El Cronista @cronistacom: Tensión con el nuevo emisario de Milei, pactos secretos y un ajuste que no se suspende

Tensión con el nuevo emisario de Milei, pactos secretos y un ajuste que no se suspende

No es lo mismo optar que elegir. Javier Milei tuvo que darse cuenta la última semana que en el punteo parlamentario vale la elección general que ganó Sergio Massa y en la que él quedó en segundo lugar. Ese domingo 22 de octubre lo eligió sólo un tercio de los argentinos y por eso se quedó con un bloque propio de 37 diputados nacionales. 

Por supuesto fue un crecimiento enorme para un bloque que arrancó en 2021 con sólo dos integrantes, él y Victoria Villarruel, la actual Vicepresidenta. Ciertamente puede contar un puñado más de leales casi sin necesidad de negociar, muchos del PRO. Pero no son suficientes para avanzar con su mega ley ómnibus y su superministro Luis Caputo tuvo que dar marcha atrás y reorientar el ajuste para llegar al déficit 0 que no se suspende. 

«Fue un baño de realidad» repetían los más experimentados en La Libertad Avanza que asumen como un «error» haber creído que el Ejecutivo podía imponerse sobre el Congreso. Pesa todavía la imagen de Milei de espaldas al Palacio Legislativo el 10 de diciembre.

Miguel Ángel Pichetto, Emilio Monzó y Nicolás Massot negociaron cambios a la ley ómnibus

El retiro de todo el paquete fiscal y previsional del debate parlamentario contrarrestó con la celebración de la madrugada del 24 cuando los funcionarios y diputados de Milei festejaron las 55 firmas obtenidas con fórceps. Incluso hubieran querido sesionar apurados el jueves. En ese momento daban por hecho la aprobación de la ley.

¿Qué pasó entre esa madrugada y el viernes? ¿Por qué Karina Milei tuvo que ir de Casa Rosada al Congreso y almorzar con Martín Menem en el coqueto y subsidiado restaurante del Senado de la Nación del que es habitué esa ‘casta’ a la que desprecian?

Ley ómnibus: ¿cuáles son los desafíos que tendrá Martín Menem en una sesión atípica? – El Cronista

Ocurrió que el dictamen se escribió en un departamento de la Recoleta. Algunos alertaron sobre el ‘punteo’ a puertas cerradas mientras otros le aclararon a El Cronista que no fue un encuentro ni secreto ni oscuro y que sólo se quiso «pasar en limpio» el acuerdo de la madrugada donde entre las 55 firmas hubo 34 disidencias y no todas calcadas. Insistieron en que mudaron las conversaciones para evitar la movilización que se estaba dando alrededor del Congreso.

Los cordobeses sin embargo sintieron que lo que se punteaba era una marcha atrás con las concesiones a los gobernadores. Miguel Ángel Pichetto, jefe del bloque de Hacemos Coalición Federal -bancada que inclina la balanza- se indignó con el cambio de interlocutor que de pronto pasó a ser Federico Sturzenegger

Muchos se incomodaron con el juego de roles y del departamento del secretario parlamentario de la Cámara, Tomás Figueroa, se cruzaron a discutir al café La Biela. Otros se fueron imprevistamente como Agustín Agost Carreño, que responde al gobernador Martín Llaryora.

La desprolijidad terminó despertando todo tipo de suspicacias al punto que Pichetto levantó el teléfono para desmentir su presencia en ese departamento. Además recordó que el dictamen se puede modificar en el recinto y le aconsejó al Presidente armar una coalición que le garantice gobernabilidad. 

Fue uno de los primeros que recibió el viernes la comunicación del presidente de la Cámara, el joven Menem, que le notificó  la intención de sesionar el martes. Pichetto respondió que este lunes conversarán con los gobernadores y los diputados que los representan. Ya se juntaron los de Juntos por el Cambio y volverán a hacerlo el lunes mientras Llaryora avisó que ahora que no se debaten retenciones viajará a Buenos Aires y trabajará para contribuir a la media sanción. 

El vínculo político es frágil. «No podemos estar a una firma de un dictamen todo el tiempo ni a tiro del enojo que pueda generar un tuit», alertó ante este diario un avezado dirigente del equipo libertario que siguió de cerca los avatares de las comisiones. También alertó que aún hay dudas respecto al apoyo a la liquidación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) y respecto al rol que el Congreso tendrá en el proceso de privatización de empresas del Estado, descontando YPF y una parte del Banco Nación.

