DNU en el Senado: la abstención de Vigo, otra señal de Llaryora a Milei
La senadora Alejandra Vigo (PJ cordobés) aseguró que era “irracional aprobar a libro cerrado” el DNU, pero finalmente se abstuvo en la votación final, lo que puede interpretarse como otro guiño del gobernador Martín Llaryora al Gobierno nacional.
El primer gesto del mandatario provincial fue el miércoles, cuando tres diputados del PJ cordobés (Carlos Gutiérrez, Ignacio García Aresca y Alejandra Torres) no dieron cuórum al intento de la oposición de generar una sesión especial para tratar el sensible tema de la movilidad jubilatoria.
Es cierto que otros dos diputados del oficialismo cordobés (Natalia de la Sota y el democristiano Juan Brügge) bajaron al recinto, pero los legisladores más cercanos a Llaryora no dieron cuórum, que finalmente no consiguieron los diputados opositores.
En la prolongada sesión de este jueves, Vigo dio cuórum para iniciar la sesión especial para tratar el DNU, pero su presencia no tuvo incidencia, ya que la oposición tenía los votos para tratar el tema.
Otro gesto
Luego, la esposa del gobernador Juan Schiaretti hizo otro gesto hacia la Casa Rosada, cuando respaldó el pedido del libertario Ezequiel Atauche de postergar por 20 días el tratamiento del DNU, lo que fue rechazado por la oposición.
En su discurso, alrededor de las 17, la senadora Vigo dejó claro que no estaba a favor de la vigencia del decreto de necesidad y urgencia, pero aseguró que se abstendría en la votación final.
“Los DNU son una herramienta del Poder Ejecutivo admitida por la Constitución Nacional bajo la condición de que concurran circunstancias excepcionales e importantes para la gestión. Pero este decreto con sus 366 artículos afecta más de 300 leyes. Esto excede la necesidad y urgencia para el uso de este tipo de herramienta de gestión”, expresó la senadora peronista por Córdoba.
En su discurso en la Cámara Alta, Vigo puso énfasis en aclarar que varios puntos del DNU le parecían “muy adecuados”, pero mostró su rechazo a la estrategia política que utilizó el Gobierno nacional para imponer la vigencia del mega-DNU que se impulsó desde la Rosada.
“Muchos de los puntos que pretende reformar el DNU me parecen muy adecuados; no obstante, la complejidad normativa que contiene requiere del debate y del consenso por parte de los legisladores. Pero, insisto: no es posible votar esta herramienta a libro cerrado”, resaltó la legisladora peronista.
La postura de la esposa de Schiaretti va en línea con lo que viene sosteniendo en público el gobernador Llaryora: apoyar la gobernabilidad, pero instar al diálogo al Gobierno nacional.
Desde el entorno de Llaryora aseguraron que la postura de Vigo fue “consensuada” con el gobernador y con su antecesor.
Lo mismo ocurrió el miércoles en la Cámara de Diputados, con la posición de tres diputados sobre la movilidad jubilatoria.
Se sabe que Natalia de la Sota sigue en el bloque con sus colegas, pero hace tiempo que no responde a Llaryora ni a Schiaretti. Es más, con el exgobernador la relación es más tensa.
Brügge es un democristiano que se sumó al oficialismos cordobés de la mano de José Manuel de la Sota y suele marcar algunos matices con los referentes provinciales, aunque, como está dicho, su apoyo a iniciar el debate por la movilidad jubilatoria no tuvo incidencia en la votación general para rechazar el intento de la oposición.
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