Las reformas que impulsará con Larreta para reactivar el Congreso: «El Frente de Todos defraudó a todos»
«En esta elección nosotros apuntamos a ganar las elecciones con la mayor contundencia posible, sabiendo que igual no vamos a tener mayoría parlamentaria», se sincera ante El Cronista la precandidata a diputada nacional de Juntos por el Cambio, Silvia Lospennato. La legisladora conoce la dinámica de la cámara como pocos en su coalición y aspira en estas elecciones 2023 a conseguir su tercer mandato en la cámara baja, esta vez como oficialista y con un número mayor de bancas que en el período 2015-2019.
Subida al proyecto presidencial de Horacio Rodríguez Larreta, Lospennato lo considera como el hombre propicio para superar la crítica coyuntural que atraviesa la Argentina. Ante una eventual gestión cambiemita, el dilema del trámite legislativo se hace vital, y más ante la necesidad de la aprobación de reformas de todo tipo.
Como una caja de resonancia del clima social y político signado por la polarización, el Congreso tuvo en los últimos dos años uno de los peores desempeños -en cantidad de sesiones y leyes aprobadas- de la última década. «Es un problema para la democracia», diagnosticará a continuación.
La lectura del Congreso, según Lospennato
– ¿Qué opinión tiene acerca de que el Congreso tenga una de las actividades más bajas de la última década y qué refleja eso del contexto actual?
-Estamos ante una sociedad inmersa en la grieta, que ha perdido la capacidad del diálogo y la construcción política. Eso es malo en todos los ámbitos de la vida, pero especialmente en el Congreso, porque ahí es donde se trata de conseguir mayorías para hacer avanzar alguna política. El Congreso de los últimos dos años es uno absolutamente dividido, con una paridad casi exacta de legisladores del Frente de Todos y Juntos por el Cambio, pero además también con una actitud de poca vocación de efectivamente de ponernos a dialogar y generar acuerdos. Por eso no hay sesiones, no avanzan los proyectos en comisiones y vemos esta caída de la actividad parlamentaria. Un Congreso que existe pero que no puede resolver, que está imposibilitado de acuerdos mínimos para resolver los problemas de la gente es un problema para la democracia.
– El Frente de Todos culpa a su interbloque por no aportar una actitud dialoguista y bloquear proyectos, una crítica que su espacio realizaba cuando eran gobierno, ¿en qué se diferencian ambas situaciones?
– En nuestro gobierno hubo una clara diferencia de producción parlamentaria si se miran los dos primeros años y los dos últimos. Del 2015 al 2017 teníamos solo 86 diputados y el promedio con el que aprobamos las leyes era de 140 votos, esa mayoría se construyó con una parte del peronismo de los gobernadores y otros que respondían a Sergio Massa que se había separado del kirchnerismo, bloque que nunca dio quórum ni apoyó ninguna propuesta nuestra en cuatro años. A partir de 2017 eso se rompe, se vuelven a unificar y empiezan a darnos menos apoyo por la ‘kirchnerización’ de toda la oposición, que terminó desembocando en el Frente de Todos.
– ¿Y en estos años?
– En estos dos años el kirchnerismo solamente nos propuso una agenda parlamentaria vinculada a los problemas judiciales de la Vicepresidenta y claramente ahí tenemos distancias enormes, porque eran modificaciones no para fortalecer la Justicia, sino para cooptarla, por supuesto que nos opusimos a toda esa agenda.
– ¿Y qué agenda hubieran pactado con el oficialismo?
– Nosotros hemos presentado un proyecto para disminuir la industria del juicio y propiciar la contratación en las Pymes y creemos que hay que acompañar a los sectores como el campo o la industria. Sin embargo, el kirchnerismo no legisla para beneficiarlas. Por eso en esta elección nosotros apuntamos a ganar las elecciones, a ganarla con la contundencia posible sabiendo que igual no vamos a tener mayoría parlamentaria, pero sabiendo que hay una mayoría en las provincias que quiere una agenda productiva, y vamos a tratar de sumarlos a nuestra propuesta.
– ¿No prevé mayoría en ninguna de las cámaras?
– Hoy los números hacen muy difícil pensar eso, aunque en Diputados es más probable. Somos muy optimistas en aumentar nuestros senadores en San Juan y San Luis, debido a que ya ganamos en esas provincias; pero tenemos el enorme desafío de retener las dos bancas de la provincia de Buenos Aires. Por eso ahí Horacio presenta a Diego Santilli, la figura más competitiva para ganarle a Axel Kicillof.
