La Voz del Interior @lavozcomar: La UNC se prepara para que la inteligencia artificial ingrese en sus aulas

La UNC se prepara para que la inteligencia artificial ingrese en sus aulas

El uso de la inteligencia artificial (IA) para la enseñanza en las universidades es una promesa que empieza a dar sus tímidos primeros pasos en Córdoba.

El tema está en la agenda de las casas de altos estudios de todo el planeta, de la Argentina y también de la provincia de Córdoba. Su debate trasciende las disciplinas específicas, que la utilizan como materia de estudio, y se posiciona como una discusión que hay que dar con urgencia.

En la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), desde hace un tiempo un comité de especialistas dialoga, propone y sugiere acciones. “Estamos un poco desorientados aún sobre qué hacer, pero estamos compartiendo constantemente experiencias entre universidades del país y del mundo”, explica Francisco Tamarit, profesor titular de la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación (Famaf), investigador principal del Conicet y especialista en redes neuronales.

Tamarit es uno de los tantos expertos convocados por la Secretaría de Asuntos Académicos, a través del Programa de Formación Contínua e Innovación Curricular y el Sistema Institucional de Educación a Distancia (Sied), y por diversas facultades, para el asesoramiento.

Hasta ahora se han realizado conversatorios y, abierto espacios de reflexión en distintas unidades académicas sobre las oportunidades, desafíos e implicancias de la IA en la enseñanza. Pero a partir del año que viene se desarrollarán otras acciones; entre ellas, capacitaciones para docentes y estudiantes.

La Secretaría de Asuntos Académicos, a cargo de Claudia Torcomian, trabaja en un proyecto de varios pasos para acompañar las prácticas en el aula.

Pero aún queda un largo debate y camino por recorrer, en un mar de preguntas. ¿Cómo impactará la IA en los procesos creativos y en el pensamiento crítico? ¿De qué manera se articula esta herramienta con la docencia? ¿Cuánta capacitación se requiere?

En la práctica –más allá de las carreras de la Famaf, donde esta tecnología es neurálgica– docentes de distintas unidades académicas ya experimentan con algunas aplicaciones de IA como Chat GPT, Chat GPT4, Perplexity y DALL-E-2. Desde hace muchos años también se utilizan softwares para el análisis de datos o simulaciones.

“Son experiencias muy fragmentadas y tienen que ver con el expertise de cada docente en el uso de herramientas tecnológicas en cada campo disciplinar”, sostiene Gabriela Salbusky, titular del Sied. Aún no hay una sistematización de estas prácticas en toda la universidad. Por eso se planea, para antes de fin de año, inaugurar un espacio para socializar las prácticas innovadoras.

Francisco Tamarit docente de la Facultad de matematica astronomia y fisica. Famaf   Foto: (Pedro Castillo / La Voz)

La cuarta revolución tecnológica

Francisco Tamarit explica que la IA es una herramienta que crece a una velocidad tan grande que no da tiempo. “Tenemos que correr desde atrás y las universidades argentinas lo están haciendo”, opina.

“Hablo de velocidad y, en verdad, lo interesante y novedoso es que estos procesos propios de esta cuarta revolución tecnológica son procesos ‘acelerados’. Las tecnologías hasta no hace mucho tenían una velocidad constante. No eran aceleradas”, sostiene el investigador.

En este sentido, explica que acelerado significa que el proceso cambia pero también cambia su velocidad. En este caso la eficiencia crece aceleradamente.

“En las tecnologías más comunes, su eficacia cambia en igual cantidad cada año. Hoy, estas tecnologías disruptivas están aceleradas, o sea, también aumenta la velocidad año tras año. Y lo que es más interesante: son procesos de muy rápido crecimiento, son parte de los llamados procesos ‘exponenciales’. El carácter acelerado es lo novedoso, lo sorprendente y lo que genera mucha incertidumbre sobre cómo serán las cosas dentro de pocos años”, remarca.

Francisco Tamarit docente de la Facultad de matematica astronomia y fisica. Famaf   Foto: (Pedro Castillo / La Voz)

Nuevos modos de aprender

El proyecto de Asuntos Académicos sobre el uso de la IA en la enseñanza avanza en varias líneas.

La primera es la alfabetización en inteligencia artificial, destinada a docentes y al estudiantado en módulos que se podrán realizar de manera opcional. La formación, prevista para el año próximo, busca comprender para poder utilizar, evaluar y juzgar los aspectos éticos de la IA.

La idea es acompañar a los profesores en el desarrollo de prácticas de enseñanza en contextos de IA. Para ello, indica el borrador del proyecto, hay que partir de la base de que los estudiantes están atravesados por tecnologías de IA que orientan y construyen nuevos modos de aprender, de relacionarse con otros y con los contenidos.

También, que hay sistemas que automatizan acciones que tradicionalmente fueron humanas, como la producción de texto y que es posible que muchos alumnos y alumnas lleven estas prácticas a las aulas de la universidad.

La otra línea de trabajo es pensar en la manera de introducir esta temática en la curricula de las carreras, ya que la IA está poniendo en discusión los perfiles profesionales.

“Los desarrollos de IA van a ser cada vez más complejos y nuestros estudiantes tienen que estar preparados”, considera Salbusky. Indica que la práctica profesional de los futuros egresados va a estar atravesada por tecnologías de IA que, potencialmente, pueden responder algunas preguntas del campo profesional.

Los próximas acciones en la UNC serán los talleres dictados por especialistas para docentes y por campos disciplinares y la producción de materiales audiovisuales que sirvan para acompañar.

Salbusky dice que son los primeros pasos y que espera que el programa se sostenga en el tiempo y se concrete en los próximos tres años.

