Belgrano goleó a Platense: qué cambió de un tiempo a otro para el 3-0 en Alberdi
Belgrano recibió ayer la primavera con una goleada 3-0 sobre Platense. La hizo florecer en el segundo tiempo, cuando se acomodó en el campo. Fue porque cambió.
En el momento en que el entrenador Guillermo Farré se dio cuenta de que lo planeado no iba a ningún lado y de que necesitaba un golpe de timón.
Al mismo tiempo, se construyó en una mejor predisposición de los jugadores, que también supieron con claridad que después de un primer tiempo flojísimo el camino a la victoria estaba lejos.
Saber cambiar fue una virtud para el Pirata y ayer aprovechó tenerla para quedarse con los tres puntos, con una goleada que hizo festejar a su gente y se reacomodó en la tabla. Además, le permite sostener el invicto en la Copa de la Liga.
Primer tiempo: jugar feo
La primera parte fue un espacio para sufrir, pero no porque Platense pusiera en riesgo el resultado, sino porque se jugó mal. Y cuando las cosas se hacen de esa manera es bastante factible que se pueda quedar sin nada en un suspiro.
La visita fue un equipo tibio, sin ideas claras y que solamente complicó por los errores del propio Belgrano. Contó con una que pudo torcer la historia a los 23, cuando Ibacache la perdió, el centro de Rius pasó por sobre Losada, la devolvieron al medio y Rébola tapó con lo justo a Morgantini casi en la puerta del arco.
Después nada por parte de los dos y eso fue lo que se llevó el Pirata al vestuario: preocupación por no hacer nada para estar ganando el partido.
El equipo no tuvo ahí un momento de desequilibrio o dominio. Marín y Sánchez no conectaron, Palavecino estuvo siempre desorientado y Passerini se peleó con los centrales para perder sistemáticamente.
Segundo tiempo: cambiar para ganar
Cuando el equipo saltó al campo para jugar el complemento hubo tres variantes en distintos aspectos. El primero fue de nombre: Esteban Rolón por Palavecino. El segundo de sistema, porque se dejó 4-1-4-1 para pasar a un 4-4-2. Y el tercero fue mental, porque todos los vestidos de celeste salieron decididos a llevarse por delante a su rival y lo lograron.
No es que Rolón revolucionó a todo Belgrano, pero su aporte en el medio fue clave, porque desde su posición empezó a juntarse con Ulises Sánchez y el volante creció en el manejo de la pelota. Y con “Uli” jugando bien, Marín se contagió y también se acomodó al partido.
Y de movida pegó: centro de Sánchez, cabeza de Rébola y 1-0. De allí en adelante todo fue Pirata.
El equipo encontró los espacios, los defensores siguieron neutralizando a Platense y los volantes jugaron con soltura. Pastrán casi moja, Marín definió con precisión un remate cruzado y puso el 2-0 para que los fantasmas del empate se alejaran de Alberdi y le dieran paso a la fiesta.
Belgrano había cambiado y eso lo llevó a paso firma para quedarse con el triunfo. Y cuando el partido se moría entró en escena Pablo Chavarría, quien jugó a lo “europeo” y aunque tenía remate, le sirvió el gol a Passerini y se redondeó el 3-0.
Ganó Belgrano por saber cambiar, por entender por dónde venía la mano. Cuando todos se dan cuenta de que se debe variar de rumbo, es más simple. En el Pirata, ayer mostraron que pueden hacerlo y festejaron.
El resumen de TV del triunfo de Belgrano ante Platense en la Copa de la Liga Profesional 2023
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