Miradas opuestas al programa El Legado: ¿más de lo mismo o producto infalible?
A Favor: Amoldar el formato al público juvenil
Nicolás Lencinas
El Trece sabe que desde hace tiempo su programa más exitoso es Los 8 escalones. Si bien lo fueron amoldando para mantener el rating en el prime time, ahora apostaron por un formato similar en el horario de la tarde para involucrar a los más jóvenes.
El Legado (surgido en 2002 con Jorge Ginzburg) intenta eso y la participación de niños y adolescentes le da un toque de frescura al clásico programa de preguntas y respuestas. De la misma manera en la que los padres participan con sus hijos, desde casa se puede generar un agradable momento compitiendo o conversando con los más chicos sobre los desafíos.
Matías Martin es un probado conductor que en este caso le brinda lugar a su hijo Luca y lo deja fluir. Cómo bien dice el nombre, le transmite su legado. El joven de 23 años viene de la radio y está aprovechando al máximo su oportunidad en televisión. Este le da una vuelta de rosca al ciclo con humor y dinámica.
Más allá del dinero involucrado y la atracción de responder las preguntas de cultura general, lo que termina siendo atractivo es ver cómo se desenvuelven los jóvenes a la hora de enfrentar complejas preguntas para lograr su objetivo.
El comentarista deportivo suele ser incisivo y cada tanto sorprende con una pregunta imposible así que los participantes no deben confiarse.
Con el programa de Darío Barassi a continuación, el canal no debería pensar en lanzar otro formato por que con El Legado ya están los cupos completos.
En contra: Más de lo mismo
Noelia Maldonado
Hay que arrancar por aclarar que tanto Matías Martin como su hijo Luca tienen un muy buen desempeño en El Legado, el programa que vino a ocupar una parte clave de la grilla del verano en El Trece.
Como ocurre en cada temporada estival, los canales buscan estrategias para mantener algo del público cautivo que en medio de sucesivas olas de calor (a la que ahora se suma la falta de dinero por la crisis) se queda en sus casas mirando la tele.
Con el tiempo las estrategias han ido cambiando y en los últimos años han virado hacia programas de preguntas y respuestas que no son novedosos y que siempre fueron efectivos.
No hay que olvidar que el canal ya tiene dos programas similares (el de Darío Barassi y el de Guido Kaczka) y es entendible que quiera replicar parte de esa lógica en El Legado, pero no por eso podemos dejar de señalar que todo lo nuevo de la televisión se ha transformado en más de lo mismo.
¿Qué pasó con esos veranos en los que los juegos divertidos eran al aire libre con enormes piletas y pelotas de todo tipo? ¿En los que los programas se hacían en móviles de exteriores con vecinos de los barrios? ¿Qué otros formatos se puede pensar para el verano que no sean los de un conductor diciendo cosas graciosas y varios participantes respondiendo como pueden frente a los nervios de las cámaras?
Son todas preguntas sin respuesta en medio de un mundo que mira todo el tiempo a las pantallas pero no permanece en una por mucho tiempo.
El resto del año la programación del canal seguirá teniendo Los 8 escalones (porque gusta y funciona) y seguramente pasará lo mismo con Ahora caigo. Entonces el verano era una buena oportunidad para ver algo más que un estudio de televisión repleto de luces y pantallas en el que se marque con rojo el error y con verde el acierto. Fue una oportunidad perdida.
https://www.lavoz.com.ar/vos/tv/miradas-opuestas-al-programa-el-legado-mas-de-lo-mismo-o-producto-infalibre/
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.lavoz.com.ar/vos/tv/miradas-opuestas-al-programa-el-legado-mas-de-lo-mismo-o-producto-infalibre/