Las elecciones y la interna en Juntos por el Cambio
– ¿Por qué decidió integrar el proyecto presidencial de Larreta y no el de Bullrich?
– Los que elegimos a Horacio valoramos su experiencia de gestión, su capacidad de formar equipos y esto que transmite de que no depende de una persona… no hace un culto de la persona. También él es un desarrollista y tiene conciencia de que hay que desarrollar la Argentina de manera federal y con una fuerte apuesta a la exportación. Yo estoy muy convencida que, si tenemos un buen equipo en la cancha, el próximo viento de cola nos puede sacar adelante, puede devolvernos esa Argentina de progreso, pero para eso necesitamos tener un Presidente que esté preparado para aprovechar esa oportunidad.
– ¿Cómo se insertan esas preferencias si gana Bullrich?
– El que gane la interna es quien tiene la mayor responsabilidad de garantizar la unidad y convocar a todos. No tengo ninguna duda que Horacio lo va a hacer, porque su propuesta política siempre se trata de convocar y de aprovechar el valor que tenga cada uno, como lo hay en el equipo de Patricia. Si la gente no se decide por Horacio, será una responsabilidad de quien gane hacer ese trabajo para que integrarnos que nos sintamos parte.
– Al respecto del músculo político… Vidal fue fustigada por parte de la coalición por pronunciarse a favor de Larreta, ¿cómo puede mantenerse cohesionada la coalición si existen diferencias que llegan a ese nivel de conflictividad? ¿Es coyuntural?
– Creo que sería bueno que todos los dirigentes digan cuál creen que es el mejor camino. Eso también los vuelve de alguna manera corresponsables del resultado. Cada uno sabe a quién apoyó y cada uno tiene que hacerse cargo, tendrá que hacerse cargo también del resultado de esas elecciones. Los que elijan a Horacio, los que elijan a Patricia tendrán que ser responsables luego de los resultados que obtengan unos y otros. Y por eso para mí que una persona con la experiencia de gestión de María Eugenia Vidal diga yo quiero apoyar Horacio, es muy importante. La coherencia en la política tiene un valor muy grande.
– ¿Hay dirigentes importantes de la coalición que todavía no se expresaron?
– Creo que todo el mundo tiene derecho, porque para eso está el voto secreto, personal y no hacerlo pública. No es un mérito hacerlo público tampoco, pero cuando uno lo hace asume una responsabilidad, pone su prestigio y dice ‘acá yo le estoy diciendo a la gente que cree en mí que yo creo en esta persona’ y eso me parece muy valioso.
– ¿Cree que dado que hay una inflación mayor a 100% y diversos índices socioeconómicos que marcan niveles preocupantes, Juntos por el Cambio debería haber llegado con mayor holgura a las elecciones?
– Todavía no sabemos a ciencia cierta cuáles son los niveles de cada espacio o candidato. Nadie sabe si lo que marcan las encuestas es realmente lo que va a pasar así que eso te diría que es casi una conclusión que deberíamos sacar todos viendo los resultados el 13 de agosto a la noche o el 14 analizando los resultados de la elección.
– ¿Pero cuál es su percepción en la previa?
– Creo que sin duda ese 48% del 2019 ya se diluyó y no existe más. Está lejísimo que hoy uno de cada dos argentinos le dé un voto de confianza a este gobierno de Alberto Fernández, de Cristina Fernández de Kirchner y de Sergio Massa; porque ese es el tridente que hizo una gestión que ha defraudado todas las expectativas. Entre ellos la de algunos votantes de Cambiemos que esperaban mejorar jubilaciones y terminaron destruyendo su poder adquisitivo; quienes pensaban que iban a consumir más carne y ahora estamos en el mínimo consumo histórico de carne per cápita; quienes pensaban que íbamos a estar mejor y pasamos del 35 al 45% de pobreza… El Frente de Todos defraudó a todos los argentinos, pero más a su electorado: por eso creo que van a recibir un apoyo muy inferior al del 2019.
– ¿Teme que no haya suficiente apoyo social y en el Congreso para realizar las reformas que plantea su fuerza?
– Yo creo que los argentinos son bastante más conscientes que lo que eran en el 2015 sobre la necesidad de hacer algo diferente en la Argentina y dejar de postergar los debates.
– ¿Como cuáles?
