superiores a los U$S 200 millones.
En su reciente participación en la comisión que discute el tema, el presidente de la Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba, Gustavo del Boca, avaló el régimen.
“Este esquema de incentivos es lo que necesitamos porque nos traerá inversiones que traerá trabajo”, indicó el dirigente quien no obstante pidió que se eviten “asimetrías que distorsionan nuestra capacidad de competencia”.
Y aunque dejó en claro que las mejoras impositivas propuestas no alcanzan a la industria que ya está en funcionamiento, “es mejor iniciar un camino de reducción de impuesto, que seguir permaneciendo en este esquema tributario inviable e injusto”.
Del Boca planteó entonces que las inversiones que lleguen con el Rigi no deberían significar una competencia para las manufacturas de industria nacional, sino promover proyectos de exportación por parte de esas empresas.
“Aceptamos que se promuevan inversiones, pero se debe apoyar a toda la industria nacional y evitar la destrucción de muchas de ellas. Queremos competir de igual a igual”, cerró.
En esa línea, el economista Gastón Utrera, quien también expuso en la comisión, pidió la inclusión de un artículo que restringa los incentivos a los proyectos de exportación, y que se incluya en ellos a los proveedores locales de las grandes inversiones. Propuso entonces un plazo de 120 días por sanción de la ley para incluir esos beneficios.
Córdoba cuenta con la experiencia de las grandes inversiones llegadas en distintas etapas en la industria automotriz. Aún cuando la integración de partes y piezas podría ser mayor, un arco de proveedores locales trabajan desde hace años para ellas.
El sector de la minería también apoyó decididamente el Rigi durante la cena anual realizada la semana pasada en esta Capital. Roberto Cacciola, presidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (Caem) afirmó que proyectos vinculados con la explotación de litio, oro y cobre esperan ese régimen.
“Una gran herramienta, que podrá contribuir al inicio de la construcción de estos proyectos será la esperada sanción del RIGI”, recalcó Cacciola.
Hernán Soneiro, titular de la Cámara Empresaria Minera de Córdoba (Cemincor) explicó también allí que es urgente incrementar la cantidad de minerales extraídos que en la comparación per cápita con otros países es casi exigua.
El ratio por habitante anual en algunos países como Canadá y Estados Unidos, es de 12 toneladas por habitante, Europa 6 y China 17. “Hoy argentina no llega al 1,5 de toneladas por habitante”, comparó.
Pero también Soneiro puso de relieve que desde el centro del país Córdoba es un gran actor en una de las actividades para las cuales fue diseñado el Rigi: la extracción de petróleo y de gas. Lo hace como proveedora, con lo cual, la llegada de inversiones a esos sectores potenciará las actividades.
En la Unión Industrial de Córdoba (UIC) todavía no se analizó específicamente el impacto del Rigi. Pero su presidente, Luis Macario, desgranó a título personal que la diferencia con lo que piensan sobre el régimen otras provincias puede estar marcada en razones “ideológicas”.
“Lo que estamos diciendo los empresarios de Córdoba es: arranquemos. Acá sabemos lo que una inversión industrial genera, con derrame de todo tipo”, indicó. Interpretó también que lo que otras jurisdicciones señalan como exagerados beneficios a la inversión externa, “son la consecuencia de años en los que hemos interrumpido los contratos y caído en default”, agregó.
Macario descreyó de la posibilidad de que estos beneficios “generen una fila de empresas del mundo dispuestas a invertir en la Argentina”, pero apuntó que sí debe haber una señal de parte del país para atraerlas.
También descartó que una “apertura indiscriminada” pueda ser un “planteo de base, más bien tenemos que pensar en algo racional”. Y finalmente, dijo no temerle a la mejora del régimen cambiario para esas potenciales inversiones. “Si la Argentina se encamina, el cepo debería desaparecer para todos”, explicó.
Llaryora con empresas
Martín Llaryora también expresó su apoyo a las medidas del gobierno nacional que atraigan inversiones. El gobernador se encontrará hoy con más de una docena de entidades empresariales que tienen el foco puesto en el comercio internacional. Será en el Panal, en el marco de la presentación del programa de actividades de la agencia ProCórdoba para la segunda mitad del año. Normalmente esa agenda se difunde institucionalmente, pero el mandatario pidió estar presente en esta ocasión con su mensaje.
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