La formación busca, entre otras cosas, propiciar el uso de IA para las prácticas de investigación y de enseñanza a partir de situaciones de trabajo reales, que permitirá comprender el potencial y limitaciones de estas tecnologías.

“Cada unidad académica, en mayor o menor medida, está preocupada por esos temas. El valor está en poder mirar el conjunto y ofrecer espacios en los que podamos avanzar en la alfabetización, la incorporación de la IA en los curriculums y, por ende, en las prácticas de enseñanza”, insiste Salbusky.

Conocerla para aplicarla

El decano de la Facultad de Ciencias Químicas, Marcelo Mariscal, considera que si bien la IA presenta oportunidades también obliga a reflexionar.

“Esta herramienta puede transformar positivamente la educación, pero incluye desafíos (…) Es necesario analizar sus implicancias en la generación de mayor dependencia tecnológica, en el impacto en el empleo docente y administrativo, como así también en el ejercicio profesional. Nos preocupa también cómo puede impactar la IA en los procesos creativos y en el pensamiento crítico que buscamos desarrollar en nuestros estudiantes”, plantea. Y apunta: “No obstante, no la rechazamos sino que buscamos conocerla”.

Algunos docentes de la Facultad de Ciencias Químicas vienen desarrollando experiencias espontáneas, que ahora están siendo ordenadas a través del Programa de Modernización y Asesoramiento Académico (Promaa).

“Las experiencias son variadas, desde el uso de Chat GPT para generar contenido y diversificar exámenes, hasta el uso de herramientas más interesantes como DALL-E-2, para crear imágenes de calidad a partir de descripciones o estímulos; algo muy útil en nuestra disciplina”, detalla Mariscal.

Otros docentes utilizan litmaps para generar mapas conceptuales conectados y rastrear a través de artículos científicos el desarrollo de conceptos o teorías.

Cómo avanzan en las universidades privadas

En las universidades privadas el uso de herramientas de IA es dispar, aunque existe coincidencia sobre la necesidad de incorporarlas y conocerlas.

En general, no se utilizan en todas las unidades académicas sino que son iniciativas que comienzan a andar de a poco y que suelen arrancar en las facultades vinculadas con la tecnología.

En la Universidad Católica de Córdoba, por ejemplo, hay experiencias en la Facultad de Ciencias de la Salud.

La Universidad Siglo 21, en tanto, tiene un área de innovación educativa que, junto con el cuerpo académico, diseña y actualiza las didácticas de diferentes asignaturas para que sean realizadas con IA.

“En el caso de las ciencias aplicadas, por ejemplo, existen carreras como Marketing y Animación Digital o la propia Licenciatura en Inteligencia Artificial y Robótica que son impensables sin la incorporación de la IA en las diferentes asignaturas”, explicó Pablo Rivarola, vicerrector de Asuntos Académicos.

En las Ingenierías se emplea para la programación o el diseño y en Derecho para el análisis jurisprudencial o, en Criminología, para la construcción de contextos sociodemográficos que permitan alterar variables y generar estrategias preventivas ante diferentes delitos. También se aplica en las carreras de Salud, de Management o en las Ciencias Sociales. Todo ello implica un proceso de formación docente.

En cuanto al uso de la IA por parte del alumnado, el vicerrector planteó la necesidad de un uso responsable, no como reemplazo del conocimiento, sino como una herramienta de experimentación en contextos simulados y en la creación de escenarios alternativos que les permita prepararse para un ejercicio profesional diferente al actual.

“No debe ser ignorada, la IA ya está presente y en desarrollo constante. No es posible estigmatizarla, en tanto permite que muchas habilidades, conocimientos y aptitudes propias del ser humano, que se habían dejado de lado por la mecanización de ciertos trabajos repetitivos y rutinarios, hoy se puedan poner nuevamente en valor. La IA debe permitirnos recuperar algo que es esencial en la persona: el tiempo”, apuntó.

Por otra parte, Rivarola planteó que el uso de la IA en el proceso de enseñanza-aprendizaje, potencia el razonamiento ante situaciones de mayor complejidad y conduce a realizar mejores preguntas permitiendo el diálogo entre diferentes disciplinas.

Waldo Geremía, director de la carrera Ingeniería Informática y de la licenciatura en Negocios Digitales en la Universidad Blas Pascal, explicó que desde la Universidad se busca impulsar el uso de la IA y no prohibirla; utilizarla como insumo para los estudiantes. Esto obliga, entre otras cosas, a buscar nuevas propuestas de evaluación. “A medida que permitís que la usen, la IA levanta la vara.Ya no vas a evaluar lo que el alumno se acuerda o si leyó bien. El Chat GPT te va a decir lo que antes tenías que estudiar, ahora les vamos a decir que traten de razonar”, indicó.

En la UBP, el uso en las aulas está en su fase inicial. Geremía admitió que es una tarea que recién comienza. “Es un “trabajo de hormiga, que implica formación docente”, entendió.

Argentina, líder en la región

Un estudio impulsado por el Centro Nacional de Inteligencia Artificial de Chile (Cenia), presentado en agosto pasado, revela que Argentina es el país con mejores políticas públicas para fomentar el uso conveniente de la IA en América Latina.

El Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial reúne información de 12 países. Argentina lidera el fomento público de la IA en la región a través de políticas orientadas a adoptar la inteligencia artificial en el sector público y privado, como el Programa de Promoción de Inteligencia Artificial y Ciencia de Datos en el país. En el caso de las universidades, este programa prevé subvenciones y aportes económicos para desarrollar extensión, comprar equipamiento y formar docentes.

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