Los números clave para la campaña de Bullrich: qué predicen sobre las elecciones de octubre
Patricia Bullrich le ganó la interna presidencial de Juntos por el Cambio a Horacio Rodríguez Larreta y una de las principales incógnitas es cuánto del voto de su contrincante puede fidelizarse y apoyarla de cara a las elecciones generales del 22 de octubre.
Con un 28% de los votos en total para la alianza opositora, un 17% se inclinó por la expresidenta del PRO mientras que un 11% por el jefe de Gobierno porteño; habiendo sacado la primera un aproximado según el escrutinio provisorio de 4.022.466, mientras que el segundo fue elegido por 2.675.573 votos.
Ese total de casi 6.700.000 votos es el que, en primer lugar, Bullrich debe asegurarse como piso ante una siguiente instancia electoral. Allí se presagia dificultoso que Juntos por el Cambio consiga llegar al 45% de los votos o que supere el umbral del 40% con 10 puntos o más de ventaja; y se espera que, como primer objetivo, la prioridad principal sea ingresar a una segunda vuelta.
La principal sorpresa de la elección fue Javier Milei, que se ubicó primero en términos de alianzas y como candidato individual al sacar cerca de 30% el 13 de agosto.
Patricia Bullrich en el búnker de Juntos por el Cambio del último 13 de agosto.
A pesar de que en términos de fuerzas la diferencia no parezca sustancial, dado que se ubica a menos de dos puntos de Juntos por el Cambio y a tres de Unión por la Patria, el economista libertario aventaja por cerca de nueve puntos a Sergio Massa y a trece puntos a Bullrich. Es decir, la exministra de Seguridad se ubica en tercer lugar como candidata individual.
Durante un reportaje en el mes de mayo, la Vicepresidenta Cristina Kirchner había anticipado que la de 2023 sería una elección atípica y determinada por una correlación de fuerzas de tres tercios, en la cual «lo más importante, más que el techo, es el piso. Lo importante es entrar al balotaje».
Así, Bullrich comienza con una base de 17 puntos de votantes hacia su figura, que debe convalidarse y además apostar a que el voto larretista no se disgregue entre otras opciones electorales. Al mismo tiempo, su estrategia buscará recolectar adhesiones de la mayoría de los espacios posibles con el fin de aumentar el caudal de votantes.
¿A dónde va el voto de Bullrich y de Larreta?
Semanas antes de las PASO, la consultora brasileña Atlas Intel realizó un sondeo en el que estimó diferentes escenarios de intención de voto, pero en el que además indagó acerca de la posible evolución en la toma de decisiones del votante cambiemita. De cara a las elecciones generales de 2019, esta consultora fue la única que acertó dentro del margen de error.
El relevo nacional digital, hecho entre el 15 y 19 de julio, con 4848 casos y un margen de error de 1% había informado que, según la preferencia de los encuestados, el votante de Horacio Rodríguez Larreta era más tendiente a mantenerse en su interna que el de Patricia Bullrich.
Es decir, previo a las PASO, los votantes huérfanos de la exministra de Seguridad tendían a inclinarse por Javier Milei en mayor medida que los de Larreta, ambos, eso sí, ante situaciones de haber perdido su propia interna.
¿Qué dicen los datos sobre Bullrich? Ante una eventual derrota, solo un 53,8% de sus votantes se habrían mantenido de manera indefectible con Larreta, mientras que un 21% de los votantes de Bullrich pasaba para Milei en ese escenario: Atlas Intel calcula que podría ser un 5% del electorado total.
Así, las cifras indican que Bullrich podría asegurarse una mayor adhesión interna, aunque, a diferencia de Larreta, ante el panorama de desilusión por el resultado obtenido en las PASO, podría ser víctima de una merma de su propio votante hacia Javier Milei.
Desorden en el frente interno
El equipo de la exministra ve con recelos los guiños constantes entre el precandidato presidencial libertario y el expresidente Mauricio Macri, quienes se comunicaron por mensaje al darse a conocer las cifras de las primarias. El vínculo entre ambos es fluido y es conocido desde hace meses que han dialogado tanto en persona como telefónicamente.
En las últimas horas se agregó un nuevo componente a la situación interna de la coalición opositora: el candidato de La Libertad Avanza propuso al exjefe de Estado asignarle «un rol destacado como representante de la Argentina». Una especie de «súper embajador».
La inercia que adquirió Milei en la última semana no hizo más que profundizar la bronca entre figuras cambiemitas ante el acercamiento de otros dirigentes de su espacio. La propuesta de Milei se suma a los coqueteos y elogios a través de los medios de comunicación.
Así, el frente opositor todavía no logra unificar su discurso y mucho menos su base de dirigentes, lo cual puede mantener repercusiones en la imagen electoral en el corto y mediano plazo.
Mientras que todavía hace falta reconstruir lazos entre los equipos de Bullrich y Larreta por la fuerte interna durante la campaña, la primera muestra del descontento se materializó este fin de semana, luego de que la líder de la Coalición Cívica-ARI, Elisa Carrió, renunciara a su postulación como diputada del Parlasur.
Amparada oficialmente bajo la excusa que se debió a una razón de salud, la referente cambiemita ya venía molesta por los acercamientos de Macri y Milei.
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