Cazador de voces: Según, el nuevo libro de Osvaldo Baigorria
Leer es una manera de escuchar voces, de hablar con los muertos y los vivos, un modo interactivo de darse compañía. En una biblioteca se podrían perseguir esas conversaciones que alguien mantuvo o sostiene. ¿Con quiénes hablamos, con qué palabras nos alimentamos?
Osvaldo Baigorria se puso en el rol de fisgón de su propia biblioteca, procuró dejarse sorprender y escribió (es una manera de decir) un experimento literario llamado Según. Se trata de una colección de citas tomadas de sus libros, frases subrayadas o halladas en las páginas con los vértices doblados en una orejita que indica que allí se encontró algo, se despertó una inquietud, se levantó la vista para rumiar lo leído.
Tras años de pasear volúmenes, de organizarlos en casas de recién llegado, al cabo de exilios, mudanzas y préstamos, Baigorria volvió a reunirlos en un departamento y se dispuso a rearmar su biblioteca. En ese trance apareció este libro que está hecho, más que otros, de muchos libros.
Según tiene un aire de familia con La soledad del lector, un artefacto textual hipnótico e inclasificable de David Markson.
El procedimiento es tan simple como eficaz y atrapante. En riguroso orden alfabético, respetando el apellido de los autores y las autoras que van apareciendo, se despliega esta colección de escrituras ajenas. El libro empieza así: “Según Martín Adán, el mundo está demasiado feo y no hay manera de embellecerlo”. Termina en la Z: “Según Stefan Zweig, el vagabundo tiene el mundo; el desapegado, la totalidad de la vida; y el inocente, la paz. Yo no tengo otro deseo más que permanecer libre de culpa en la Tierra”.
Entre la A y la Z se acumulan flashes poéticos, pensamientos breves, epigramas, aforismos, fragmentos de relatos, en un arco autoral abigarrado, de Adorno a Buda, de John Cage al Che Guevara, de Pedo Lemebel o Clarice Lispector a Ricardo Zelarrayán. Los temas atrapados en este ejercicio de apropiación van del amor a la muerte, de la filosofía a la política, el arte, el placer, el misticismo.
Para Baigorria fue (permítase el cliché) un viaje a lo inesperado. A cualquier lector o lectora le ha pasado volver asomarse a la biblioteca, abrir un libro que ya había sido leído, de manera completa o en partes, y empezar a viajar de nuevo como si uno se internara en una terra incognita. Parafraseando vulgarmente a Heráclito, se podría decir que no nos bañamos dos veces en la misma página. Es casi imposible recobrar el mismo sentido o dar con la misma emoción de la primera lectura.
El autor de Correrías de un infiel, Sobre Sánchez, Estrés de pez y Postales de la contracultura define a Según como una “autobibliografía”, una escritura que se hace del botín de las lecturas realizadas y que busca, en esa cacería, dar con las huellas de la propia vida. Una autoficción esquiva, podría decirse, o bien un diccionario que recopila las miguitas de experiencia perdida.
Según es una criatura extraña, un diario íntimo hecho de voces ajenas, con las que el autor concuerda o no tanto, y que apenas interviene en algunos casos. Es también un emocionante gesto de entrega a dejarse hablar. Y a escucharse como si fuera la primera vez.
Según. Osvaldo Baigorria. Editorial Caja Negra. 147 páginas. $ 4.400.
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