Subas considerables en soja, maíz y trigo: ¿habrá comenzado a traccionar la reapertura de China?
El 2023 comenzó con una noticia desde la economía china: se eliminaban las restricciones al COVID y, por lo tanto, China se preparaba para reabrir su economía.
Siendo China el mayor demandante de commodities del planeta, la expectativa era que pusiera muy de punta a todo el espectro commodities, tanto energéticos, metales básicos y alimentos, circunstancia que no ocurrió por el momento.
Por lo tanto, el trade «reapertura de la economía china» ha sido muy frustrante en este primer semestre de 2023. Sin embargo, en las últimas dos semanas se han observado fuertes subas en soja, maíz y trigo, reabriendo el interrogante: ¿finalmente, la reapertura de China estará empezando a traccionar?
Commodities
Dos grupos de commodites siguen todavía sin poder revertir tendencia: commodities energéticos y metales básicos. A esta realidad, se suman ahora los metales preciosos que, si bien habían tenido un buen repunte desde marzo de este año de la mano de la crisis bancaria en Estados Unidos, han claudicado sustancialmente a partir de mayo como reacción a tasas reales subiendo muy fuertemente en la curva norteamericana.
La fortaleza del dólar instaurada a partir del «AI shock» (inteligencia artificial) luce como cuasi-permanente, y esto no es buena noticia para el oro.
Los commodites energéticos y metales básicos con esta clara y contundente debilidad desde inicios de 2023 son una excelente noticia para la desinflación de Estados Unidos tal como vienen mostrando los datos sistemáticamente y esto es a pesar de la resiliencia en el core inflation (inflación núcleo), que debiera claudicar más temprano que tarde.
Un detalle no trivial en este contexto: la soja, el maíz y el trigo han tenido un fuerte rebote en estas últimas dos semanas y, planteando entonces una pregunta que se viene haciendo el mercado desde inicios de 2023: ¿cuándo comenzará a traccionar la reapertura de la economía china? Esta pregunta debe responderse en el marco de macrofinanzas internacionales comenzando por tasas de interés en Estados Unidos.
Tasas de interés en Estados Unidos
Las tasas cortas vienen perdiendo volatilidad, solidificando un escenario de tasas cerca de 100 basis por sobre los mínimos realizados en marzo de este año en plena crisis bancaria.
Un proceso desinflacionario que no pareciera converger a uno recesivo sumado a un «AI shock» (shock de inteligencia artificial) que promete incrementar la productividad marginal del capital y con ello ocasionar una suba en tasas reales, explican el salto en tasas nominales cortas. La presión en tasas cortas nominales y reales llegó para quedarse y, normalmente, los commodities no se llevan bien con este escenario.
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Mercado de acciones norteamericano
Al rally del Nasdaq se suma ahora un S&P que oficialmente inauguró su propio bull market desde hace tres semanas. Una desinflación que se instaura como proceso sistemático y una crisis bancaria que pareciera ser menos maligna de lo que se anticipaba son dos de los ingredientes que motivan al mercado.
Adicionalmente, una Fed que a pesar de su amenaza de «hikes por 50» (subas adicionales de 50 basis) se despediría de su ciclo de restricción monetaria en un futuro cercano, es otro aspecto que celebra Wall Street.
Sin embargo, para que el «bull market del S&P» pueda convalidarse es esencial que aumente el «breadth» (generalidad) del mercado, este es el gran desafío de los bulls (optimistas) de cara al tercer trimestre del 2023: generalización de una suba con evidente raíz tecnológica y muy concentrada en pocos papeles.
Pensando en mediano plazo, en ausencia de una contundente mala noticia, el mercado concluye que ha sobrevivido a dos eventos recientes: la crisis bancaria y el debt ceiling (límite de deuda).
Ambos eventos terminaron siendo licuados por el mercado que, por otra parte, se concentra en los siguientes drivers positivos. Primero; una aparente tendencia desinflacionaria, segundo; una recesión que no se percibe como inminente, tercero; un «AI shock» que promete ser explosivo, catapultando la productividad no solo del sector tecnológico de Estados Unidos sino de toda su economía.
El mercado sigue operando muy hawkish (restrictivo) la parte corta de la curva, pero esta vez por razones totalmente distintas a las observadas en 2022.
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Durante el 2022, era la Fed el jugador que imponía una persistente presión en la parte corta de la curva de tasas nominales con el objetivo de «romper» al consumo, desacelerar la economía y con ello, desinflacionarla, o sea, la suba de tasas nominales cortas ocurría por «razones negativas» y de esta forma, en general, ocasionaron un recorte muy fuerte en el equity.
Este 2023 también ha sufrido subas en la parte corta de la curva, pero por drivers totalmente diferentes. En este caso es «la recesión no inminente» más un «AI shock» el que puso una sorpresiva presión en tasas cortas nominales y reales, aspecto que, al correlacionarse con crecimiento futuro, ha sido celebrado por el mercado.
En este entorno de mediano plazo, el mercado no encuentra una mala noticia contundente como pare venderse sistemáticamente, pero en niveles de sobrecompra y, por lo tanto, vulnerable al corto plazo. Será clave observar si un mercado que subió con poco «breadth» logra generalizar el rally para convalidar el quiebre reciente del S&P y para que ello ocurra será relevante que se siga solidificando la noción de una economía que se desinflaciona sin recesión inminente.
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