Bebe Contepomi, flamante jurado de Viña del Mar: Me volví fanático de Marco Antonio Solís
A días de pivotear la transmisión de Cosquín Rock para Star+, Bebe Contepomi hará lo propio con la 63ª edición del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, que se realizará en esa ciudad chilena entre el domingo 25 y el viernes 1 de marzo.
Pero en este caso irá más allá de acotar, entrevistar o lo que sea con sus ademanes eléctricos y ese aura que genera cercanía en el marco de una nueva entrega del ciclo Star+ Live, en vivo y en directo a desde la Quinta Vergara.
Es que en Viña del Mar, el exconductor de La Viola será jurado del Festival de la Canción, el certamen que se desarrolla en la previa de cada noche y que puede encumbrar a un emergente como así también visibilizar el tema desconocido de un consagrado.
En ese cuerpo, Bebe deberá compartir criterios y puntos de vista con artistas (el colombiano Manuel Turizo, el chileno Young Cister y sus compatriotas María Becerra y Ale Sergi)) y con colegas chilenos (la periodista y conductora de TVN, Constanza Santa María; la presentadora y periodista del programa Tú Día de Canal 13, Priscilla Vargas; y el conductor de Radio Corazón y periodista, Alejandro Chávez).
“Star+ transmite Viña del Mar y tiene la posibilidad de poner un jurado. Me propusieron a mí después de pasar muchos filtros, porque se trata de un festival muy exigente”, dice Bebe sobre esta oportunidad, en el inicio de su contacto telefónico con VOS.
“Tal como decís, es un rol que no he desempeñado muy seguido, pero me siento capacitado y con ganas de hacerlo porque, si bien se puede creer que el rock es a música que más me gusta (de hecho, lo es), soy una persona muy amplia en cuanto a gustos musicales”, amplía.
Y luego precisa: “Desde chico escucho diferentes géneros, no tengo ningún prejuicio. Nunca lo tuve, en un momento una cosa me puede gustar más que la otra. Las pocas veces que tuve que ser jurado, dar mi opinión o poner puntaje a una canción, considero que lo hice desde el corazón, el gusto… El gusto, en la música, es algo muy personal. En fin, lo hice desde mi conocimiento de lo que una canción puede transmitir a la gente o de lo que una canción puede crecer y lograr”.
“Me siento muy cómodo, no me asusta. Me divierte. No sé si seré un jurado bueno o malo, pero sí que lo haré con mucha honestidad”, asegura Contepomi.
–Tu rasgo más sobresaliente como comunicador es que resultás confiable y querible para los artistas. ¿Lo llevaste a la profesión desde tu personalidad o lo trabajaste especialmente?
–Me gusta que uses “confiable”, porque muchas veces se ha dicho que soy amigo de los músicos. Y la verdad es que, en 30 años de profesión, me hice amigo de algunos pero no de la mayoría. Eso de ser confiable no me pasa sólo con los músicos, me pasa con todas las personas que me rodean en la vida. Tengo buena relación con la gente con la que trabajo, con mis jefes, con mis amigos, con mi mujer, con mis hijos, con mis exnovias… Soy una persona cero conflictiva. Lo que se ve públicamente en mi rol como periodista de música, es lo que pasa también en mi vida privada.
–De todos modos, algo debe haber en el asunto para que Bono, de U2, se declare tu amigo y te conteste el teléfono y los mensajes de WhatsApp…
–Bueno, es verdad… El día que lo conocí en Nueva York hace como 20 años lo hice en calidad de periodista. Pero en esa oportunidad había colegas de todo el mundo para entrevistarlo, y no todos quedaron en contacto con él. Yo sí. Me cuesta mucho hablar de mí… Hay algo que, creo, ven o perciben… Puede ser autenticidad. Soy la misma persona cuando se prende la cámara que cuando se apaga. Cuando conocí a Bono, él estaba con The Edge y yo delante de ellos con la cámara prendida y haciendo preguntas como todos los que estaban allí… Supongo que Bono habrá percibido algún tipo de locura o simplemente le debo haber caído simpático por mis tics faciales o mis movimientos corporales. Habrá pensado “¡Mirá a quien me mandaron desde Argentina para que nos entrevisten!” Creo que esa curiosidad inicial derivó en una buena onda que luego se transformó en amistad.
–¿Has tenido que ajustar algo para relacionarte con los nuevos valores de la música popular? Es que ellos son bastante más jóvenes, manejan otros códigos…
–No, porque siempre traté de la misma manera a las bandas emergentes y a los consagrados. Les traté de dar la misma importancia, la misma dedicación. Por otro lado, siento que la música se está reinventando desde que tengo uso de razón. Obvio que los clásicos siempre quedan, pero desde que estoy en esto he visto muchísimas reinvenciones, escenas, corrientes… El furor de la cumbia, el furor del reggaetón, el furor de la música electrónica… Recuerdo que en una época, acá en Buenos Aires, a lo largo de toda la Costanera había discotecas de electrónica. Quiero decir, siempre pasa que hay géneros que tienen su pico y después se acomodan. Lo que está pasando ahora ya lo viví muchas veces y siento que le hace bien a la música, porque el panorama se mueve… Después, quedarán los que son buenos y los que tienen talento más constancia.
Bebe Contepomi y sus inicios en el periodismo musical
–El periodismo musical está en crisis por varias razones, entre otras porque a la crítica le cuesta validarse entre la conversación social. ¿Algo para decir?
