Los hermanos que crearon un nuevo negocio para los músicos: los eligen desde Bizarrap hasta Lali
Hasta octubre de 2020, la mejor venta que había logrado el artista Mike Winkelmann, conocido bajo el seudónimo Beeple, había sido por US$ 100. En marzo del año siguiente, una de sus obras digitales se subastó por US$ 69 millones y lo posicionó como uno de los tres artistas vivos más valiosos del mundo.
«Qué locura», pensó Facundo Migoya (21) cuando leyó la noticia. Él y su hermano menor, Manuel (18) habían empezado a minar ethereum en sus computadoras mientras estaban en la facultad y el colegio, respectivamente. No sabían qué hacer con esos ahorros y la operación de Beeple los llevó a investigar el mundo de los NFT.
«Vimos que no había un marketplace en Argentina o América latina de NFTs. Había tokens de arte, pinturas, esculturas, pero no habíamos visto un video de música, por ejemplo», cuenta Manuel. Así empezaron a delinear la idea de una plataforma de criptoarte enfocada en el ambiente musical. Y este no era un universo ajeno para su familia. Su padre, Martín Migoya, cofundador y CEO del unicornio Globant, tiene su propia banda, Sonic Diamonds, y los ayudó a conectarse con empresas del ambiente para que pitcheen su proyecto.
Pasaron seis meses hasta que finalmente su emprendimiento vio la luz. En noviembre de 2021 lanzaron Enigma. art, con los sellos PopArt y Dale Play Records como socios, y una inversión seed de US$ 3,3 millones en la que participaron Ripio, Newtopia VC y Kalei Venture, entre otros.
«Cuando nos reunimos con PopArt y Dale Play nos encontramos con que querían hacer algo parecido y terminamos entrando los tres juntos», cuenta Facundo. Y bromea: «Incluso les afanamos a nuestro CEO (N.d.R: Matías Loizaga, ex partner de PopArt)».
La influencia del mentor y el rol de Bizarrap
«Siempre estuvimos rodeados de emprendimientos con mi viejo. Cuando tuvimos la idea, él fue el primero en ayudarnos y empujarnos», comenta el menor del dúo. Y Facundo, chief marketing officer del emprendimiento, agrega: «Es como un board member. No está en el día a día, pero nos ayuda en términos de estrategia». En 2022 la familia unió su pasión por la música y la banda de Martín Migoya tocó en la carpa auspiciada por Enigma en el Quilmes Rock.
La primera colección que lanzaron tuvo como protagonista a Bizarrap. «La idea era salir con algo fuerte para ver cómo respondía el mercado. Nos fue bien, pero nos podría haber ido mucho mejor porque las cripto son un mundo muy extraño y es bastante complejo que la gente entienda y quiera comprarlo», asegura Manuel, chief product officer de la compañía.
También trabajaron con Lali Espósito, Babasónicos y Miranda con NFTs que incluían pases VIP a shows, merchandising y meet & greet. Hoy en la plataforma se pueden encontrar desde ilustraciones realizadas por Luis Alberto Spinetta, que se venden por 0.081 ETH (equivalente a US$ 149,7, según la cotización al cierre de esta edición) hasta tapas de la revista Rolling Stone por US$ 100.
La compañía se queda con una comisión de entre 10 y 20 por ciento en caso de trabajar internamente el NFT, en cambio, este fee baja a un 5 por ciento si el artista lo elabora por su cuenta. El resto del monto se lo queda el músico, además de recibir una participación en las ventas del mercado secundario.
«La idea es traerles herramientas a los artistas para que puedan expandirse al mundo web3 y así recibir su monetización de lo que hacen. En Spotify, a menos que seas un artista muy grande, cobrás centavos por mes», explica Manuel.
Los Migoya dividen su día entre el trabajo y los estudios. Ambos cursan en el ITBA: Facundo sigue la licenciatura en Administración y Sistemas, mientras que Manuel quiere ser ingeniero industrial. «El proyecto tuvo sus subas y bajas y en un momento era muy difícil verla. Pero ahora tenemos planes a futuro y queremos seguir aprendiendo», indica el mayor. Actualmente Enigma.art cuenta con 100.000 usuarios registrados con la Argentina como su primer mercado, seguida de cerca por México.
Nuevas unidades de negocio
Ahora, la startup, que tiene 20 empleados, sacó otras herramientas para que los artistas se conecten directamente con los consumidores. Una de ellas es Mixer, que por un monto que oscila entre los US$ 7 y 10, le permite al usuario jugar por separado con cada instrumento de algunas canciones para crear una versión propia.
Y también lanzaron smart tickets para recitales. El debut de esta unidad de negocio se dio con los tres shows de Bizarrap en el Hipódromo de Palermo. Para el productor musical también desarrollaron un álbum de figuritas virtual, con su propia app, que ya acumula más de 70.000 descargas.
El próximo paso, señalan, es continuar trabajando su pata de ticketing y en el corto plazo buscar una nueva ronda de inversión. «No buscamos un monto específico, sino un apoyo y validación más institucional. Ya tenemos un modelo de negocio que está más plantado y tenemos ingresos más previsibles en el futuro. Que un fondo institucional grande nos diga: ‘Si, estás en el buen camino'», afirma Facundo.
La versión original de esta nota se publicó en el número 354 de revista Apertura.
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