Match Point argentino: la pelota de nuevo en el aire
El hombre que dijo «Prefiero tener suerte que ser bueno» vio profundamente la vida. La gente tiene miedo de afrontar que una gran parte de la vida depende de la suerte. Da miedo pensar que tantas cosas están fuera del control de uno. Hay momentos en un partido en los que la pelota golpea la parte superior de la red y, durante una fracción de segundo, puede avanzar o retroceder. Con un poco de suerte, avanza y ganás. O tal vez no es así y perdés.
Esas palabras son de Chris Wilton, el personaje de «Match Point», una película en la que abundan las infidelidades y en la que se resalta el rol del azar, en medio de la ambición y la falta de escrúpulos con tal de ascender en la escalera social. La política argentina parece recorrer el mismo sendero.
El kirchnerismo surgió merced a un golpe de azar, tras el «corralito», y la oferta de Eduardo Duhalde a Néstor Kirchner luego de que otros rechazaron el convite. Y la llegada del populismo al poder llegó de la mano de un contexto internacional inédito para la Argentina, con precio de la soja alto y tasas de interés bajas en EE.UU. Además, varias cajas para vacías, desde las AFJP hasta la infraestructura energética. Que la sociedad distinga las reales causas de la bonanza económica del 2003 al 2007 del populismo kirchnerista era imposible. Y le dio combustible para nuevas administraciones.
El cisma del PRO y la explosión de Juntos por el Cambio a la vera del balotaje
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La Argentina se enfrenta a una elección clave el 19 de noviembre, en la que estará en juego y por mucho tiempo, el futuro económico. El final está abierto. Ayer fue un día de blanqueos en Juntos por el Cambio de las infidelidades de sus integrantes. No había más amor. Los unía sólo Cristina Kirchner. Pero nunca estuvieron de acuerdo en el pensamiento económico la UCR, la Coalición Cívica y el PRO. Todo lo contrario. Javier Milei vino a ser un catalizador de esas diferencias. También Sergio Massa. Las elecciones del domingo dejaron al desnudo las infidelidades. El ala izquierda de JxC (la UCR y Horacio Rodríguez Larreta) estaba más cerca del candidato de Unión por la Patria y el ala derecha (el PRO línea fundadora, Patricia Bullrich y otros) más próximo a Milei.
A este matrimonio que se acaba de divorciar le sobraron años de casados. Llamó la atención, como sucede en algunas parejas, que la separación no haya ocurrido antes. Que hayan esperado a la aparición de terceros para firmar la separación de bienes. El problema es que los bienes a repartir no son de ninguno de los integrantes de Juntos por el Cambio: los votos son independientes, prestados. No son bienes propios que cada uno aportó al matrimonio.
¿Qué puede pasar de ahora en más? Sergio Massa seguirá con el devengamiento del «plan platita». La ANSES ya pagó a 2,5 millones de personas el refuerzo de ingresos por $47.000. Resta la segunda cuota por igual monto que se pagará el mes próximo, antes del balotaje. Pero la inscripción para recibir este auxilio financiero sigue abierta y quienes se inscriban hasta el 31 de octubre recibirán antes del balotaje 94.000 pesos. En paralelo, en noviembre ya los salarios beneficiados con la suba del mínimo en Ganancias vendrán sin esas deducciones. Aceite para lubricar el voto para Unión por la Patria.
En lo financiero, el mercado cambiario luce aliviado para el oficialismo. El «contado con liqui» se debería mover en la banda de 850 a 900 pesos alimentado por el nuevo tipo de cambio para los exportadores, de 70% al oficial y del 30% al CCL. Esto por ejemplo motivó una fuerte liquidación de divisas de las petroleras en la últimas 48 horas, cuando antes «compraban a cuatro manos». Respecto a los títulos de la deuda en dólares, se estabilizan aunque con ligera tendencia al alza para recuperar las ventas de pánico tras los comicios generales. Lo único cierto es que la inflación se mantendrá alta en los próximos meses y por ende, los bonos CER están siendo demandados. Como Sergio Massa difícilmente haga una devaluación en el corto plazo, los bonos dólar linked no tienen más atractivo.
El anuncio del nuevo tipo de cambio para exportadores si bien sirve para el gobierno para tranquilizar la plaza cambiaria de corto plazo, es inflacionario. El BCRA emite para comprar dólares a un promedio de 530 pesos para venderlos a $350. No tiene lógica para el balance de la entidad monetaria y significa más emisión de pesos. Pero todo es corto plazo en la Argentina para el gobierno. Importa más ganar el 19 de noviembre que la inflación que sobrevenga después. Ganar a cualquier costo.
Mientras esto sucede, la angustia domina a los argentinos. El lunes mismo crecieron los llamados a colegios en Uruguay para averiguar por vacantes en el 2024. Lo mismo para buscar parientes italianos o españoles en algún lugar del árbol genealógico. Como dice Chris Wilton en otro pasaje de «Match Point», «asusta pensar en cuántas cosas se escapan de nuestro control». Si bien el resultado de las elecciones depende en definitiva del voto de cada uno de los integrantes de la sociedad, también esa decisión depende de factores que estén a la luz a la hora de ingresar el sobre en las urnas.
¿De qué lado caerá la pelota en esta oportunidad? El azar marcará el camino que resta también hasta el 19 de noviembre. La temporada de cisnes negros recién empieza.
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