Pilates: el sorprendente ejercicio que ayuda a fortalecer el core, la espalda y glúteos
El pilates se ha ganado un lugar destacado en el mundo del fitness gracias a su capacidad para fortalecer el core, la espalda y los glúteos de manera sorprendente.
Una de las prácticas más efectivas dentro de esta disciplina es el swimming, un ejercicio que, a pesar de su aparente simplicidad, representa un desafío considerable al involucrar todas las áreas del cuerpo. ¡Conocé cómo hacerlo para mejorar tu salud!
Pilates: ¿qué es el swimming y cómo hacerlo?
Según un artículo del portal Mujer Hoy, este ejercicio de extensión es ideal como complemento a otros movimientos que implican flexión hacia adelante, proporcionando un valioso contra estiramiento.
Incorporar el swimming en tu rutina de pilates te ayudará a fortalecer el core y los glúteos, y también contribuirá a mejorar la flexibilidad de tu espalda.
Para hacerlo de forma correcta tenés que:
- Acostate boca abajo, con las piernas estiradas y juntas, y los brazos extendidos hacia adelante, manteniendo los omóplatos apoyados en la espalda y los hombros relajados.
- Contraé los abdominales para elevar el ombligo del suelo, extendiendo los brazos y las piernas en direcciones opuestas para levantarlos del suelo.
- Alargá la columna vertebral para elevar la cabeza de la colchoneta, manteniendo una alineación adecuada.
- Realizá movimientos alternados de brazo y pierna, levantando el brazo derecho y la pierna izquierda y viceversa, mientras continúas extendiéndote desde el centro del cuerpo.
- Coordiná la respiración, inhalando durante 5 pulsos de brazo y pierna, y exhalando durante otros 5.
El swimming ofrece una manera integral y efectiva de fortalecer y estabilizar el cuerpo, promoviendo una mejor calidad de vida y rendimiento físico.
¿Cuáles son los beneficios de hacer swimming en pilates?
Este ejercicio se destaca por su capacidad para fortalecer diversos grupos musculares clave de manera simultánea, lo que lo convierte en una herramienta efectiva para mejorar la salud física y el rendimiento deportivo.
Al enfocarse en el glúteo mayor, la parte baja de la espalda y el core, proporciona beneficios significativos para la estabilidad y el equilibrio corporal.
Además, al trabajar los isquiotibiales en la parte posterior de los muslos, se promueve una mejor flexibilidad y resistencia en esta área, lo que puede ser beneficioso tanto para deportistas como para personas que buscan mejorar su calidad de vida.
Por otro lado, al ejercitar los músculos extensores de la espalda, se contribuye a aliviar la tensión acumulada en el cuello y los hombros, mejorando la postura y reduciendo el riesgo de lesiones relacionadas con la mala alineación corporal.
En este ejercicio es importante destacar también el papel de los abdominales, especialmente los oblicuos, ya que su contracción activa colabora en mantener la estabilidad de la columna y el cuello. Esto evita la sobrecarga de los músculos cervicales y deltoides al levantar el torso y la cabeza.
Antes de realizar o modificar tu rutina diaria, se recomienda consultar con un especialista.
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