Una educación disruptiva para más aprendizajes es posible
La situación actual de la educación en la región reclama variedad de acciones y estrategias que permitan la introducción de avances e innovaciones orientadas a la mejora de los procesos educativos. Ello mediante el uso pedagógico de tecnologías para gestionar los datos e información, construir y compartir el conocimiento y avanzar en el logro de más aprendizajes hacia el desarrollo de las capacidades consideradas fundamentales en el presente y el futuro: oralidad, lectura y escritura, resolución de problemas, trabajo con otros en colaboración, pensamiento crítico y creativo, gestión de los propios aprendizajes, compromiso y responsabilidad, y dominio tecnológico.
Con este propósito, la Secretaría de Educación de la ciudad de Córdoba viene impulsando estrategias colaborativas de trabajo y propuestas pedagógicas más pertinentes a los nuevos contextos, con y sin el uso de las tecnologías.
Esto supone que cada docente haga un uso inteligente y crítico de los nuevos lenguajes, así como que promueva el acceso al conocimiento, la creación y el dominio de las tecnologías, desarrollando en cada estudiante el pensamiento computacional y demás capacidades en juego.
Con esta premisa, y a la par de la actualización didáctica del personal docente a través de dispositivos de formación continua y de la generación de espacios para la innovación y la creación –por ejemplo, en el sistema educativo municipal, el Centro de Innovación y Tecnología Educativa de reciente creación–, se trata de avanzar hacia una educación cada vez más disruptiva. Una educación que desafíe las prácticas tradicionales mediante la introducción de nuevas tecnologías, estrategias pedagógicas innovadoras y un enfoque centrado en el estudiante, con miras al desarrollo sostenible.
Recursos necesarios
Es necesario que cada institución educativa pueda disponer de dispositivos, aplicaciones educativas y recursos digitales que permitan a los estudiantes acceder a información en cantidad y calidad de manera inmediata. Además, esos recursos deben estar al servicio de la promoción de un aprendizaje activo y práctico: que cada estudiante pueda participar en proyectos y actividades que les permitan aplicar sus conocimientos en situaciones del mundo real.
Un principio importante de esta educación disruptiva es que, al reconocer que cada estudiante es único, con diferentes habilidades, intereses y estilos de aprendizaje, se adapte el proceso educativo para satisfacer las necesidades personales, brindándole mayor control y autonomía sobre su propio aprendizaje.
En este sentido, resulta aún más necesario el trabajo con los dispositivos computacionales. Se requiere la introducción de las tecnologías para promover un aprendizaje significativo y relevante.
En Argentina se han llevado a cabo algunas aplicaciones prácticas de la educación disruptiva. Por ejemplo, a nivel nacional el Programa Conectar Igualdad. En el caso de las provincias, las escuelas Proa, de Córdoba, con formación en desarrollo de software y en biotecnología, proponen jornadas de ocho horas, con clubes de ciencias, arte, deportes, talleres de inglés aplicado y clases específicas vinculadas a la especialidad, e incluyen tutorías que acercan herramientas personalizadas y acompañan los distintos ritmos de aprendizaje.
En el caso de nuestro sistema educativo municipal, en el marco de una educación disruptiva sostenida desde el Programa de Innovación en la Enseñanza para más Aprendizajes –Piensa– , promovemos el aprendizaje basado en proyectos, a partir del enfoque Steam ampliado.
Es aquí donde los estudiantes trabajan en propuestas significativas de modo colaborativo, desarrollando la creatividad, el pensamiento crítico y la comunicación. Es decir, se promueve un trabajo mediado por la tecnología, sostenido en cuatro premisas claves: la libre expresión de ideas y sentimientos; la comunicación con otros; la realización y el diseño de tareas en torno del indagar, descubrir, explorar y crear, y estar en mejores condiciones de construir el conocimiento y transferir lo que aprenden a la vida.
A esto se integra la educación digital, programación y robótica en todos los jardines y escuelas primarias municipales.
En relación con el trabajo en plataformas educativas digitales, sumamos Matific para enseñar y aprender matemáticas a través de juegos prácticos e interactivos, lo que genera más confianza y autonomía en el aprendizaje. Pero las tecnologías y las habilidades interpersonales y sociales pueden y deben ir de la mano.
Esto reclama que las familias asuman la responsabilidad de brindar tiempo de calidad y acompañen la tarea educativa de la escuela en un rol de corresponsabilidad, con empatía y respeto, convirtiéndonos todos los adultos en modelos de los valores y principios que la humanidad necesita para evolucionar.
La educación disruptiva ya es una realidad. En la ciudad de Córdoba, estamos en ese camino. Cada jardín y escuela municipal se reconfigura tras mirar y evaluar lo realizado: todas las instituciones educativas, con capacidad de resignificarse y evolucionar, están en tránsito constante hacia la mejora continua en contexto. Y ello es posible porque innovamos para movilizar hacia una mejora permanente.
* Secretario de Educación, Municipalidad de la Ciudad de Córdoba
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