El mercado inmobiliario rural en Córdoba: tras un año con vaivenes, crecen las expectativas para 2024
Al igual que lo sucedido a nivel nacional, en 2023 Córdoba tuvo un comportamiento dispar en cuanto al mercado inmobiliario rural.
La actividad fue dinámica. Comenzó muy reducida y luego fue creciendo durante los meses de mayo a septiembre, cuando el índice de actividad del mercado inmobiliario rural, publicado mensualmente por la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (InCair), llegó hasta los 40 puntos. Luego, a partir de octubre cayó a sólo 23 puntos, debido a las elecciones presidenciales y a la expectativa puesta en la evolución de la economía.
“Al igual que en años anteriores, la demanda por compra de tierra fue claramente orientada hacia campos agrícolas y de buena calidad. La oferta de este tipo de campos fue baja, y eso llevó a que los precios de los campos agrícolas buenos se mantuvieran y en algunos casos subieran de valor”, sostuvo Alejandro García Astrada, operador inmobiliario e integrante de la comisión directiva de Cair.
“Si bien la compraventa de campos fue mucho menor que las que se registraron en otras épocas, como la ocurrida en la primera década este siglo, se lograron cerrar varias operaciones de campos chicos, medianos y también grandes. Por otro lado, la demanda de campos ganaderos, al igual que en años anteriores, fue escasa y con precios estables o ligeramente hacia la baja”, agregó el titular de García Astrada Inmobiliaria Rural.
Cada seis meses, la inmobiliaria cordobesa actualiza los valores de la tierra de la provincia agrupados en seis regiones y 26 zonas productivas.
El interés por los arrendamientos
Contrario a lo que se esperaba, en 2023 hubo una importante demanda de arrendamientos de campos agrícolas. Pese a los tres años consecutivos caracterizados por la sequía producto de El Niño, y a la fuerte reducción de la producción agrícola provincial durante la campaña 2022/2023, la demanda para alquilar fue muy grande, coinciden los expertos.
“Pese a que se suponía que iba a haber contratistas que tendrían que salir del sistema y por ende ceder la demanda, nada de eso ocurrió”, indicó García Astrada.
Las mejores perspectivas climáticas para la nueva campaña, el excedente de pesos y las perspectivas de un cambio de gobierno hicieron que hubiera un gran interés por alquilar campos.
La segunda estimación de arrendamiento para la campaña 2023/2024 que hizo la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA) arrojó un promedio provincial de 11,5 quintales de soja por hectárea.
Si bien el alquiler disminuyó medio quintal por hectárea en comparación con la campaña anterior, es el segundo valor más alto de los últimos 12 años.
“A pesar de que se había pronosticado la llegada de El Niño, las lluvias se están haciendo esperar más de la cuenta, sobre todo en el centro y el norte de nuestra provincia, lo que está afectando el rendimiento del trigo y generando mucho interrogante en cuanto a qué va a pasar con los cultivos de maíz y de soja, y también con la ganadería y la lechería”, señaló García Astrada.
Por último, el operador inmobiliario estimó que “si bien pareciera que luego de los resultados de las elecciones el mercado está teniendo una cierta reactivación, la incertidumbre por las condiciones climáticas, las medidas económicas que tomará el nuevo gobierno, la proximidad del fin de año y la baja estacional que naturalmente se produce en el mercado inmobiliario rural los primeros meses del año, llevan a que probablemente la actividad retome su curso habitual luego del período estival”.
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