Jornada laboral reducida: mientras se debate este modelo, las empresas ya implementan acciones para aliviar la sobrecarga
Partidos políticos, Gobierno y sindicatos trabajan en proyectos de reducción de la jornada laboral, que en la Argentina es de 48 horas semanales por la Ley 11.544 de 1929. Se analizan alternativas, como la disminución escalonada en años; y se estudian ejemplos de la región, como los de Chile o Colombia, y de países europeos, que acortaron la semana de trabajo a cuatro días.
En clave electoral, el oficialismo reflotó el tema y este martes la Cámara de Diputados inicia el debate en la comisión de la Legislación del Trabajo, en medio de una serie de medidas impulsadas por el Poder Ejecutivo que apuntan a beneficiar a los trabajadores en relación de dependencia como el de la eliminación de Ganancias para los trabajadores de la cuarta categoría, que podría convertirse en ley este jueves en el Senado.
Mientras se discute el modelo idóneo, las empresas ya implementaron por su cuenta estrategias para aliviar la carga laboral de sus empleados, en un contexto de tensión para las compañías por la incertidumbre económica, que lleva a que los trabajadores se sientan presionados por cumplir con todas las responsabilidades. Así, suman días libres, horas de ingreso y egreso flexibles, cuidado de la salud mental, tareas por proyecto u objetivos, y conceptos asociados a la motivación.
Flexibilidad, días libres y trabajo por objetivos, los ejes de las empresas
Tras la pandemia, muchas empresas decidieron mantener esquemas de trabajo flexibles y evalúan si la modalidad remota o híbrida es la más exitosa. Para las organizaciones, el tema debe abordarse desde perspectivas asociadas al management, con la mira puesta en un mejor balance entre la vida personal y laboral. Incluso, se plantean ideas nuevas como la ‘energía colectiva’.
Natalia Mariel Terlizzi, CEO de Hucap, destacó que «la Argentina tiene una de las jornadas laborales más largas del mundo», por lo que las empresas «deben poner el foco en la digitalización y automatización de tareas operativas y rutinarias que no generan valor agregado para el negocio y, de esta forma, mejorar la eficiencia», así como «tener una planificación y programación más detallada, con una cultura que permita trabajar con orientación a objetivos claros y concretos».
Entre otras medidas para reducir el desbalance entre la vida laboral y personal, las empresas implementan horarios flexibles y días libres adicionales a los previstos por la normativa, explicó la ejecutiva de la consultora en gestión estratégica del capital humano, cambio y desarrollo organizacional.
La motivación y la automatización de tareas operativas que no generan valor agregado son ejes de trabajo de las empresas.
Además, ilustró, ofrecen programas de formación para brindar a los colaboradores herramientas para administrar eficazmente su tiempo. En ese sentido, afirmó que esto les permite aprender a «trabajar sobre lo importante y urgente, y delegar tareas, entre otros aspectos que apuntan a fomentar una relación más equilibrada entre el trabajo y la vida personal, sin necesariamente reducir la jornada laboral».
Las compañías ponen foco en situaciones particulares de los empleados
Sin embargo, no todos los empleados se verían beneficiados por igual con la reducción de la jornada, destacaron, y es por ello que los especialistas defienden la idea de estar atentos a situaciones particulares. Luis Guastini, director general de ManpowerGroup Argentina, señaló que, para promover el bienestar de los colaboradores, las empresas deben «demostrar capacidad para comprender sus inquietudes y estar atentos a sus necesidades, como así también presentar una propuesta de valor que esté en sintonía con sus intereses y condiciones laborales óptimas».
«Las compañías deben considerar ampliar las políticas tradicionales, ayudando a las personas a detectar las señales de alerta de los problemas de salud mental, ya que el 48% de los empleados dicen que trabajan en exceso de forma regular durante la semana», añadió el número uno de la firma en el país.
Para los especialistas de RR.HH, las empresas deben comprender las inquietudes de los empleados y estar atentos a sus necesidades.
En esa línea, Ileana Bergés, directora de People Experience para la Argentina en Pfizer, aseguró que los integrantes del staff de la farmacéutica tienen a disposición la app Grokker, que permite hacer actividades recreativas y de relajación, como yoga. Este beneficio forma parte de «las políticas de bienestar que buscan contribuir a generar un equilibrio saludable». También subrayó la importancia de la flexibilidad y la confianza. «Buscamos que puedan decidir cómo encarar su jornada, pensando en sus trabajos por proyecto», describió.
En tanto, Guastini opinó que «las organizaciones deben implementar políticas más innovadoras que sean afines a sus prioridades». Y citó, entre las alternativas que se evalúan, pasar a una semana de cuatro días, la posibilidad de optar por la hora de inicio y finalización de la jornada, y la elección de dónde trabajar, según las necesidades diarias.
Por su parte, la empresa de soluciones tecnológicas Redbee apuesta por los días libres: adiciona cinco por año a los que la ley prevé de vacaciones y también ofrece la posibilidad de no asistir al trabajo por razones personales sin límite de cantidad de jornadas, previa aprobación del líder, contó Lucia Laboudigue, People Experience SR Manager de la firma.
El 48% de los empleados dicen que trabajan en exceso de forma regular durante la semana, según ManpowerGroup Argentina.
‘Energía colectiva’, un nuevo concepto que se impone en las empresas
Cecilia Giordano, presidenta de Mercer prefiere hablar en términos de ‘energía colectiva’, antes que de la duración de la jornada laboral. «Primero, hay que entender qué es para cada compañía este concepto de desbloquear energía colectiva y realmente trabajar en un concepto de bienestar de una manera sistémica para que no sólo la organización pueda bien lograr lo que se proponga, sino que sus individuos también lo puedan hacer», consideró.
«La jornada laboral es un engranaje más. Si vemos sólo la jornada laboral como un ítem en sí mismo, nos estamos perdiendo de entender muchas de cosas», advirtió y ejemplificó que, cuando las organizaciones ponen a las personas «en el lugar correcto de la cancha» y utilizan la tecnología para automatizar procesos y resolver las tareas repetitivas, «se permite a los seres humanos «conectar con propósito y generar valor».
«La flexibilidad y la reducción de la jornada laboral son cuestiones que están en debate no solo en la Argentina, sino a nivel global. Sin embargo, existe una falta de consenso entre las empresas y los trabajadores en este asunto», reveló Guastini. «Nuestro estudio ‘La Nueva Era del Potencial Humano’ reveló que cuatro de cada 10 colaboradores cambiarían el 5% de su salario por una semana de cuatro días. Sin embargo, la falta de talento adecuado para implementarla plantea un desafío considerable para las organizaciones», concluyó.
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