Precios, dólar importador y FMI: cuál fue el pedido del Gobierno a las empresas
«Hay que aguantar hasta el 15». El pedido del secretario de Comercio, Matías Tombolini, a supermercadistas, dio la pauta de cómo el Gobierno busca postergar los traslados a precios asociados al incremento de costos en bienes de consumo masivo que provoca tanto el impuesto PAIS del 7,5% a casi todas las importaciones como el encarecimiento del maíz por el ingreso del commodity al dólar agro.
El aguante supone no tocar los precios (en grandes cadenas) hasta la renovación de Precios Justos, dos días después de las PASO; rechazar listas que lleguen con aumentos -como las que ya soportan los almaceneros- y liquidar todo el stock disponible, ante la falta o ralentización del envío de productos.
Cuánto impacta el dólar importador en la presión tributaria y su aporte a la meta con el FMI
El «aguante» hasta las primarias se replica con el dólar oficial y la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), ambos ligados al salto inflacionario esperado por las medidas anunciadas el domingo 23. Para el Gobierno, el anuncio de acuerdo con el staff es algún tipo de compromiso para atravesar las PASO sin sobresaltos, hasta que el directorio del organismo se reúna al término de sus vacaciones, en la segunda quincena.
Impuesto para casi todos
Desde que, el lunes, se publicó la primera reglamentación del nuevo impuesto a las importaciones, las grandes compañías de consumo masivo buscaron apelar a sus permanentes contactos con Comercio para intentar exenciones a la medida. No tuvieron éxito. Este viernes, la reglamentación de Comercio acotó las excepciones al máximo: solo bienes e insumos que «de forma directa» participen en elaboración de productos de la canasta básica alimentaria no pagarán el 7,5% de impuesto PAIS. Los elementos de higiene y limpieza, entre otros, quedaron gravados, al igual que las importaciones para electrodomésticos.
Ese mismo lunes por la tarde, y sin mayores detalles sobre la nueva reglamentación, Tombolini les pidió a grandes supermercadistas acompañamiento hasta el 15 de agosto. Ese día se renovará Precios Justos y, recién ahí, habría una actualización de la pauta de aumentos. Mientras tanto, pidió rechazar las listas que vengan con aumento y exprimir al máximo los stocks propios, a sabiendas de que los proveedores restringirán lo más posible los envíos.
Esto empezó a ocurrir. Supermercados sospechan que los grandes fabricantes de productos de consumo comenzaron a retener mercadería a la espera del «15-A». Por dos razones: la primera es la esperada renovación del programa; la segunda, la posible devaluación del tipo de cambio que siempre se baraja como alternativa ante la escasez de reservas. Una multinacional alimenticia evaluó que tendrá un sobrecosto equivalente a 5 millones de euros en el segundo semestre.
Los intendentes del conurbano transmiten que una inflación del 6% mensual ya está asumida, pero que un nuevo sacudón podría atentar contra la búsqueda de votos de Unión por la Patria. Queda por ver si se votará con el almacén o con el supermercado.
Con todo, la canasta básica alimentaria sentirá un sacudón vinculado a los productos frescos. Productores de carnes, pollos, lácteos y huevos trasladarán a precios el encarecimiento del maíz. En estos productos, los controles de Comercio son más laxos y las posibilidades de pedalear los incrementos hasta después de las primarias, menores.
El Fondo y las PASO
Massa transmitió a sus socios de Unión por la Patria que la dura negociación con el FMI no interferirá en las PASO, al menos en lo cambiario. El acuerdo, confirmó el Fondo, da margen para «contener las presiones del mercado, con intervenciones en los mercados paralelos y de futuros de divisas centradas en abordar situaciones de condiciones desordenadas». Al pagar con créditos puente, no se sacrificarían reservas adicionales.
En el rincón kirchnerista de UP, creen que la gestión dominará la campaña hasta las PASO y que luego será el turno de rivalizar con los candidatos que queden en los dos principales espacios opositores. La gestión hasta el 13 de agosto no tiene muchas buenas noticias para contar: el ajuste fiscal sigue en marcha para arrimar a la invariable pauta de 1,9% de déficit fiscal (con ingresos extra que aportarían 0,8% del PBI, entre impuesto PAIS, retenciones y anticipo de Ganancias).
El Fondo volvió a pedir recortes en los gastos, focalizados en «contener el crecimiento de la masa salarial» del sector público, «actualizar las tarifas de energía», implementar «una asistencia social mejor focalizada» y «una mayor racionalización de las transferencias corrientes a las provincias y empresas estatales».
El plan «platita» quedará acotado a lo que puedan aportar las paritarias del sector privado formal. Las negociaciones que venían más rezagadas buscan que la cuota fuerte caiga en julio, como ocurrió con las empleadas de casas particulares (20% con los haberes de este mes). Comercio, en cambio, acordó aumentos mensuales del 7,5%, a tono con la pauta inflacionaria.
Por las dudas, el staff se encargó de poner en el acuerdo su propia cláusula gatillo: «El acuerdo está sujeto a la implementación continua de las acciones de política acordadas y la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI», aclaró.
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