Se estrena la obra Mientras los filósofos duermen, con dirección de Paco Giménez: historias siempre vigentes
Del Cervantes al Real y La Cochera; de la historia olvidada de un poeta del siglo pasado a la vigencia del presente. Este jueves se estrena en la sala Azucena Carmona la obra Mientras los filósofos duermen, versionada por Paco Giménez.
La propuesta llega al escenario en el marco del programa “TNC produce en el país”, una iniciativa del Teatro Cervantes de Buenos Aires para producir obras en distintas provincias con teatristas locales.
En diálogo con VOS en el subsuelo del Teatro Real, Paco cuenta que ya venían trabajando con este grupo de La Cochera en esta obra cuando vieron la convocatoria del Cervantes y decidieron postularse. Ser seleccionados le imprimió velocidad a sus ritmos usuales de producción (Paco trabaja con varios grupos simultáneamente) y así concretaron este proyecto que traían en mente desde las épocas prepandémicas.
Mientras los filósofos duermen está basada en la obra La cueva caliente, de Raúl González Tuñón, poeta porteño que vivió entre 1903 y 1974 y que incursionó en teatro con algunas dramaturgias, sus obras menos conocidas. “Un poeta que se animaba a hacer teatro”, resume Paco.
La historia de González Tuñón, para Córdoba 2023
Mientras los filósofos duermen comienza a la medianoche. En la obra, los reyes del hampa, los jefes de los ladrones, de los secuestradores, del narco, se reúnen porque en la ciudad no hay dinero. Ha pasado todo a manos del rey del dinero. Así que urdirán un plan para que él libere la plata y poder hacer funcionar sus propios negocios. Mientras, el pueblo, hundido en la miseria, tiene sus propios planes.
“Me pareció interesante por esta idea de que la riqueza del mundo está en manos de unos pocos mientras que la gran mayoría o bien padece hambre, o bien tiene que trabajar muchísimo para mantener un mínimo nivel de vida”, explica Paco.
Sobre el texto de González Tuñón, cuenta: “Esta es una obra poco conocida por la gente de teatro. Sin embargo, en los ‘70, una amiga mía muy lectora, muy culta, me comentaba siempre que le gustaba esta obra. Yo me acordé de ella y este texto hace unos años. Le comenté a otra amiga, buscó comprarla online y me la regaló”.
Como hizo el año pasado con Coriolano a plena luz y con decenas de obras antes, Paco tomó ese texto para trabajarlo, transformarlo, y bajarlo a la actualidad: “Vi que era una obra, hecha a mediados del siglo pasado, muy extensa, con muchos personajes. No estoy acostumbrado a hacer una obra tal cual. Por un lado, porque he tomado generalmente obras que no pertenecen a esta época, entonces, hace falta una idea que les dé vigencia. Me sale más versionar”.
Para ello, el equipo al completo se puso a “procesar creativamenteel material” en una forma de trabajo que ya les es familiar. Paco va recolectando lo que sale del trabajo grupal y ajustando la dramaturgia.
Es clave el aporte de Eugenia Cabral, quien hace la asistencia literaria: “Con ella trabajo desde hace 25 años cuando hicimos una versión de Un tranvía llamado deseo, de Tennessee Williams, una versión también muy cordobesa. No recuerdo por qué o cómo pero ella empezó a trabajar en ese proyecto. Es muy lectora, yo le empecé a dar los libros para que los leyera y nos ayude a procesarlos. Tiene una manera de trabajar la estructura, de hacer asociaciones, nos da un panorama… es una puerta abierta a la literatura, cosa que yo no tengo”.
Paco Giménez, más de medio siglo de hacer teatro cordobés
No los aparenta, pero Paco Giménez tiene 71 años y, cómo él mismo señala, lleva unos cincuenta haciendo teatro. Hoy, ¿se siente más cerca de la dirección o de la interpretación? ¿Alguno de esos roles lo cansa?
“Yo hace exactamente 10 años me saturé, me harté, me enfermé. Pasé un año lejos de todo, abandoné lo que estaba haciendo en Buenos Aires y acá. Cuando me recuperé, me entró un entusiasmo bárbaro para proseguir. Salvo ese año, nunca he parado de hacer teatro. A mí no me interesa el teatro como un gran arte, a mí me gusta hacerlo y hacerlo con ellos (sus diferentes grupos de actores con los que comparte el trabajo en La Cochera)”, dice Paco.
