Tarea para Caputo: conseguir un plan B para la suba de las retenciones
Los funcionarios de la Secretaría de Hacienda no dejan de hacer números con proyecciones fiscales para el 2024. Tienen la delicada misión de alimentar el principal tablero de control con el que el ministro Luis Caputo supervisa la marcha cotidiana del plan comprometido al FMI, que debe generar un superávit primario de 2% del PBI. Pero para cumplir esa tarea es necesario que el Congreso valide algunas herramientas, como la reversión de los cambios en el Impuesto a las Ganancias, Bienes Personales, el blanqueo y sobre todo, el incremento de las retenciones.
La parte compleja es que algunas de estas propuestas pueden sufrir cambios, y los técnicos tienen que tener a manos opciones que permitan orientar la negociación.
La medida que genera más resistencia política es el incremento de los derechos de exportación, porque en este caso se dispuso que el incremento sea para todas los bienes exportables, muchos de los cuales estaban en cero.
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La mesa de gobernadores del PRO y la UCR, así como los representantes del peronismo no kirchnerista, han condicionado su respaldo a la ley ómnibus al futuro de las retenciones. Pero para que el oficialismo acepte dar ese paso necesita tener una medida equivalente. La Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) estimó que el incremento que busca el Ejecutivo aportará 0,4% del PBI. Caputo esperaba un punto más.
Si no es el agro y la industria exportadora la que hace su aporte, la posibilidad más directa que ofrecen entidades como Ciara (que agrupa a las grandes vendedoras de soja y sus subproductos) es elevar algo más de un un punto porcentual la alícuota del Impuesto PAIS a las importaciones. En el paquete inicial el Gobierno dispuso llevarlas de 7,5% a 17,5%. Jorge Ingaramo, consultor agropecuario y exsecretario de Agricultura de Domingo Cavallo, asegura que con ese paso se podría obtener una masa de ingresos similar a la que aportan las retenciones.
Es cierto que aumentar los derechos de exportación tiene impacto en los precios, un dato que el Palacio de Hacienda mira con extrema atención. Pero gravar más las importaciones podría no ser tan efectivo si el menor consumo interno hace caer las compras de bienes.
Es una opción. Pero lo real es que el Gobierno necesita contar cuanto antes con fórmulas que ayuden a sumar ingresos y votos. Conseguir los votos en el Congreso para un plan de ajuste no tiene mucho más misterio.
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