El Milei ideológico ya mostró su juego: ahora falta conocer al negociador
No hay duda de que la dirección hacia la que quiere ir Javier Milei en materia económica está más que clara. El DNU con el que activó una modificación de más de 300 leyes y decretos traduce el deseo explícito de reducir el Estado a su mínima expresión. Pero ese camino, que responde sobre todo a motivaciones ideológicas, es paralelo al sendero de ajuste trazado por Luis Caputo pocos días después de asumir. El liberalismo al que aspira el Presidente solo será posible si su ministro de Economía consigue un ancla fiscal que le otorgue credibilidad a todo el programa. El compromiso de llegar a déficit cero este mismo año es la base del plan de estabilización y, por lo tanto, el cimiento de toda la arquitectura libertaria.
Este primer acto del Gobierno es sin duda el más ambicioso, y es por una razón particular: Milei tiene que aprovechar cuanto antes el impulso inicial que le dio el 55% obtenido en el balotaje. Ese resultado generó una confianza que no está depositada ni en sus ministros ni en el Congreso. El firmante del contrato electoral es solo el jefe de Estado, el hombre que animó a una porción mayoritaria de la sociedad a dar un salto al vacío, a perseguir un cambio inédito.
El DNU del presidente Milei y la República de los Clubes
Las protestas al gobierno de Javier Milei
La política ya comprobó la capacidad de persuasión de Milei. Aunque muchos sigan sin saber qué es ser un liberal libertario, el economista capturó los votos necesarios para activar su sueño. Por eso se lanzó a la pileta con un mega DNU, una herramienta que asimila una forma de proceder (rige de inmediato y no se puede discutir por partes). La reacción no fue una sorpresa: el Gobierno ya enfrenta una avalancha de amparos judiciales y variadas resistencias en el Congreso, el ámbito que debe refrendar o rechazar la norma.
El problema es que el Parlamento, convocado a sesiones extraordinarias, debe sancionar también los cambios fiscales y normativos con los que el Gobierno espera conseguir ese 5% de recursos que lo depositen en el déficit cero. En ese paquete están la suba de las retenciones, la reversión del impuesto a las Ganancias, el blanqueo de capitales y la reforma de Bienes Personales, y otros tantos cambios que se vuelven esenciales para nivelar la balanza de gastos y recursos.
El Milei que tendremos que conocer ahora es el Milei negociador. Como señalamos en el inicio, el ajuste fiscal es el cimiento de su programa. Y si el equipo libertario tiene los objetivos claros, la prioridad a corto plazo será avanzar con las leyes que afilan la tijera. Aunque no sea lo que más le gusta, veremos que acepta sacrificar para conseguir lo que busca.
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