Alberto Fernández vs. Massa: críticas, gestos de diferenciación y aislamiento presidencial
«¿Quién es el Presidente hoy en Argentina?». La pregunta surge en boca del embajador de un destacado país de la Unión Europea. Con un tono de ironía y otro toque de real politik la inquietud trasluce mucho más que una muestra de debilidad de Alberto Fernández: expone la puja real de fondo que se da en estos días de campaña entre el Presidente y el ministro de Economía y candidato, Sergio Massa.
El jefe de Estado está totalmente corrido de la escena. Limitado o aislado. Y el ministro-candidato avanza con todo. Massa es el que toma las decisiones de fondo, hace los anuncios de Gobierno y se pone al hombro la campaña presidencial.
«Está todo acordado. Alberto optó por darle la mayor centralidad a Massa y no hay ningún problema en eso», explicó a El Cronista un ministro alineado abiertamente con el Presidente. Una forma de justificar la actual situación embarazosa de un Alberto Fernández debilitado ante un Massa hiperactivo.
En rigor, el esquema de estrategia electoral que pudo haber esgrimido Alberto Fernández para la contienda electoral supera cualquier pronóstico deseable: la ausencia del Presidente o la fuerte figura de Massa empiezan a generar fricciones internas o diferenciaciones chocantes.
Ministros, leales y agenda
El mismo ministro-candidato empezó desde hace más de 15 días a exponer sin vueltas ejes de diferenciación con Alberto Fernández. Está claro que Massa no quiere quedar pegado a un Presidente que en la mejor de las encuestas tiene un nivel de imagen negativa que supera el 65%. El problema es que Massa forma parte del mismo Gobierno que preside Alberto Fernández y no le resulta tan fácil tomar distancia.
La soledad de Alberto Fernández en el gobierno es más que visible. En los actos o recorridos que hace en la semana pocas veces va acompañado de algún ministro. Los funcionarios más leales que le quedan son el canciller Santiago Cafiero; el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; la portavoz Gabriela Cerruti y el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis.
No obstante, hay un paréntesis para estos dos últimos funcionarios. Cerruti fue corrida de escena por completo en los últimos 20 días. Desde aquella acusación contra Javier Milei por los saqueos en el conurbano y las explicaciones sobre el índice de inflación que Massa optó por despegarse de la portavoz que hace más de 15 días que no da las habituales conferencias de prensa.
El caso de Katopodis es diferente. Trata de despegarse de Alberto Fernández pero lo acompaña a algunas recorridas aunque en sus anuncios jamás menciona al Presidente y se desvive en elogios por Massa.
El actual Gabinete nacional es una clara muestra de diferenciación entre el estilo de Alberto Fernández y el de Massa.
El ministro-candidato acaba de objetar, tardíamente, que la fiesta realizada en plena cuarentena en 2020 por el cumpleaños de la primera dama Fabiola Yañez en la Quinta de Olivos fue «el punto de inflexión de credibilidad» del Gobierno de Alberto Fernández.
Pero la crítica mayor llegó de cara al armado del Gabinete. «La mitad de los ministros de Alberto Fernández no lo serían conmigo», sentenció Massa. Hace 10 días había deslizado otra crítica directa a los ministros del Presidente. «Hay cosas en las que el Gobierno está en deuda y tiene que pedir perdón. Lo primero que tenemos que hacer es pedir disculpas porque hubo gente que tuvo la oportunidad y no estuvo a la altura», dijo el ministro-candidato en la TV pública.
La política exterior
Alberto Fernández acaba de venir de una gira por Cuba y de dar su último discurso en la Asamblea anual de la ONU donde reclamó el fin de los bloqueos a Venezuela y al régimen cubano. Pero el mensaje no le cayó nada bien a Massa.
El candidato a presidente de Unión por la Patria se diferenció de Alberto Fernández y no dudó en afirmar que «Venezuela es una dictadura». También tiene reparos con Cuba.
Un allegado al ministro-candidato aseguró a El Cronista que la diferencia central de Alberto Fernández y Massa en política exterior es clara: «Massa tiene una mirada pragmática del mundo y no ideologizada», remarcó.
Alberto Fernández viajará entre el 15 y el 18 de octubre a China para sumarse al Foro de la Ruta de la Seda que invitó Xi Jinping. Se reunirá con el presidente de China y también viajará a Shanghai para reunirse con la ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que ahora está al frente del Banco de Desarrollo de los BRICS.
Es muy probable que el Presidente vuelva con las manos vacías porque ya se retira del poder y China no está para cerrar muchos acuerdos con un jefe de Estado que se va muy pronto.
¿Incluyen las críticas de Massa a Alberto Fernández las concesiones que otorgó el Presidente a China?
Nada parece diferenciarlos en este punto más allá de que se sabe que Massa es más proclive a un acercamiento mayor con Estados Unidos. Pero otro funcionario massista pone el punto justo en este debate de diplomacia: el ministro-candidato es pragmático y, asegura, «en la competencia entre China y Estados Unidos nosotros estamos con Argentina. Amigos de todos y satélites de nadie».
Alberto Fernández ya se resignó a quedar afuera de escena y correrse en medio de la puja electoral. Claro que en medio de la campaña el Presidente no esperaba de parte de su ministro de Economía cuestionamientos a su propio estilo y gestión. Tampoco tiene mucho margen de acción para responder los golpes bajos.
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