Qué significa el acuerdo de rehenes entre Israel y Hamás
Tras 45 días de guerra devastadora, Israel y Hamás han llegado a un acuerdo sobre los rehenes y una pausa en las hostilidades, lo que supone el avance diplomático más significativo del conflicto.
El acuerdo se cerró a primera hora del miércoles, tras semanas de complejas negociaciones con la mediación de Qatar y la colaboración de Estados Unidos y Egipto. Se espera que entre en vigencia este jueves.
¿Qué se acordó?
El acuerdo implica la liberación de al menos 50 mujeres y niños rehenes en Gaza a cambio de un cese de las hostilidades de cuatro días; la liberación de 150 mujeres y niños palestinos encarcelados en Israel; y la entrega de importantes cantidades de ayuda humanitaria, incluido combustible, al territorio.
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Los rehenes israelíes serán liberados en tandas de 10 a 12 en días sucesivos. Un calendario similar llevará la liberación de los prisioneros palestinos una vez que los primeros israelíes regresen a casa.
Un alto funcionario de la administración estadounidense declaró que se esperaba la liberación de tres estadounidenses en la primera fase del acuerdo, entre ellos una niña de tres años.
Se ha discutido un plan para prolongar la pausa en los combates, con la condición de la liberación de otros 10 rehenes israelíes a cambio de cada día de no beligerancia.
Pero casi 200 ciudadanos israelíes y extranjeros seguirán cautivos en Gaza a pesar del acuerdo. Hamás liberó el mes pasado a cuatro mujeres -dos israelíes y dos ciudadanas estadounidenses- y rescató a un soldado israelí. El ejército israelí afirma que al menos dos israelíes han muerto en cautiverio.
¿Cómo afecta el acuerdo a la campaña militar de Israel?
Cuando lanzó su invasión terrestre de Gaza, Israel dejó claro que pretendía traer a los rehenes sanos y salvos a casa, además de destruir a Hamás como fuerza militar y de gobierno en el enclave.
La presión militar fue crucial para obligar a Hamás a negociar incluso un acuerdo parcial sobre los rehenes, dijeron los funcionarios.
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«La maniobra terrestre también crea mejores condiciones para traer de vuelta a los rehenes. Perjudica a Hamás, crea presión y seguiremos presionando», declaró el martes Herzi Halevi, jefe militar israelí, tras reunirse con las tropas en Gaza.
La pausa en los combates permitirá a Hamás reagruparse tras seis semanas de bombardeos aéreos y terrestres israelíes. Pero las autoridades israelíes han dicho que reanudarían su campaña una vez finalizada la tregua y se centrarían en el sur de Gaza, donde se sospecha que los dirigentes de Hamás se ocultan en túneles subterráneos. «No será posible un logro militar completo sin abordar el sur», declaró un funcionario israelí la semana pasada.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, se mostró inflexible el martes, al decirle a su gobierno antes de la votación final que autorizó el acuerdo sobre los rehenes: «Quiero dejarlo claro. Estamos en guerra. Y seguiremos en guerra».
¿Será suficiente la ayuda a Gaza?
Según los grupos de ayuda internacional, en Gaza se está produciendo una catástrofe humanitaria, ya que Israel ha sitiado la franja de 2,3 millones de habitantes y ha montado un feroz bombardeo. Gran parte del territorio ha quedado reducido a escombros, mientras que el suministro de alimentos, agua, medicamentos y combustible se ha visto gravemente restringido. Bajo la presión de EE.UU., Israel ha permitido en las últimas semanas un aumento de los convoys humanitarios, incluido el de combustible, para entrar en Gaza, pero siguen estando muy por debajo de los niveles de antes de la guerra.
La necesidad es urgente, con más de un millón de gazatíes desplazados del norte y concentrados en refugios, escuelas y tiendas de campaña en el sur del territorio, lo que duplica la población.
Según el acuerdo, Israel permitirá la entrada diaria en Gaza de cientos de camiones de ayuda con suministros humanitarios y médicos, así como combustible, según la declaración de Hamás.
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Pero los analistas han señalado que, aunque la comunidad internacional entregue ayuda suficiente, el mayor obstáculo sigue siendo su coordinación y distribución dentro de Gaza debido a la escasez de combustible.
