Cuidar el bienestar de los jubilados cordobeses
Los regímenes previsionales están en crisis en todos los países del mundo que intentan asegurar un estilo de vida digno para los adultos mayores.
Las principales razones de los desajustes se vinculan con el aumento de la expectativa de vida, así como con una baja en el número de aportantes a partir de los cambios producidos en el mundo laboral.
Argentina no es ajena a esa crisis. Las modificaciones introducidas en los últimos años en el Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP) no mejoraron las condiciones de sus beneficiarios.
Por el contrario, las empeoraron a partir del pago de haberes insuficientes. Dos de cada tres jubilados nacionales perciben el mínimo, que desde este mes es de $ 70.938, más un bono por tres meses, de acuerdo con el monto del beneficio.
Los miembros de la clase pasiva que obtuvieron una jubilación o una pensión de la Caja de Jubilaciones de la Provincia se encuentran en una situación mejor en términos nominales, sin que ello implique alcanzar los estándares deseados.
Durante las diversas gestiones del peronismo, se efectuaron distintas reformas para acotar el enorme déficit del organismo, al tiempo que se adecuaron las exigencias previsionales al régimen establecido a nivel nacional.
El problema principal radica en la disputa permanente con la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), que debe financiar el déficit de la Caja provincial, así como el de las que funcionan en otras 12 administraciones.
La Provincia decidió reclamar ante la Corte Suprema de Justicia que la Anses cumpla con el giro de fondos previstos en el Presupuesto 2023 y que disminuya la deuda acumulada por ese incumplimiento, que en abril había superados los $ 13,5 mil millones.
Existen varias propuestas para modificar el actual régimen previsional provincial por parte de los candidatos a gobernador en los comicios del 25 de junio próximo.
Todas ellas pretenden mejorar las condiciones de vida a partir de un aumento en los haberes que perciben los beneficiarios.
La clave, no obstante, sigue siendo el aporte que debe realizar la Anses para el sostenimiento del sistema.
Los cambios deberían apuntar también a modificar los regímenes especiales que tienen varios de los gremios estatales, cuyos aportes ordinarios y extraordinarios se destinan a la Caja de Jubilaciones.
Sin actitudes demagógicas y electoralistas, también debe evaluarse la necesidad de modificar la edad de cese de la actividad laboral, como está sucediendo en países vecinos y en Europa.
Las condiciones de vida y las prestaciones laborales se han modificado en los últimos años, lo que permite a los trabajadores prolongar su vida útil.
Todos estos elementos no pueden estar alejados de cálculos actuariales que den sustento a los cambios, ya que el bienestar de los jubilados provinciales no puede medirse sólo en el corto plazo, sino en la perdurabilidad del régimen previsional.
La composición de la futura Legislatura de Córdoba tendrá ante sí el desafío de congeniar la realidad económica con las aspiraciones de los adultos mayores, para darle perdurabilidad al estado de bienestar que se aspira a alcanzar.
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