“Con gente como ésta, yy pensar cómo hago una obra, si es para una persona, si es para más, resolver eso, me encanta, me encanta tener desafíos, ver qué invento. Cuando estoy con ellos (misma aclaración anterior) me estimulan a eso. Si así no fuera, me quedaría en mi casa, escuchando música, viendo novela, con los perros, los gatos”, sigue.
Por otro lado, rememora: “Yo quería ser actor. Pero no sé qué vio la gente en mí que me convocó para que los dirija. Yo no sabía decir que no y, además, en el primero grupo que me convocó, allá por 1974, había una persona de la que estaba enamorado. ¿Quién no ha hecho algo así? Así que entré y a partir de ahí me pedían que los dirija, que de clases, porque se divertían conmigo. Por eso, por eso hay gente que todavía es parte de La Cochera que viene de los ‘80″.
¿Se siente interpelado por el teatro de hoy, va a verlo? “Sí, veo, me invitan mucho. Yo no tengo auto, a veces voy en bicicleta, a veces me da vagancia también, hace frío. Cuando voy es porque me interesa, por un comentario o algo. A mí no me interesa ver actores profesionales, sino los hallazgos: ver que han encontrado algo distinto, ya sea en cuanto al espacio, en cuanto a que hayan versionado algo, algo así”, responde.
“Por ir a ver ‘buen teatro’, no. Ni ir a ‘buenos actores’, tampoco voy al teatro porque quiero ver buenos actores. A mí me gusta el teatro independiente, el teatro imperfecto, el que está tratando de lograr algo nuevo, que es como un discapacitado que está tratando de encontrar un lenguaje para comunicarse. Eso, en lugar de pensar que ya hay un lenguaje garantizado. Eso no me interesa”, cierra.
Sobre el programa “TNC produce en el país” 2023
El programa “TNC produce en el país” es una nueva etapa del “Cervantes Federal” que lleva ya 16 años de ejecución, y que desde la institución consideran “fundamental” en la historia de los procesos de federalización del Cervantes. Como destacan, promueve el desarrollo de artistas de la Argentina (con excepción de CABA y Gran Buenos Aires) en sus territorios, en sinergia con distintos organismos e instituciones provinciales y municipales.
Sobre un total de 109 proyectos presentados en 2022, siete fueron seleccionados para ser íntegramente producidos en la temporada 2023. La selección la hizo un tribunal formado por distintos profesionales entre los que se cuenta Gladis Contreras (directora del TNC).
Las siete producciones a realizarse en 2023 (además de Mientras los filósofos duermen) son: De quién es el mar, proyecto de Astrid Urban (Santa Rosa, La Pampa); Otilia Buenaventura, proyecto de Luis Serradori (Monte Caseros, Corrientes); Hedda Gabler, versión libre de Edgardo Dib (Ciudad de Santa Fe); Los establos de su majestad, proyecto de Víctor Arrojo (Las Heras, Mendoza); Los lugares cambian, proyecto de Rodolfo Pacheco (San Salvador de Jujuy); y Deus ex machina, proyecto de Ezequiel de Almeida (Mar Azul, Buenos Aires).
Para ver
Mientras los filósofos duermen. Estreno 15 de junio. Funciones hasta el 30 de julio. En la sala Sala Azucena Carmona del Teatro Real (San Jerónimo 66), de jueves a domingo a las 20:30. Entradas a $ 500 disponibles en ventas.autoentrada.com y en la boletería del teatro (de martes a domingo de 10 a 20).
Basada en La cueva caliente de Raúl González Tuñón, escrita y dirigida por Paco Giménez. La asistencia literaria es de Eugenia Cabral, la producción local de Marcelo Castillo y el diseño y la realización de escenografía de Pablo Chiaretta.
En escena: Josemar Bravo, Dimas Games, Mario Gorostidi, Sapo Heredia, Jorge Ismael Juarez, Karina Juric, Javier López, Mónica Morea, Ernesto Salas y Marcelo Trujillo.
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