–Soy periodista porque hago preguntas a las que responden los artistas. No me considero crítico, nunca me sentí capacitado para serlo. No siento que mi opinión o mis gustos musicales les puedan llegar a interesar a la gente. No siento que sea importante que yo diga qué es bueno o qué es malo. Me dedico a difundir la música, a exponer a los artistas ante la gente, con sus ideas, con sus pensamientos, y que ésta elija a partir de ahí. Por eso no sé si soy el indicado para dar una opinión sobre la actualidad de la crítica musical… Respeto muchísimo a los críticos, hay muchos de ellos que han marcado tendencia. No es algo a lo que me dediqué ni algo para lo que me sienta capacitado; ahora bien, en todo esto tienen muchísimo que ver las redes. Apenas sale un tema o un disco, no sólo te opinan los desconocidos sino también los colegas. Ante ese panorama, un crítico está más atado, condicionado. Si Noel Gallagher saca un tema, al segundo tenés la opinión de Liam (“¡Qué disco malo hizo mi hermano!”), de otros colegas y de los fans… Ante eso, el crítico pierde ante la instantaneidad de las redes.
–¿Qué contribuyó a que te convirtieras en periodista de música?
–Primero fue mi pasión por el rock argentino. Escuché a Los Abuelos de la Nada y a Virus antes que a los Beatles y a los Rolling Stones. Par mí, el rock fue el rock argentino antes que nada… Mi familia no era musical, en mi casa no había long plays ni casetes. Y por amigos, a los 14 años escuché a Los Abuelos y dije “me gusta esta música”. Después de eso, a los 15, lo conocí a Andrés Calamaro y empecé a visitarlo en su casa de Palermo. Y él era muy amigo de periodistas.
–¿De quiénes, precisamente?
–De periodistas que luego se convirtieron en grandes escritores: Rodrigo Fresán, Guillermo Saccomanno, Juan Forn… Ellos me cuentan de una profesión llamada periodismo, que consistía en escribir o hablar en los medios. Bueno, por influencia de ellos me puse a estudiar. Y con los años pude unir mis dos pasiones.
–Te pido una consideración sobre “La Viola”, porque es difícil disociar a ese nombre propio del tuyo.
–Cuando entré a El Trece y a TN me enseñaron algo que los años me terminaron demostrando: los medios quedan, sus profesionales pasan. A La Viola ahora la hace el Negro Molinero con el mismo equipo de producción que tenía yo. Por suerte el espacio sigue; es un espacio buenísimo para la música. Y yo cumplí un ciclo ahí. Hay que saber en qué momento dejar la vorágine.
–¿Abandonaste la vorágine?
–Sigo ligado a la música, estoy con Disney en algo más esporádico. La Viola es un programa semanal que había que producir y tenía en la semana los cuatro noticieros de El Trece más las 24 horas de TN. Pasaba algo ligado a la música y debía estar disponible para el aire de todas esas emisoras. Llega un momento en que no te da el cuero. Fue una decisión pensada. Hablé con el canal y buscamos la mejor manera de terminar. Lo que me pone contento es que La Viola sigue. Es más importante La Viola que yo, mucho más importante.
–Los periodistas de música tenemos que esucharla todo el tiempo y, en ese contexto, la apreciación puede aplanarse y se vuelve difícil que algo nos sorprenda. ¿A vos te sorprendió algo últimamente?
–En un momento, cuando estaba en La Viola, los noticieros de El Trece y disponible para TN, no podía escuchar música fuera de la situación de trabajo. Ahora empecé a reescuchar en otro plan más ocioso. Pero si bien Conociendo Rusia, Bandalos Chinos y los chicos de Joystick me parecen bárbaros entre los nuevos, me he dedicado a descubrir artistas clásicos. Y así me he vuelto fanático, pero muy fanático, de Marco Antonio Solís. De Los Bukis (su banda) y de él como solista. Me dediqué a investigar su obra y descubrí que tiene canciones de hace 40 años que son como nuevas.
–Bueno, en términos conceptuales la nota cierra tal como empezó: no tenés prejuicios.
–No los tengo, en serio. Y vos tenés el título servido “Me volví muy fanático de Marco Antonio Solís”
La transmisión de Star+ de Viña del Mar
Star+ transmitirá la 63ª edición del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, que se realizará en esa ciudad chilena entre el domingo 25 hasta el viernes 1 de marzo.
Lo hará en el marco de una nueva entrega del ciclo Star+ Live, en vivo y en directo a desde el Anfiteatro de la Quinta Vergara de Viña del Mar.
Según información oficial de la plataforma de streaming, la transmisión exclusiva llegará al servicio de streaming para toda la audiencia de habla hispana de Latinoamérica.
“Desde las 21.20 (hora de Chile), los suscriptores de Star+ tendrán acceso a una experiencia única desde la primera fila de uno de los eventos más reconocidos en toda la región por la calidad de sus invitados musicales y la presencia de artistas internacionales”, dice un comunicado de Star +.
“El festival contará con la animación de los presentadores chilenos María Luisa Godoy y Francisco Saavedra y con una imponente grilla de artistas que se presentarán a lo largo de la semana”, suma el texto.
“El contenido de cada día estará disponible en la plataforma Star+ hasta 48 horas después de su emisión en vivo”, cierra.
La programación del Festival Viña del Mar 2024
El domingo 25 se presentarán Alejandro Sanz y Manuel Turizo; el lunes 26, Andrea Bocelli y Miranda!; el martes 27 será el turno de Maná y Men At Work; el miércoles 28, el de Mora y Anitta; el jueves 29, en tanto, actuarán Los Bunkers y Young Cister; y, finalmente, el viernes 1 de marzo, Peso Pluma y María Becerra.
Los artistas encargados de entregar humor a las seis noches del Festival serán los chilenos Javiera Contador, Alison Mandel, Luis Slimming, Alex Ortiz, Sergio Freire y Luis Miranda.
Más información
Entrevista con Andrés Calamaro: Voy a Cosquín Rock con gratitud
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