¿Qué opinan los israelíes del acuerdo?
Según las encuestas, la opinión pública israelí apoya mayoritariamente un acuerdo para liberar a los rehenes. Las familias de los cautivos se han unido en las últimas semanas a marchas cada vez más multitudinarias en Tel Aviv y Jerusalén exigiendo al gobierno que «pague cualquier precio» por el retorno seguro de los cautivos. Carteles con los rostros de los rehenes salpican escaparates y carreteras de todo el país, con el lema: «Tráiganlos a casa».
Pero los ministros de extrema derecha de la coalición de Netanyahu votaron en contra del acuerdo a última hora de la noche del martes, afirmando que se trataba de un «mal» acuerdo que no garantizaba la devolución de todos los rehenes y disminuía las posibilidades de destruir a Hamás, según los medios de comunicación israelíes.
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¿Cómo presentará Hamás el acuerdo?
Hamás confirmó que unas 150 mujeres y niños palestinos serían liberados como parte del acuerdo, que se espera que la organización presente como un logro significativo.
Los servicios de inteligencia israelíes y occidentales creen que Yahya Sinwar, dirigente de Hamás en Gaza, se encarga de las negociaciones sobre los rehenes. El propio Sinwar fue liberado en un acuerdo de intercambio de prisioneros con Israel en 2011, y prometió a otros presos palestinos que conseguiría su liberación.
En sus únicos comentarios públicos desde que comenzó la guerra, Sinwar dijo el mes pasado que Hamás estaba «dispuesto a llevar a cabo un acuerdo inmediato de intercambio de prisioneros» con Israel, en virtud del cual todos los rehenes serían liberados a cambio de todos los prisioneros palestinos en cárceles israelíes, que se calcula que eran al menos 6000 personas antes del 7 de octubre.
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¿Cuáles fueron las partes más difíciles del acuerdo sobre los rehenes?
Las negociaciones fueron facilitadas por EE.UU. y Qatar, donde se encuentra la oficina política de Hamás y ha estado en contacto con el grupo islamista. Los desacuerdos entre Israel y Hamás sobre los detalles y la logística paralizaron el acuerdo durante semanas.
En un principio, Hamás pretendía una pausa de 10 días en los bombardeos israelíes, luego de cinco, antes de llegar a un acuerdo sobre una pausa de cuatro días con posibilidad de prórroga.
También hubo disputas sobre la secuencia, como si Israel podría utilizar drones para supervisar el intercambio de rehenes, el número de prisioneros palestinos que serían liberados y a dónde irían.
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La profunda falta de confianza entre ambas partes fue el mayor obstáculo, y aún podría socavar la aplicación del acuerdo, según los analistas.
Según funcionarios israelíes, Hamás violó un acuerdo de alto el fuego durante el conflicto de Gaza de 2014 y lo utilizó para capturar a un soldado israelí asesinado. Las conversaciones para su regreso y el de otro soldado asesinado siguen sin concluir.
¿Qué pasa con el resto de rehenes retenidos en Gaza?
La liberación de mujeres y niños por ambas partes es una vara más baja que un intercambio completo. La liberación de ciudadanos extranjeros, incluidos trabajadores nepaleses y tailandeses, puede ser posible en el futuro. Pero garantizar la libertad del resto de ciudadanos israelíes, incluidos los soldados activos, será enormemente complicado.
Los ministros israelíes de extrema derecha se resisten a liberar a todos los palestinos de las cárceles israelíes. Los analistas de seguridad afirman que si Hamás libera a todos sus rehenes, los militares israelíes también se mostrarán menos reacios a atacar el complejo de túneles subterráneos de la organización.
Los familiares de los rehenes reconocieron que el acuerdo era lo mejor posible, por ahora.
«Esto es lo mejor que se puede hacer ahora… es un primer paso», declaró el martes a la emisora israelí Kan Radio Udi Goren, cuyo primo Tal Haim fue secuestrado en el kibutz Nir Yitzhak.
«Por lo que tengo entendido, [una vez cerrado el acuerdo] Tal será adelantado en la cola para volver a casa. Y eso es todo. Esa es la situación».
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