La CGT convocó a un paro y movilización el miércoles pasado contra el DNU de Milei y la ley Bases

Cuánto pesó el paro de la CGT sobre algunos legisladores o el enojo de los gobernadores es difícil de cuantificar en este contexto. Probablemente fue el combo completo lo que obligó al cambio de estrategia aunque a la luz de la conferencia del ministro Caputo y los mensajes que surgen de las entrañas de Casa Rosada son los gobernadores los que irritan al Presidente. El paro, el sindicalismo y el peronismo le sirven de excusa para defenderse.

En las mismas cruciales 48 hs el ministro Guillermo Ferraro fue echado supuestamente por haber dejado trascender una frase de la intimidad del gabinete. De todos modos ya no es tan relevante si Javier Milei dijo que a los gobernadores que no acompañen «los voy a dejar sin un peso, los voy a fundir» o si dijo «los voy a dejar sin caja». Finalmente intentará aprobar un paquete mutilado a cambio de mantener las facultades delegadas por un año más un segundo año atado a una segunda aprobación del Congreso.  El ajuste permanece.

Campaña contra las facultades delegadas

Aunque una parte de la oposición lo resiste y desde Unión por la Patria y diputados que se distancian de sus bloques dialoguistas arrancó la campaña #noalasfacultadesdelegadas denunciando el riesgo que implica para la institucionalidad y la democracia, la conferencia de Caputo alivió a mandatarios flexibles y a los diputados no tan opositores.

El oficialismo apuesta a lograr la media sanción con el voto del PRO más una parte de la UCR y el bloque que lidera Pichetto en el que confluyen perfiles tan diversos como Emilio Monzó, Nicolás Massot, el cordobesismo, el socialismo y hasta Margarita Stolbizer entre otros.

Sacan capítulo fiscal de la ley ómnibus. DERROTA del gobierno y triunfo de los que hicimos oposición frontal. TRAMPA. Milei sólo quiere superpoderes (facultades delegadas). Es el corazón de la ley. MÁS AJUSTE, especialmente sobre provincias. A Milei se le notan los hilos.

— GERMAN MARTINEZ (@gerpmartinez) January 26, 2024

En paralelo están los provinciales que primero firmaron el dictamen -Neuquén, Río Negro, Salta y Misiones- y luego chillaron. Desde Viedma agitó la nueva rebeldía patagónica con amenaza de cortar provisión de energía el vicegobernador que reemplaza a un convaleciente Alberto Weretilneck. El gobernador ganó su elección aliado a La Cámpora mientras su vice Pedro Pesatti tiene buen vínculo con el gobierno de Axel Kicillof. Sin embargo, un diputado de Juntos Somos Río Negro acompañó el dictamen de la discordia.

El que pagó más alto costo fue el tucumano Osvaldo Jaldo. Tras una contundente adhesión al paro y movilización en su provincia tuvo que dar una conferencia de prensa junto a los tres diputados que abandonaron el bloque de Unión por la Patria. Mientras se exculpaba, los cordobeses y los santafesinos retiraban su apoyo al gobierno y obligaban a una momentánea abdicación.

El baño de realidad hizo decir a más de uno en LLA que la campaña ya terminó. Jaldo está en la suya mientras se disputan la puja en su contra Ricardo Bussi que le dio la bienvenida al gobierno libertario y los seguidos de Juan Manzur que elaboraron un minucioso documento para explicar que la vuelta a 0% en las retenciones al aceite de limón -como ya había dispuesto Massa- fue obra del lobby empresario y no del lobby jaldista. Es una de las tantas disputas internas que el mileismo alimentó puertas adentro del PJ.

Hace dos semanas Carlos Bianco, ministro de gobierno de Axel Kicillof, visitó a Pedro Pesatti en Río Negro

Diálogo, escucha y látigo

Tras asumir que se caían los votos un hábil Caputo anticipó que «evaluaremos nuevas medidas y trataremos de consensuarlas con los gobernados y legisladores en el futuro. Este es un gobierno que escucha». Y agregó: «¿Cómo no voy a entender a un gobernador que quiere defender los intereses de su provincia?».

Ante la consulta de un periodista mostró la sombra del látigo y avisó que sin el paquete fiscal habrá menos recaudación y que entonces sí o sí el ajuste lo tendrán que hacer las provincias. ¿Por eso tampoco se tratará la vuelta del impuesto a las Ganancias que generaba malestar entre los peronistas pero se esperaba con expectativa en gran parte de las provincias? Ganancias es coparticipable. Ergo, en palabras del Congreso sin votos no hay ley. Y en palabras de Milei, sin ley, no hay plata.

Este sábado lo blanqueó en X Javier Lanari, el susbsecretario de Manuel Adorni: «Varios gobernadores van a tener que generar recursos propios. Tendrán que desarrollar industrias competitivas y fomentar el sector privado. Se acabó el facilismo de financiarse con la del otro. No hay mal que por bien no venga».

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