Escenario político: intendentes peronistas, en alerta por la motosierra
la ciudad.
La economía, que es la ciencia social por excelencia, sostiene como premisa fundamental que «las necesidades son infinitas pero los recursos son escasos». Es decir, nunca se puede satisfacer a todo el mundo. Si se coteja esta idea con otra muy difundida en la Argentina, «donde hay una necesidad nace un derecho», sugiriendo que es obligación del Estado satisfacerlo, se verá que entran en contradicción.
Hoy ese choque queda de manifiesto en la concepción política de dos grandes polos en nuestro país. El presidente electo Javier Milei, cuyo eje discursivo es «no hay plata y no se puede gastar de más», deberá enfrentar la oposición de un peronismo históricamente expansivo, que probablemente tenga que adecuarse a presupuestos más austeros en los tiempos por venir.
El lunes hubo una reunión del gobernador reelecto Axel Kicillof con los intendentes de Unión por la Patria. Una curiosidad: pese a la dura derrota nacional, a partir de diciembre habrá más jefes comunales de ese espacio que en el período previo, ya que la división en dos de las propuestas no-peronistas contribuyó al triunfo del PJ en numerosos distritos que le venían siendo esquivos. Por citar algunos de nuestra región, Bahía Blanca, Coronel Rosales, Tres Arroyos o Patagones.
Kicillof fue el principal orador de las cuatro horas que duró el encuentro, donde quedó en claro que habrá restricciones de caja, aunque todavía no se sabe la dimensión. El mandatario transmitió que si la coparticipación se mantiene en los niveles de los últimos tiempos, habrá fondos para cubrir los servicios primarios y salarios generales, aunque sin aportes agregados del Tesoro nacional no quedará resto para obras de desarrollo.
De todos modos, según explicó esa mañana, antes mantuvo una reunión con el futuro ministro del Interior, Guillermo Francos, y el funcionario mileísta no le definió si el flujo de fondos será ese o habrá recortes más severos. En este último caso, será inevitable un alto grado de conflictividad.
Varios intendentes, en especial del Conurbano, propusieron hacer sentir rápidamente la oposición a Milei en las calles. Es una postura que no generó mayores consensos. Primero, porque podría ser contraproducente: un alto porcentaje de los adherentes de Milei votó contra corporaciones como los gremios o los grupos de protesta de izquierda y centroizquierda, por lo tanto la imagen de desorden callejero serviría para reforzar el respaldo al nuevo mandatario. Segundo, porque todavía no es tan seguro que la motosierra sea mil por ciento rigurosa en los primeros meses y quizás se aflojen algunos recursos para terminar obra pública ya iniciada, bajo la noción de que «los contratos vigentes se respetan». O sea, todavía hay que ver si cada vez que el León ruge, también muerde.
Mucho más dura que Kicillof estuvo su vice, la matancera Verónica Magario, quien presionó a los jefes territoriales para que sus diputados y senadores lleven de inmediato a la Legislatura y aprueben una toma de deuda por 150 millones de dólares que servirá para pagar aguinaldos tanto en la administración bonaerense como en algunos de los municipios económicamente menos autónomos. Cumplir con los aguinaldos es clave: si no hay plata antes del 10 de diciembre, no se le podrá echar la culpa a Milei.
La Legislatura bonaerense, que este año tuvo más protagonismo por «Chocolate» Rigau que por su labor parlamentaria, en el período 2023 realizó una sola sesión en Diputados y apenas dos en el Senado. El oficialismo intentará que la Cámara Alta sesione hoy mismo, para no arriesgarse a que el tema permanezca irresuelto antes de que cambie la composición del cuerpo y sea más complejo generar acuerdos debido al ingreso de la tropa libertaria.
Todavía la jugada está en duda, porque los intendentes de Juntos por el Cambio quieren que primero se cancelen las deudas que mantiene con ellos la Provincia. Serían unos 16 mil millones de pesos. La cuenta regresiva para el gobernador corre a toda velocidad.
El mensaje de Magario tuvo destinatarios. Por ejemplo, los miembros de la liga de intendentes del AMBA que respondían al malogrado Martín Insaurralde, que como jefe de Gabinete había armado una suerte de administración provincial paralela, la cual muchas veces tomaba decisiones sin consultar al gobernador.
Bueno, ahora Kicillof está en pie y el insaurraldismo en reconfiguración, con lo cual es esperable que haya pases de factura.
