Faltazos de peso, cánticos cruzados y cambios al documento final: lo que no se vio del acto de la CGT
La línea central del mensaje de la CGT se resume en cinco palabras del documento final que se dio a conocer en el acto en el club Defensores de Belgrano. Y no está contenido en el pedido de reducir la jornada laboral, en el aval a Sergio Massa o en las críticas al Fondo Monetario Internacional y los anti-sistema como Javier Milei que lesionan la democracia y a quien aluden sin nombrar.
La verdadera razón de ser de este nuevo documento y del acto en conjunto por el Día del Trabajador y la Trabajadora que motivó a sus corrientes a intentar mostrarse juntas pese a todo lo que las separa se resume en el ‘para qué’. «No somos convidados de piedra», esgrime el texto en una solitaria pero contundente frase, ni siquiera en negrita.
La CGT reclama una reforma laboral y carga contra el FMI y Milei
Comercio, infraestructura y fecha para los blindados Guaraní: cómo avanzan los acuerdos con Brasil
Eso y retener la idea de que solo a través de la unidad la CGT puede gravitar en las definiciones políticas por delante, más allá de sus diferencias. «Unidad en la diversidad» era el eje rector. Así y todo, la foto de la unidad no pudo ser completa. Hubo Moyanos pero Hugo y Facundo, no Pablo, el más rebelde de la familia. «Tendrán sus razones para no haber ido», deslizó Carlos Acuña, otro cosecretario general de la central, minimizando las «pocas ausencias» pero notables al ser consultado por El Cronista.
También hubo delegaciones de gremios con alto poder de movilización que se acomodaron en unas pocas gradas, llamativamente. Algunos que llegaron sobre el final, como el bancario Sergio Palazzo. Y otros que directamente no fueron de la partida, como Mario Manrique (SMATA), Sergio Sasia (Ferroviarios) y Omar Plaini (Canillitas). Tampoco se lo vio a Víctor Santa María (SUTERH) ni a Héctor Amichetti (Gráficos).
«No hubo una postura orgánica de las corrientes sino decisiones individuales de cada sindicato», explicó a este medio uno de los que prefirió no asistir al club Defensores.
Así y todo, entre el borrador del texto que circuló en las horas previas, salido de la pluma de Gerardo Martínez (UOCRA) -ausente con justificativo médico- y el que finalmente se difundió por canales oficiales a media tarde, hubo cambios que fueron mucho más allá de los detalles de estilo. Si bien el núcleo de ideas se preserva inalterable, se añadieron algunas líneas que enfatizan en la crítica hacia el estado de cosas. ¿Una concesión a los ausentes para forzar la sensación de unidad en la diversidad?
Los cambios en el documento final
«Es con políticas de desarrollo de mediano y largo plazo que podremos salir de la mirada cortoplacista que nos sumerge en la trampa de la emergencia para no pensar el futuro», sumó el documento final. También alusiones, en letras capitales, a «LA FELICIDAD DEL PUEBLO Y LA GRANDEZA DE LA NACIÓN» como los «anhelos que la verdadera democracia debe representar».
Incluso se añadieron puntos que no estaban en el borrador previo sobre «aprender de las lecciones del pasado reciente» y «detener esta escalada del «sálvese quien pueda» al hacer referencia a la «pérdida de poder adquisitivo, (la) distorsión de precios relativos por efecto de la inflación y (la) apropiación de rentas extraordinarias».
En los discursos se confrontó con Milei y sus ideas de dinamita liberal. También se institucionalizó la demanda por una reforma laboral que no se centre en las «trabas laborales» y la «industria del juicio» sino en reducir la semana laboral de las actuales 48 horas en línea con el aumento de la productividad. Otro gesto de unidad.
Al micrófono, hablaron Verónica Scarpato (Aeronavegantes), Acuña (Estacioneros), Jorge Sola (Seguros) y Héctor Daer (Sanidad). Cuando habló el último de los triunviros, los Camioneros lo interrumpieron con sus cantos. El atril esperaba también por el único Moyano que no fue, Pablo. Sobre el escenario se posicionó Hugo, en silencio, y Facundo prefirió el llano.
