Municipalizar la Policía no es un disparate
Es una propuesta interesante hacer un enroque (intercambio de posiciones con un propósito estratégico) de la Policía de la Provincia de Córdoba con la Municipalidad de la ciudad de Córdoba, un tema del que se está hablando y discutiendo en otras partes del mundo. Y la idea del candidato de Juntos por el Cambio ha sido oportuna, independientemente de la coyuntura política electoral.
Se presentó a la opinión pública y se puso en bandeja para la discusión y el debate con la ciudadanía.
En este diario, se expresaron sobre el tema algunos especialistas, como José E. Graglia, en su nota del pasado domingo 9, y Ricardo Runza, en la del miércoles 13.
Sociedad organizada
En estas líneas expondré una mirada desde el conocimiento y la experiencia de muchos años en territorio, 10 años estudiando y ejerciendo la participación ciudadana con una relación activa con la fuerza policial, funcionarios de gobierno, y el intento de abrir las puertas de la Justicia a través de la Policía Judicial: tarea compleja, de gran esfuerzo, titánica y muy difícil para lograr el cometido. Negación total de parte de sus autoridades.
La realidad indica, desde 20 veinte años, que la sociedad se debe organizar en la prevención. Ya no bastan ni alcanzan las promesas de mayor seguridad ciudadana por parte de las autoridades provinciales. Tomar más personal policial o aumentar el número de móviles no es suficiente ni equivalente a una reducción de la inseguridad. Puede significar sólo una sensación de mayor seguridad; nada más.
La responsabilidad pasa por el gobierno y el sistema judicial, no sólo por la Policía; pero el factor fundamental –que es principio y fin de esta problemática– es la construcción de una seria, responsable y eficiente “política de seguridad”, que debe estar articulada y vinculada con las políticas públicas de educación y de trabajo.
Sin esta combinación, es muy difícil bajar los índices de inseguridad, ya que la delincuencia y el narcotráfico se proveen de sectores sociales que no estudian ni trabajan. La inseguridad está presente a toda hora en todos los barrios de la ciudad de Córdoba, en unos más y en otros menos; pero nadie se salva o está exento de ser violentado.
Es necesario que el Estado, a través del gobierno de turno, cumpla con su deber constitucional de garantizar la seguridad de las personas.
Una idea posible
Municipalizar la Policía provincial no es un disparate, como plantea Graglia. Sí sería un tema complejo, pero es algo que en algún momento debe discutirse, dado la inacción y el fracaso de las políticas de gobierno para disminuir o contrarrestar la inseguridad.
Es interesante la propuesta de Runza de democratizar la designación de jueces penales, fiscales generales y jefe de la Policía. Suena auspicioso que el pueblo elija quiénes serán los encargados y custodios de la seguridad en cada zona, y qué mejor que hacerlo en la ciudad de Córdoba, donde tenemos los centros de participación comunal (CPC) para dividir los territorios de cada sector y donde también los vecinos podrían elegir a sus autoridades.
Ahí sí podríamos hablar de policía preventiva y de cercanía con el vecino.
El desafío de las autoridades actuales de Gobierno será dejar de tomar decisiones sólo con la mirada política y de conveniencia sectorial y oportunista. Las deberán tomar con responsabilidad constitucional, velando por la seguridad integral de las personas, su salud psicológica y sus bienes, y en resguardo de la paz social.
Considerando el callejón en el que se encuentra la seguridad, es indispensable que cada barrio se organice, no sólo en las juntas de participación ciudadana, creadas en la Ley Provincial de Seguridad Pública 9.235, de 2005, reemplazadas en 2014 por los consejos barriales, sino formando también sus propias comisiones de seguridad barrial, a través de las cuales se puede trabajar fuertemente en la prevención, manteniendo lazos cercanos y permanentes con las autoridades policiales de su jurisdicción y de gobierno, para atacar de manera conjunta el flagelo.
Más democracia
La gran diferencia existente entre las comisiones de seguridad barrial y los actuales consejos barriales de prevención y convivencia es que las primeras se gestan y nacen en la comunidad, trascienden tiempo y normativas, con lo que evitan ser manipuladas por los funcionarios de turno, mientras que las segundas bajan desde una regulación cambiante de los gobiernos vigentes y son coordinados por las autoridades políticas y sus punteros.
La seguridad abordada desde la integralidad –vecinos, municipio, Policía, clubes de barrio, comerciantes de la zona y demás actores sociales– nos da la posibilidad, como sociedad, de generar un espacio de involucramiento y compromiso para frenar uno de los flagelos que rompe familias y roba vidas.
* Expresidente del Centro Vecinal y excoordinador general de la Comisión de Seguridad Barrial de barrio Inaudi; titular del Movimiento Ciudadano Independiente
https://www.lavoz.com.ar/opinion/municipalizar-la-policia-no-es-un-disparate/
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.lavoz.com.ar/opinion/municipalizar-la-policia-no-es-un-disparate/