El diseño como herramienta para visibilizar una problemática
Diseño regenerativo, así es como llama la diseñadora chaqueña, Mariana Acevedo, a la colección que realiza a partir de un textil de algodón agroecológico cultivado por comunidades Qom. Utilizar esta tela para sus diseños representa devolver a la tierra algo de lo que ella brinda a los seres humanos. «Mediante este sistema de cultivo agroecológico se capta dióxido de carbono del medioambiente y el ambiente mejora, se regenera. Estas plantaciones sustentables representan un beneficio a la tierra y a las comunidades Qom que pueden tener una mejor calidad de vida», señala.
Surgida de una camada de diseñadores jóvenes de Chaco hace casi quince años, en su próximo proyecto, llamado 79 Wellness, Acevedo se aleja del diseño de indumentaria y propone una línea de bienestar como mantas y batas confeccionadas a partir de este textil que tiene una larga historia detrás.
En 2019, Acevedo junto con otras diseñadoras de la provincia -Anabella Oviedo, Karla Gryb, Luján Signoris y Emilia Velazco- fueron convocadas por la fundación llamada Red de Salud Popular Dr. Ramon Carrillo, para participar de la experiencia No»oxonec (que significa entrelazado) – Algodón de frontera, con el objetivo de confeccionar prendas a partir del textil de algodón agroecológico cultivado por los aborígenes Qom.
El objetivo fue dar visibilidad a las problemáticas de estas comunidades que se encuentran en Pampa del Indio y Juan José Castelli, una pequeña parcela en General Roca y, también, en Rancho Viejo, La Isla, La Leonesa y Las Palmas.
La fundación Ramón Carrillo las acompaña desde los años 80 y les brinda asistencia en ámbitos de la salud como nutrición, pediatría, ginecología. «Hace más de diez años, los médicos que atendían a la comunidad empezaron a preocuparse porque veían demasiadas enfermedades en sus habitantes. Muchos jóvenes se enfermaban de cáncer; los más chicos tenían problemas en la piel o gastrointestinales; había personas que se morían repentinamente», cuenta la diseñadora. «A través de diferentes estudios se corroboró que el mal estado de salud de toda la comunidad se debía a las fumigaciones con agrotóxicos en campos de cultivo linderos al lugar que ellos habitan», añade.
La fundación presentó entonces un proyecto para la modificación de la Ley de biocidas (2012) que trata sobre la gestión de fertilizantes y que se aprobó en 2018. Esta norma prohíbe la fumigación sobre sus hogares. «Sin embargo, si estas personas fumigan igual les cobran una multa de poco monto. Entonces, desde la fundación tienen que controlar y denunciar cuando no se cumple la ley», aclara.
Según cuenta la diseñadora, para ayudarlos a mejorar su calidad de vida -los Qom no tienen luz eléctrica ni agua potable-, desde la fundación pensaron en brindarles una capacitación con ingenieros del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) para que les enseñen a sembrar, en este caso algodón. El INTA les donó semillas no modificadas genéticamente y muchas familias de la comunidad hoy son multiplicadores de semillas, mientras que otros siembran y cosechan.
«La comunidad fue capacitada y, en 2019, se logró la primera tanda de textil que las diseñadoras usamos en nuestras marcas para confeccionar prendas para una colección cápsula», cuenta.
Sembrar, cosechar, desmotar, hilar y tejer en cooperativas dentro de la provincia llevó mucho esfuerzo. Todo lo que se recauda con la venta de hilo y tela vuelve a la comunidad agricultora, además del 20% del textil producido.
Recientemente, desde el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) se realizaron pruebas con la fibra de algodón cosechada por la comunidad y las conclusiones fueron sumamente positivas desde el punto de vista de un cultivo sustentable. Por un lado, este algodón requiere mucho menos agua que el convencional, la fibra es mucho más resistente y el rinde es superior. Por ejemplo, una planta florece tres veces mientras que en el caso del algodón con agrotóxicos lo hace solo una.
Por estos días está disponible para la venta en todo el país el hilo de algodón crudo y, próximamente, tendrán disponible más tela. Con esta experiencia, que hace hincapié en una solución sustentable, los diseñadores ponen en valor el trabajo de la comunidad Qom, a la vez que hacen visibles sus problemáticas y contribuyen a mejorar su calidad de vida.
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