Las críticas que calla la industria y la obsesión por la deuda comercial y las importaciones
Las industrias atraviesan el paquete de medidas del gobierno de Javier Milei focalizadas en lo urgente (la deuda y el flujo para pagar importaciones) y con silenzio stampa sobre las subas de impuestos y los regímenes que se derogan, que afectarán su competitividad y, en algunos casos, su supervivencia.
La Unión Industrial Argentina (UIA) focalizó su comunicación en el apoyo a la reforma laboral por decreto y en las conversaciones para destrabar pagos al exterior, pero no se pronunció sobre los puntos que, empiezan a machacar algunas voces por afuera de la conducción de Daniel Funes de Rioja, afectarán a la producción local y a las exportaciones.
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El viernes, luego de una reunión con funcionarios del Banco Central y de Industria en la que se habló sobre el stock de deuda y el flujo para pagar embarques futuros, la UIA comunicó que el trabajo con los funcionarios se focalizará en «monitorear las sugerencias de la UIA para no perder el crédito con los proveedores y lograr que se normalicen los embarques de insumos». Previo a eso, un día después de la publicación del DNU, Funes de Rioja recibió al secretario de Trabajo, Omar Yasin, y respaldó la reforma laboral.
Daniel Funes de Rioja con Omar Yasin, secretario de Trabajo, ni bien se publicó la reforma laboral por DNU.
El Cronista consultó al presidente de la entidad y a sus voceros sobre el análisis de medidas como la suba de retenciones a 15% a las exportaciones industriales (que se envió como parte del proyecto de ley ómnibus), la suba del impuesto país a 17,5% a la importación de insumos, la derogación de los regímenes de compre nacional y de desarrollo de proveedores (incluidos en el DNU) y la suba esperada en el costo de la energía, pero no obtuvo respuesta. «Lo más problemático es la suba de retenciones, porque mata a las exportaciones industriales», dijo un integrante de la mesa chica.
Lo urgente
«La prioridad número 1 es la deuda. Sin eso, no se podrá empezar a producir luego de las vacaciones», dijo una fuente del sector autopartista. En otro sector productivo coincidieron: «Los proveedores chinos ya pisan containers hasta que haya pagos. Muchos pagaron con dólares salidos de cualquier lado para destrabar un embarque como sea», indicaron.
Carlos Garrera, presidente de la santafesina Agroindustrial y directivo de Adimra, afirmó que «hace ya varios meses que no se resuelve el pago de las importaciones y este último mes fue el peor de todos, con un cierre completo de pagos que impacta negativamente en las pymes». A eso se suma, afirmó, el efecto de la devaluación, la caída del salario real y «los aumentos de impuestos nacionales, provinciales y municipales».
Impuesto PAIS y retenciones
Con esa urgencia tan acuciante, el resto de los temas quedan solapados. Pero algunos, no tanto. «La prioridad 2 es el impacto en la competitividad y la viabilidad de las exportaciones por el impuesto PAIS y la amenaza de llevar retenciones al 15%; eso dejaría a muchos exportadores fuera de juego», agregó la fuente autopartista.
En esa línea, los empresarios buscan nuevas modificaciones en el impuesto PAIS, luego de que, el viernes, un decreto eximiera del tributo a las importaciones temporales: insumos destinados a producir bienes exportables.
Las exportaciones automotrices tendrán más presión fiscal que las de la minería y el petróleo.
La norma trajo algo de alivio, dijeron en un sector, pero no incluye a toda la cadena. Es decir: un empresario pyme que importa para producir un componente que una empresa más grande luego agrega a su producto terminado que vende al exterior pagará PAIS y agregará costos. Si la empresa grande decide importar ese componente en vez de comprarlo nacional, quedará exceptuada.
«Cuando se apruebe el DNU y la ley ómnibus, entrarán en vigencia otras medidas que impactarán negativamente en el entramado pyme, pero que todavía no lo hacen», dijo Garrera.
Compre Nacional y desarrollo de proveedores
Ni la UIA ni la Cámara de Construcción se manifestaron abiertamente sobre la derogación de la ley de Compre Nacional, que afectará a las empresas proveedoras del Estado y que tenían un margen de preferencia que rondaba el 5% en las licitaciones públicas (dinero que la administración pública recuperaba vía mayor recaudación por la actividad interna).
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Tampoco hubo definiciones sobre el impacto negativo de la derogación del régimen de desarrollo de proveedores en cadenas estratégicas, como la petrolera y la minera, fuertemente apuntaladas por la normativa de La Libertad Avanza. Empresarios consultados consideran que, a mediano plazo, hay cambios sistémicos que reducirán costos «hormiga» por la desburocratización.
La Asociación Empresaria Argentina (AEA) y el CEO de Techint, Paolo Rocca, hicieron un explícito respaldo a la política de achique del Estado. Rocca -uno de los principales beneficiados por la política hidrocarburífera- advirtió a sus proveedores pymes que habrá que atravesar meses duros, focalizados en la exportación y en la contención de las comunidades.
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