Al final, la versión definitiva del documento sumó otro mensaje en clave: la exhortación a «un modelo económico incluyente (que) debe privilegiar el valor del trabajo, distribuir más equitativamente los frutos de la productividad y entender que los derechos de las y los trabajadores no son privilegios», casi en línea con las exhortaciones de la Vicepresidenta Cristina Kirchner aunque muchos, sobre esas tablas, se inclinan por otro postulante.
Recuperar la decisión
El movimiento obrero y sus representantes quieren recuperar la centralidad. Para dar el debate sobre qué tipo de reforma laboral hay que llevar adelante cuando desde Juntos por el Cambio y el espacio libertario prometen reformas al régimen laboral si vuelven a la Rosada. Cambios sin demora, sostiene Horacio Rodríguez Larreta. Cambios sin resistencias, augura Patricia Bullrich. Cambios con motosierra, promete Milei.
Pero el gremialismo también quiere tener voz en una instancia previa a esa aún hipotética conquista del poder por parte de la oposición. Quiere tener opinión en la próxima conformación de las listas electorales hacia adentro del Frente de Todos durante el mes y medio por delante para retener voz y voto sea cual sea el resultado en octubre o noviembre.
Si en el borrador del documento, la CGT reclamaba -tal el verbo escogido- el derecho a participar de las decisiones políticas, en el documento final se potenció el tono: «Esto nos da derecho a participar de las decisiones políticas que nuestro movimiento debe expresar». El principal obstáculo, puertas adentro de la CGT, es que prevalece la diversidad por sobre la unidad a la hora de elegir a quién apoyar en la justa presidencial.
Andrés Rodríguez (UPCN), Martínez y Acuña ya se manifestaron abiertamente por Massa. Daer lo desliza. En el documento «La Argentina que nos merecemos estamos a tiempo» no se menciona explícitamente al ministro de Economía aunque sí reivindica sus negociaciones con el FMI para cambiar las metas. A Massa lo invitaron como orador pero no estuvo presente en el acto porque voló a Brasil y dejó un mensaje de adhesión vía Whatsapp.
«Estimados Compañeros -saluda la breve misiva-. Me hubiese gustado mucho acompañar a los trabajadores en este día para transmitirles mi compromiso de trabajar juntos en la estabilización de la economía y la recuperación de los salarios. Pero la tarea me llevó a Brasil para trabajar en la consolidación de la relación económica y comercial con nuestro hermano país.»
Y cierra: «No va a faltar oportunidad para otro encuentro para compartir juntos el debate sobre el futuro del trabajo en un mundo que nos sorprende todos los días. Un fuerte abrazo con la convicción de creer en una sola clase de hombres, los que trabajan». Solo una parte de la CGT se juntó con Massa la semana pasada para dialogar sobre un acuerdo que alinee precios y salarios. Son los que estaban en el acto en Defensores, mayormente.
Otra parte del gremialismo se enteró por Twitter cuando vio la foto. Son los mismos que mantienen su alineamiento con el kirchnerismo y siguen agitando la idea de «Cristina candidata», a esta altura más como bandera que como posibilidad concreta. En esa columna se alistan gran parte de los ausentes en el acto, así como otros gremios que enviaron delegaciones para mantener la premisa de la no ruptura pero que no piensan igual a los que hablaron.
En ese punto radica la mayor diversidad que impide la unidad. La cuestión es que en gran medida influye sobre todo lo demás que se discutirá en las próximas semanas, desde la confección de las listas a la forja de un programa y el candidato o candidata a la Presidencia a cargo de ponerlo en discusión.
https://www.cronista.com/economia-politica/faltazos-de-peso-canticos-cruzados-y-cambios-al-documento-final-lo-que-no-se-vio-del-acto-de-la-cgt/
Compartilo en Twitter
Compartilo en WhatsApp
Leer en https://www.cronista.com/economia-politica/faltazos-de-peso-canticos-cruzados-y-cambios-al-documento-final-lo-que-no-se-vio-del-acto-de-la-cgt/