En resumen, lo que quedó de la reunión es que ante el inminente inicio de la era Milei existe una «preocupación total» en el peronismo, tal como declaró ayer en LU2 el intendente electo de Monte Hermoso, Hernán Arranz. En esa localidad, por ejemplo, cortar la obra pública nacional desde el día 1 implicaría dejar inconcluso un plan de casi 300 viviendas sociales en el barrio Parque Dufaur, con el peligro adicional de que las estructuras sean tomadas por ocupas.
Claro que no es la única preocupación de Arranz ni de los municipios turísticos. La temporada pronta a iniciarse también pinta difícil y los operadores inmobiliarios montehermoseños confiesan que el nivel de consultas es el más bajo de los últimos años. Es probable que a esta altura de noviembre todavía haya mucho de especulación, tanto de propietarios como de potenciales turistas. Los valores de los alquileres en la ciudad balnearia están expresados en dólares y nadie sabe cuál va a ser el tipo de cambio en diciembre, enero o febrero. No cualquiera está en capacidad de soltar billetes verdes, hoy, sin que se le piante un lagrimón.
Mientras tanto, en Bahía Blanca aún no hay fecha definida para la presentación del presupuesto 2024. Si fuera por proyección inflacionaria, nuestro distrito debería estimar ingresos por unos 100 mil millones de pesos (para 2023 se habían calculado 40 mil millones, a los cuales ahora se les podría adicionar al menos un 150% debido a la inflación de este año).
Claro que para eso uno de los primeros grandes dilemas de la administración de Federico Susbielles será determinar el aumento impositivo, básicamente de las dos tasas principales mediante las cuales recauda la comuna, que son Alumbrado, Limpieza y Conservación de la Vía Pública (ALC) y la de Seguridad e Higiene.
Muchos municipios ajustan por inflación pasada, es decir, en diciembre aumentan para el año siguiente en función de cómo se movieron los precios en el año que se va. La gestión de Héctor Gay solía usar esta fórmula o incluso establecía subas por debajo del IPC. Para 2023, por ejemplo, se dispuso un alza del 66%, pese a que se sabía que la inflación podía tocar las tres cifras. De hecho, la medición local del CREEBBA hasta octubre ya lleva un alza del 111,5%. Pero, a diferencia de otros municipios, aquí nunca se aplicaron cláusulas de actualización a mitad de año.
Bahía, también a diferencia de otras ciudades, suele tener un buen caudal de recursos propios gracias al aporte del complejo portuario-industrial, lo que le da mayores chances de capear ciertos temporales. Aunque tampoco es una isla europea en un océano latinoamericano. Los cimbronazos de las crisis nacionales se sienten con fuerza.
El presupuesto y la ordenanza fiscal e impositiva serán una prueba importante para Susbielles, que deberá decidir si propone un incremento de tres cifras sumamente antipático o le encuentra otra vuelta, a riesgo de lesionar el financiamiento de las cuentas municipales en una época de contracción general.
El contexto político, económico y social dista de ser ideal. De todos modos, como remarca en los pasillos un par suyo que también asistió a la reunión con Kicillof, «no son malos tiempos, son tiempos para gente con huevos».
Y, agregan los más experimentados, con ingenio para administrar la escasez de recursos en medio de infinitas demandas.
Bonus track: una posible diputada bahiense en standy by
El nombramiento de Carolina Píparo al frente de Anses, que luego Milei echó para atrás, había dejado la puerta abierta para la asunción de la bahiense Karina García como diputada de la Nación por ser la primera suplente de Píparo en la lista que lideró José Luis Espert en 2021.
Sin embargo, a la excandidata a gobernadora la pusieron en el freezer y ahora no se sabe si renunciará a la Cámara o permanecerá en su banca, masticando bronca.
A esta hora no hay definición sobre el futuro de Píparo y, por ende, tampoco de García, quien nunca se apartó de Espert y este año encabezó la lista de precandidatos a senadores provinciales por la Sexta Sección dentro de Juntos por el Cambio, en la línea de Horacio Rodríguez Larreta, donde fue derrotada por el bullrichismo.
García en Diputados se alinearía con los proyectos del oficialismo nacional, en tanto lo haga su jefe político, otro referente destacado del liberalismo. Pero claro, primero debe esperar a que se resuelva la otra situación.
¿Rumores? Que para compensarla a Píparo por la no asunción en Anses le ofrecerían Aysa, la empresa de agua y cloacas que abastece al AMBA y que hoy, si se quiere, tiene cierta carga simbólica porque en estos cuatro años su titular fue Malena Galmarini, una mujer de alto perfil y pareja nada menos que de Sergio Massa.
Es uno de los tantos casilleros que debe llenar el nuevo presidente electo. Ocupar los miles de espacios que deja libres la casta no es tarea sencilla.
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