El majestuoso tesoro de Tutankamón: los secretos de la exploración que descubrió la tumba del faraón más joven del Antiguo Egipto
El tesoro de Tutankamón, una de las maravillas más enigmáticas de la antigüedad, ha permanecido oculto durante milenios en las profundidades de su tumba en el Valle de los Reyes.
Sin embargo, recientemente, Egipto dio a conocer nuevas y fascinantes piezas que fueron descubiertas en el sepulcro del joven faraón.
Este hallazgo arqueológico promete revelar secretos inéditos sobre la vida y el reinado de Tutankamón, el gobernante más joven del Antiguo Egipto.
El papel crucial de dos investigadores en la búsqueda del tesoro perdido de Tutankamón
Según un artículo de National Geographic, Lord Carnarvon, también conocido como «El Quinto Conde», desempeñó un papel fundamental en la financiación y patrocinio del arqueólogo británico Howard Carter en su búsqueda de la tumba perdida de Tutankamón.
A partir de 1903, Lord Carnarvon, aquejado por problemas de salud, pasaba los inviernos en el río Nilo, siguiendo el consejo de su médico.
Fue durante estos años que Carter, un inspector jefe con profundo conocimiento del Valle de los Reyes, conoció a Carnarvon. A pesar de sus diferencias sociales, ambos compartían una pasión por el antiguo Egipto.
El destino los unió en una colaboración que culminaría en uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de la historia, según detalló el portal especializado.
En junio de 1914, Lord Carnarvon adquirió la concesión para excavar en el Valle de los Reyes, tras la renuncia de Theodore Davis. Sin embargo, el estallido de la Primera Guerra Mundial retrasó la búsqueda hasta otoño de 1917.
Durante los siguientes cinco años, Carter y su equipo enfrentaron condiciones adversas mientras excavaban toneladas de escombros en el desierto.
La desilusión y el desánimo amenazaban con socavar su determinación, pero en octubre de 1922, un descubrimiento fortuito encendió una chispa de esperanza.
El 4 de noviembre, un miembro del equipo de Carter tropezó con la cima de una escalera enterrada, marcando el comienzo de una serie de hallazgos asombrosos.
El 26 de noviembre, Carter y su equipo se encontraron frente a la entrada de la tumba de Tutankamón. A pesar de la emoción inicial, descubrieron que la puerta había sido forzada, sugiriendo que alguien había llegado antes que ellos.
Por otra parte, tras superar este obstáculo, Carter y Lord Carnarvon fueron testigos de una maravilla sin precedentes: una tumba intacta llena de tesoros olvidados durante milenios.
Los tesoros deslumbrantes de Tutankamón y el arduo trabajo de su recuperación
Los objetos encontrados en la tumba de Tutankamón se amontonaban en una maravillosa mezcla de riqueza y misterio.
Howard Carter describió la experiencia de entrar en la tumba como un momento mágico.
- La luz de la vela reveló un mundo de animales extraños, estatuas y oro reluciente.
-
La tumba constaba de cuatro habitaciones, llenas con alrededor de 5.400 objetos, una verdadera cápsula del tiempo de la antigua civilización egipcia.
Sin embargo, desenterrar y preservar estos tesoros fue un desafío monumental que requería una meticulosa atención y una colaboración interdisciplinaria.
-
El ingeniero Arthur Callender diseñó sistemas de poleas para levantar objetos pesados, mientras que Alfred Lucas aplicó sus habilidades forenses para analizar la escena del crimen y determinar los daños y robos sufridos por la tumba en el pasado.
-
Harry Burton, con su habilidad para capturar la esencia del descubrimiento en imágenes, desempeñó un papel muy importante al difundir el conocimiento del hallazgo alrededor del mundo. Su fotografía inmortalizó el momento y ayudó a establecer la egiptomanía que pronto se apoderaría de la cultura popular.
Tutankamón: la intrigante leyenda de la «maldición de la momia»
El segundo gran descubrimiento en la tumba de Tutankamón ocurrió en febrero de 1923, cuando Howard Carter perforó un agujero en la pared de la cámara funeraria, iluminando con una linterna para vislumbrar su interior.
Se encontró con una vista impresionante: una pared sólida de oro, que en realidad era parte de un gran altar funerario que contenía tres santuarios y un sarcófago de cuarcita. Dentro del sarcófago, Carter descubriría más tarde tres ataúdes con forma de momia, uno dentro del otro.
Lord Carnarvon se unió a Carter en la apertura de la cámara funeraria, pero menos de dos meses después, el Quinto Conde falleció a causa de una picadura de mosquito infectada que desencadenó sepsis y neumonía.
Su muerte repentina desató rumores sobre la «maldición de la momia», que supuestamente traía la muerte o mala suerte a quienes molestaran el descanso del faraón.
A pesar de estos acontecimientos, Howard Carter continuó con la excavación, con el apoyo de la condesa viuda Almina Carnarvon.
Sin embargo, la intervención cada vez mayor de las autoridades egipcias en el trabajo llevó a Carter a interrumpir la excavación en protesta.
Esto resultó en que se le prohibiera el acceso a la tumba durante casi un año, hasta que él y su patrocinadora renunciaron a los bienes funerarios de Tutankamón para recuperar el acceso.
Los trabajos continuaron en 1925, y Howard decidió desmontar los ataúdes superpuestos. En su interior se encontraban los restos momificados de Tutankamón. Estos tenían una máscara de oro sobre su cabeza y hombros.
Este objeto se convirtió finalmente en uno de los símbolos del pasado de Egipto.
https://www.cronista.com/informacion-gral/el-majestuoso-tesoro-de-tutankamon-los-secretos-de-la-exploracion-que-descubrio-la-tumba-del-faraon-mas-joven-del-antiguo-egipto/
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.cronista.com/informacion-gral/el-majestuoso-tesoro-de-tutankamon-los-secretos-de-la-exploracion-que-descubrio-la-tumba-del-faraon-mas-joven-del-antiguo-egipto/