En marzo, San Francisco tendrá su primera planta de biodiésel con calidad bioexportable
Una planta para producir biodiésel a base de aceite de soja se levanta desde hace ocho meses en el Parque Industrial de San Francisco, la cual estaría lista y funcionando en marzo próximo.
La firma se denomina Greendiesel y está conformada en partes iguales por la constructora local Aivel y por un emprendimiento familiar. Actualmente se encuentra desarrollada en un 70%.
El biodiésel es un combustible de origen natural, renovable y limpio, cuyo uso permite reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que se produce a partir de materia orgánica (aceites vegetales o grasas animales).
Juan Manuel Velázquez, socio de la firma, explicó que su idea originaria es el “autoconsumo” para abastecer la flota de vehículos de la firma Aivel, aunque, a medida que se avanza en la construcción, se plantearon además abrirse al mercado.
“Presentamos el proyecto a la Municipalidad de San Francisco para analizar la posibilidad de lograr un convenio con la finalidad de proveerle de parte de la producción de biodiésel que tenemos pensado realizar. El intendente (Damián Bernarte) se mostró muy predispuesto, por lo que esperamos poder avanzar en ese sentido”, sostuvo Velázquez.
La planta está situada en un terreno de cuatro mil metros cuadrados y la inversión aproximada hasta el momento ronda los $ 200 millones.
Según Velázquez, la de San Francisco será la segunda planta de biodiésel con la calidad de bioexportable en la provincia de Córdoba.
Elaboración del biodiésel
Francisco Pérez, ingeniero químico de Greendiesel, comentó que el tratamiento que se le dará a este combustible en la planta será “especial, delicado y orientado al seguimiento de cerca de la materia prima utilizada y del producto que pretenden elaborar”, cumpliendo con todos los estándares que necesiten los vehículos.
“Nuestro proceso consiste inicialmente en el uso de una materia prima básica como es el aceite vegetal, como el aceite de soja, que puede conseguirse en la zona de parte de prensas expulsoras”, explicó Pérez.
Y agregó: “La idea es recibirlo con camiones en nuestra planta, almacenarlo como materia prima, tratarlo, estandarizarlo para lograr un nivel adecuado y óptimo para luego transformarlo en biodiésel con el agregado de algunos aditivos extras, pero con el 90% de los insumos de aceite de soja”.
El biodiésel se obtiene con pequeños agregados de glicerina que luego se decantan, pasa por un sistema de filtrado para posteriormente ser almacenado. El proceso requiere algunos servicios extras, como agua caliente a través de un sistema de caldera, agua fría a través de un sistema de intercambiadores y aire comprimido. Luego, el biodiésel obtenido será mezclado con gasoil para ser comercializado.
Según Pérez, se apunta a producir alrededor de 600 litros, aunque la planta tiene una capacidad máxima que podría llegar a producir hasta seis toneladas diarias si está en plena operación de todos sus componentes. Cabe destacar que tendrá un sector de expendio a través de un surtidor.
La idea en un principio es iniciar con un combustible B20, pero la proyección a corto plazo es que sea de B50: un 50% de biodiésel y otro de diésel derivado del petróleo.
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