Inesperada prueba para Massa: que la oveja negra no sea cisne en una semana clave con el FMI
El 3 de agosto, Sergio Massa cumplirá un año como Ministro de Economía. Pocas veces se lo vio tan enérgico, fastidiado e, incluso, harto, como a fines de septiembre, cuando confesó en público: «Siento que estoy dando mis últimas pisadas en mi vida política».
Fue, también, una de las pocas ocasiones en las que se lo oyó descalificar a alguien por razones ajenas al ritual de fuego cruzado entre Gobierno y oposición. Trató a Alejandro Crespo, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna), de mentiroso. Ni la espiralización inflacionaria, los saltos del dólar o el minué con el FMI le despertaron ese tipo de reacción. Ni siquiera, cuando el mazo de las candidaturas se repartía y parecía que lo habían dejado fuera del juego.
En aquellos días en los que el agobio lo llevó a pensar en sus últimos días al servicio público, Massa intentaba apagar, entre otros incendios, el que había provocado el Sutna. Al cabo de cinco meses de bloqueos, piquetes y paros cada vez más intensos y dañinos, el freno total en la producción de neumáticos se había expandido a la industria automotriz, a un costo diario de u$s 20 millones en exportaciones de vehículos perdidas. El Sutna, además, había tomado el ministerio donde se discutía la paritaria.
Hombre del Polo Obrero, con el conflicto, Crespo cinceló un perfil propio en el mapa sindical. Oveja negra para los gordos de la CGT, que no supieron ni pudieron contenerlo, durante esa puja, el líder del neumático exhibió el apoyo de Pablo Moyano e hizo gala de sus vínculos con referentes de izquierda y de movimientos piqueteros.
Pasó el tiempo. Massa es el candidato de Unión por la Patria, el restyling del Frente de Todos para las elecciones 2023. La corriente es una semana clave para sus ambiciones presidenciales: él, desde Buenos Aires, y su equipo, en Washington, extreman esfuerzos para alcanzar el (nuevo) acuerdo con el Fondo, que garantice un horizonte de estabilidad, al menos, hasta las PASO.
El lunes, en disputa por una nueva paritaria, Crespo llamó a un paro total en todas las fábricas de cubiertas este jueves, con movilización al Ministerio de Trabajo. Las automotrices ya encendieron luces de alerta, ante el posible desabastecimiento que pueda generar un conflicto de tenor similar al del año pasado. «Ha empezado una situacion del conflicto del neumático que debe terminar con el triunfo de los trabajadores», arengó Crespo, quien prometió un plan de lucha.
La posibilidad de que el Sutna recree un conflicto como el del año pasado es una inesperada prueba de fuego para Massa, cuya candidatura tiene en la CGT una de sus vigas. Que el fuego no se expanda y el humo intoxique el aire fresco que daría un acuerdo en Washington. Y la oveja negra no se termine convirtiendo en un cisne del mismo color.
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