Objetivos del viaje, un mensaje oculto y diálogos por la energía nuclear
El Presidente Javier Milei llegará hoy a la Antártida en una visita histórica que trasciende las fronteras y apunta a varios objetivos: el viaje tendrá un alto contenido de la nueva política exterior de Argentina, será un mensaje a las Fuerzas Armadas y también encierra un plan para la estrategia de proyectos nucleares a futuro en el país.
Milei arribará a la base Marambio para dar inicio a un programa para el control de la contaminación impulsado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que conduce el diplomático argentino Rafael Grossi. En la comitiva oficial viajará también la canciller Diana Mondino; el ministro de Defensa, Luis Petri, y la hermana del Presidente, Karina.
En las Fuerzas Armadas destacan el viaje de Milei porque pone en valor el apoyo logístico y la cobertura plena que hay de los militares para el desarrollo de proyectos de investigación científico.
El Presidente se reunió la semana pasada con Grossi para conocer de primera mano los alcances del programa de la OIEA en la Antártida, hablaron de los proyectos de energía nuclear en Argentina y de la importancia del cuidado del medioambiente en el Atlántico Sur bajo una mirada comercial. De allí surgió la idea de sumar al Presidente al viaje que ya estaba pautado por la OIEA.
Gesto político al mundo
«El viaje del Presidente a la Antártida con esta misión de la OIEA es un gesto en lo político muy fuerte hacia el mundo porque expondrá a la comunidad internacional la importancia del cuidado del medio ambiente y hará visible una problemática como es la contaminación de los plásticos en el mar que tiene un impacto en el comercio y las economías», dijo a El Cronista Grossi.
Este es el mensaje oculto que busca llevar Milei a la Antártida de la mano del titular de la OIEA que es muy respetado en todos los países por su trayectoria y trabajo incansable por el uso pacífico de la energía nuclear.
Además, el titular de la OIEA explicó que el objetivo del programa que se desarrollará en la Antártida es «la identificación de la cantidad de microplásticos o nanoplásticos que hay en el agua» del lugar.
Uno de los grandes problemas ambientales que hay en el mundo es la contaminación por plástico y nunca se hizo la investigación en la Antártida. Tuve la iniciativa hace algunos años de proponerle a la Argentina de unir esfuerzos para hacer una misión científica», dijo Grossi.
Desde la OIEA que depende la Naciones Unidas Grossi admitió que el viaje a la Antártida implicará también para la Argentina «un gesto de sensibilidad y preocupación ante los efectos del cambio climático». El tema no parece menor si se tiene en cuenta que antes de llegar a la Casa Rosada a Milei se lo cuestionaba por minimizar los acuerdos internacionales de Cambio Climático de París.
Uso pacífico de energía nuclear
El otro dato significativo del encuentro de Milei con Grossi es que la Argentina mostrará un alineamiento a los programas de protección del uso pacífico de la energía nuclear que promueve la OIEA y los proyectos atómicos que se prevén para el país.
En este sentido, Grossi añadió a El Cronista que durante la reunión con Milei dialogaron sobre «el rol de activo energético que tiene la Argentina desde el punto de vista del desarrollo nuclear». En esa charla con el Presidente y Grossi también participó el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo y la canciller Mondino.
El propio Chirillo dijo después de ese encuentro que «mantuvimos una productiva reunión con Grossi sobre las expectativas del plan nuclear argentino».
El presidente de la OIEA le remarcó a Milei que la Argentina cuenta con el proyecto del reactor nuclear CAREM que representa «un potencial muy relevante en el mercado mundial de reactores modulares». En la actualidad la Argentina tiene desarrollado sólo el 75% del potencial de este reactor y Grossi le expuso al Presidente la importancia en términos económicos, comerciales y científicos de darle un despliegue pleno.
A la vez, Grossi y Milei hablaron de los proyectos de energía nuclear en la Argentina y en particular de la propuesta de China para desarrollar la central nuclear en Atucha con componente totalmente ajeno a la tradicional tecnología CANDU y con equipamiento totalmente chino. Este es un proyecto que inició Cristina Kirchner en su momento y los expresidentes Mauricio Macri y Alberto Fernández nunca lograron desplegar por falta de presupuesto.
El gobierno de Milei tiene ciertos reparos ante esta iniciativa de China en un sector tan sensible como la energía nuclear. Grossi manifestó que «la tecnología de China es buena y segura pero los aspectos presupuestarios y comerciales son decisiones propias del Presidente que deberá tomar en cuenta».
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