– Y, cómo generamos empleo en el sector privado es ya impostergable porque es intolerable que haya 8 millones de trabajadores absolutamente en la informalidad sin ningún derecho social. La sociedad ya entendió que hay que hablar de educación, que tenemos que hablar de trabajo, de mercado de trabajo, de condiciones y que tenemos que volver a poner en el debate público esos temas que no se pueden seguir esquivando y lo aprendió de la peor forma, lo aprendió viendo cómo se deteriora la calidad de vida. Esto es algo triste porque no hay ningún motivo más que no hemos sabido encontrar acuerdos básicos, que no hemos podido ordenar las prioridades, porque el resto lo tenemos todo. Por eso hay que darle una oportunidad a un buen administrador como Horacio, que quiere dejar de discutir innecesariamente para pensar hacia adelante.
Su experiencia personal en el Congreso
– Siendo usted una persona del ámbito legislativo, ¿qué opina que a partir del 10 de diciembre no estarán en el recinto dos de los mayores exponentes de la cámara baja como lo son Graciela Camaño y Mario Raúl Negri?
– Sin dudas creo que la Cámara va a extrañar esa experiencia parlamentaria. Yo en lo personal voy a extrañar a Negri, que es mi padre legislativo, así como siempre reconozco que mi padre político es Emilio Monzó, quien me enseñó muchísimo de lo que yo aprendí en la política, entre ellos entendí la necesidad de dialogar con todos para construir. Para mí el mejor parlamentario que tuvo la Argentina, por lo menos en estos últimos años, sin dudas que es Negri, así que yo en lo personal lo voy a extrañar, pero me quedo de él con un aprendizaje enorme de estos años e intentaré honrar ese aprendizaje siendo una buena parlamentaria.
– Usted compartirá los primeros puestos para diputados nacionales con Cristian Ritondo y Miguel Ángel Pichetto, dos referentes legislativos de su espacio. ¿Si logra acceder a su banca, le gustaría seguir como secretaria legislativa o planea dar el salto para presidir el interbloque?
– Primero tenemos que ganar las PASO y que Juntos por el Cambio consiga mayor amplitud para construir mayorías. Si gana nuestra lista, confío en la capacidad de Horacio para para elegir el mejor equipo parlamentario que lo ayude a construir esas mayorías. Vamos a esperar que esto suceda. Horacio siempre elige a los mejores para cada lugar y él sabrá cuál cree que es el mejor lugar en el que yo puedo desde el Congreso contribuir a que la Argentina se desarrolle.
– ¿Cuál es el principal proyecto que busca impulsar en el caso de asumir como diputada nacional?
– Argentina se está perdiendo una potencia de desarrollo muy importante por la imposibilidad de las mujeres de ingresar al mercado laboral. Una de cada dos mujeres en edad de trabajar se encuentra inactiva y la principal barrera es la sobrecarga de las tareas de cuidado y la ausencia de políticas públicas para que las mujeres tengan, por ejemplo, donde dejar a sus hijos de los 45 días a los 3 o 4 años, que es el momento en donde los chicos ingresan al jardín de infantes. Los grupos de clases bajas tienen menos posibilidades de hacer eso, dificultándoles un segundo ingreso y una oportunidad de desarrollo para sus familias. Hay una potencia de las mujeres desaprovechadas por la imposibilidad de acceder al mercado laboral y quiero que en los próximos cuatro años se puedan impulsar todas las leyes que podamos para aumentar la tasa de formalidad en el mercado laboral, para mejorar la remuneración de los sectores económicos, donde se insertan las mujeres que están todos en la parte más baja de la escala salarial. Necesitamos trabajar en serio en batalla contra la pobreza y el eje tienen que ser las mujeres y para hay mucho para hacer en el Congreso.
– ¿No cree que en los últimos años hubo un recrudecimiento del discurso en contra de las políticas progresistas que atenta contra lo que propone, protagonizado por su coalición y por otros espacios, particularmente?
– Hoy todos hablan de progreso y desarrollo económico. La verdad es que lo que mueve una economía es la gente y las oportunidades que tengan las personas de trabajar y de producir. Y no hay posibilidad para muchas mujeres de hacerlo si no abrimos estos espacios de diálogo, si no buscamos qué es lo que falta, si no ayudamos a que esa potencia productiva de las mujeres esté en el mercado laboral y de que ahí aumente el PBI. Quien no crea en esto realmente va a estar desperdiciando una oportunidad de progreso para la sociedad y la economía argentina.
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