Cómo fue vivir este incendio en Córdoba: un relato en primera persona
“Estoy desesperada sacando cosas de casa, se incendia todo ¿podés venir?” La voz del otro lado del auricular se mezclaba con el llanto contenido de mi madre, así empezó la trama de lo que, horas más tarde, me parecería una película de acción. O de terror.
Empecé a barajar posibilidades, sabía de los incendios, lo que no creía era que hubieran llegado hasta mi propia casa familiar. En ese momento eran las 17 y el calor en Córdoba se hacía insoportable cerca del cemento, por lo que el clima no apaciguaba el panorama general.
EN VIVO | Incendios en Córdoba: el día después tras el infierno vivido en Cabalango y Carlos Paz
Pedí ayuda a amigos que me trasladaron a mi casa en Villa Carlos Paz, ubicada en barrio La Quinta (El Fantasio) donde las llamas se habían apoderado hacía varias horas de la parte trasera de la manzana, que da hacia los countries Venturia y Altos de Carlos Paz y bomberos y vecinos hacían hasta lo imposible por contener el fuego.
En la desesperación, mi madre (57) había resbalado por la escalera de casa, fracturándose el pie y mi papá (61) aparecía transpirado intentando juntar algunos objetos de valor de forma desordenada en el portal.
Desde nuestra terraza se podía ver al fuego avanzar por el lado norte (un cordón de llamas y humo negro se elevaban sin tregua entre las montañas lejanas) y en el lado sur se escuchaban los latigazos del cuerpo de bomberos que trabajaban sin cesar para frenar el incendio.
Siendo las 19, empezamos a sentir el calor cada vez más cerca. El viento rotó desde el sur y generó el remolino que marcó el cambio del fuego para el lado sudeste donde la casa de mi vecino se incendiaba, creando una llama de tres metros de altura. Mi papá y algunos vecinos empezaron a auxiliar con baldes de agua, que era poca, porque el suministro estaba cortado desde las 11, para abastecer de presión a los bomberos voluntarios que continuaban combatiendo en otros puntos de la provincia.
Las fotos de la terraza muestran cómo se quema todo lo que está atrás y al costado, literalmente
En un lapso de veinte minutos se agruparon 30 vecinos y el cuerpo de bomberos para realizar un contrafuego, logrando controlar la situación luego de aproximadamente 2 horas, donde sentí el incendio de cerca, el olor a quemazón penetrante, el terror de perderlo todo. Un avión fumigador descargaba agua a vuelo rasante, dando un poco de alivio y tras pasar el punto crítico la gente se disipó ahogada por el humo blanco y en busca de agua y comida.
Pero la batalla no había terminado.
A las 5 de la mañana, nos despertamos con humo dentro de nuestra vivienda, al salir volvimos a divisar las llamas cada vez más altas desde la casa de mi vecino, la misma que se había incendiado horas antes. El pasto quemado y los espinillos inflamables hacían que las cenizas que se desprendían caigan peligrosamente cerca, por lo que solamente un paredón nos separaba del desastre.
Bomberos y policías llegaron por la avenida Alejandro Magno, alertados por otros vecinos de la zona. Salí rápidamente con mi familia hacia afuera y en dirección a la calle. Nos quedamos en el portón de casa tocando bocina, para alertar al resto del vecindario, llamando al dueño de la vivienda comprometida, esperando lo mejor. Contemplando el espanto.
Media hora después el fuego había dado tregua y los bomberos siguieron patrullando en otros focos. Había pasado.
https://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/como-fue-vivir-este-incendio-en-cordoba-un-relato-en-primera-persona/
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/como-fue-vivir-este-incendio-en-cordoba-un-relato-en-primera-persona/