Río Cuarto: pausa en el juicio por la trágica muerte del bebé sacudido
Tras una semana de extensas declaraciones de testigos y gran tensión entre la fiscalía y la defensa, el juicio por la muerte de Pedrito Gambero continuará los días 23 y 26 de febrero en Río Cuarto.
Pedro, de cuatro meses de edad, murió el 25 de agosto en el Nuevo Hospital San Antonio de Padua. Había estado durmiendo la siesta con su padre, Gonzalo Gambero, quien está acusado de lesiones graves calificadas por el vínculo y homicidio calificado por el vínculo.
Para la acusación, se trata de un caso de shaken baby syndrome, es decir el “síndrome del niño sacudido”, daño cerebral por movimientos bruscos de aceleración y desaceleración. La clave del juicio será determinar cuánto tiempo antes de la muerte se produjo el zamarreo, si hay certeza de que fue cuando el bebé estaba con el padre o si pudo haber sido antes (cuando estuvo a cargo de la madre o la niñera).
El jefe de terapia intensiva pediátrica que atendió al pequeño, Gabriel Nievas fue el primero en dar la voz de alarma sobre un posible maltrato. Declaró que el niño ingresó con paro cardiorespiratorio y que los estudios que se le hicieron inmediatamente revelaron que tenía una “hemorragia subaracnoidea e higromas y hemorragia pretiniana bilateral”, lo que abonó la idea de malos tratos por movimientos inducidos (sacudida brusca). El bebé falleció inmediatamente.
El padre acusado dice que aquella siesta, estaba con el niño y su hijita, de dos años, cuando advirtió que el pequeño no estaba bien: tenía los labios morados y los ojos semi cerrados. Sostiene que de inmediato lo llevó al hospital y niega rotundamente haberlo zamarreado.
Denuncia que su anterior abogado (ex fiscal general de la Provincia) y el fiscal Daniel Miralles lo instaron a desvincularse de la abogada Rosa Sabena (madre de un joven desaparecido) y aceptar su culpa en un juicio abreviado para tener una pena menor.
Proclama su inocencia e interpreta que lo trataron de extorsionar, situación que se investiga en una fiscalía de Río Tercero.
Por su parte, la mamá de Pedrito, Lucrecia Piñero, que en principio había disparado sus sospechas contra la niñera, ahora sospecha de su ex pareja y prefiere no hacer declaraciones a la prensa. Sólo reclama “Justicia terrenal por Pedrito Gambero, para que su alma pueda descansar en paz”.
Juicio en Río Cuarto: confrontación y defensa
El tribunal que juzga a Gambero está integrado por jurados populares y los jueces Natacha García, Nicolás Rins y Victoria Cavagnaro.
Los momentos de mayor tensión se vivieron en las primeras audiencias cuando declararon los peritos sobre el shaken baby syndrome. Hubo un fuerte cruce de preguntas de la defensora Rosa Sabena, y el fiscal de Cámara Julio Rivero para esclarecer cuánto tiempo pudo haber pasado entre la sacudida y el fatal descenlace.
Según la querella (inicialmente a cargo de Jorge Valverde, ahora por razones de salud reemplazado por su hijo, Benjamín Valverde), siete peritos consideran que los síntomas de magnitud aparecieron “minutos antes al momento del trauma”. Además apuntan otros indicios contra el padre, incluso a raíz de una cámara Gessel realizada a la hija menor.
Sabena estudió abogacía para actuar en el caso de su hijo, Nicolás, desaparecido en septiembre del 2008. Se mostró indignada por las acusaciones contra su cliente, incluso por fuera de la causa; los supuestos intentos de Miralles y Vezzaro para sacarla del caso, y porque la Justicia haya impedido, todos estos años, que Gambero tenga contacto con su otra hija.
Para Sabena, en los peritos no pueden decir “con certeza” que la presunta sacudida fatal se haya producido cuando el padre estuvo solo con las dos criaturas. La defensa rescata que, según una pericia científica (por los procesos y daños en el cerebro) debieron haber pasado “al menos seis horas” entre la sacudida y la muerte del bebé. Es decir que el niño habría sido zamarreado antes de que llegara el padre.
Por su experiencia de madre que ha perdido un hijo (el cuerpo de Nicolás nunca apareció) Sabena se muestra muy comprometida con este caso. Enfatiza que está convencida de la inocencia de Gambero: ”Yo jamás defendería a un asesino y menos si fuera el asesino de un bebé”, subraya.
Para la audiencia del 23 de febrero está prevista la incorporación, por lectura, de una serie de declaraciones testimoniales. En tanto, el 26 se producirían los alegatos y, eventualmente, ese mismo día, puede haber sentencia.
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