El Cronista @cronistacom: Fernández vs Fernández: la bigamia política a la que empuja el divorcio presidencial

Fernández vs Fernández: la bigamia política a la que empuja el divorcio presidencial

Los mundiales tapan secretos y guerras. Hechos importantes de la Argentina, por ejemplo. Sucedió otra vez en vísperas del 2 de abril, 40 aniversario de la guerra de Malvinas. Mientras nos entusiasmábamos con la previa del sorteo para el Mundial 2022 Pablo Moyano, integrante del triunvirato de la CGT, supremo de Camioneros, ingresó a la Casa Rosada. Su presencia no fue una noticia aunque lo fue su reiterada ausencia durante la semana en los encuentros que con industriales y sindicalistas impulsó el Gobierno para pactar calma social y pretensiones empresariales en su «guerra» contra la inflación. Por la CGT fue Héctor Daer el designado para esas relaciones, como jefe de la central y mejor amigo presidencial.

De camisa celeste y chaleco de lana azul, Moyano hijo se dejó ver por la explanada de la Rosada, ingreso de los invitados VIP. Subió al primer piso y generó confusión. No, el presidente Alberto Fernández no lo vio ni lo recibió como a su padre Hugo Moyano la semana anterior. En cambio tomó café con Julio Vitobello, secretario general, pocos días después de haberse encontrado a solas con Máximo Kirchner.

Los Moyano operaron en paralelo. El padre con el Presidente y Pablo con el jefe del PJ de la Provincia que desprovisto de cargos en el Congreso teje vínculos sin descanso aunque no se vea.

actos divididos

No son los únicos que atienden todos los frentes. Sergio Massa es un ejemplo de flexibilidad. Este sábado estuvo en los dos actos por Malvinas, con el presidente Alberto Fernández al mediodía y por la tarde con Cristina Kirchner que reapareció con toda la pompa después de cuatro meses. «Mi presidenta» la llamó el diputado chaqueño Aldo Leiva, primer ex combatiente en ser diputado nacional. El último acto en el que había hablado la Vicepresidenta fue el 10 de diciembre. Ese día dijo que había que traer los dólares de afuera para pagar la deuda. Un dato que expone el divorcio de la fórmula presidencial: como si fuera hijo de padres separados cuatro horas antes el Presidente homenajeó a Leiva, entre otros ex combatientes, en el Museo de Malvinas.

En ese clima enrarecido Massa evita las confrontaciones para evitar las esquirlas. Más cómodo se lo ve en la avenida del medio que rearmó. Se ocupó toda la semana de aceitar los vínculos con la oposición para que arranque el trabajo en el Congreso. El debut será con la ley de alquileres que reclama la sociedad y condición número uno de Juntos por el Cambio para sentarse a hablar. También puso su firma en el proyecto de Máximo Kirchner para convertir en ley el Programa nacional de atención a la salud del veterano de guerra y de su grupo familiar.

Con Mauricio Macri ocupado en el Mundial de Bridge, Horacio Rodríguez Larreta es otro de los que  volvió a circular por la misma avenida que Massa. Apenas mostraron un cuchicheo entre ellos en el aniversario de la Asociación Conciencia. El gesto de Malena Galmarini en cambio dejó clara la amistad: la presidenta de Aysa tomó del brazo al jefe de gobierno porteño y bromeó largo rato con él mientras su marido daba un discurso pidiendo consenso básico por lo menos para cinco políticas públicas de desarrollo.

morales y larreta

Ahí tuvo también su postal de reencuentro Gerardo Morales, precandidato presidencial de la UCR, que armó una jornada para analizar la lucha contra el narcotráfico. Invitó a todos sus posibles contrincantes bajo el no explicitado lema de que si no puedes con tu enemigo debes unirte a él. 

Morales sumó al debate a halcones y palomas, como Patricia Bullrich, Miguel Pichetto y Rodríguez Larreta que además fue con él al cementerio de la Recoleta al homenaje a Raúl Alfonsín.

Ningún gesto es inocente. Morales le reprocha al jefe de gobierno que intente robarle dirigentes en la UCR. Tiene razón en estar prevenido.

En su meticuloso esquema de trabajo el jefe de gobierno porteño se encontró a solas por segunda vez con el correntino Gustavo Valdés. En medio de los incendios lo visitó junto con Diego Santilli, se quedó una noche en Corrientes, charlaron largo rato dejó ayuda contra los incendios. En otro gesto valiente el jueves lo fue a ver a la casa de la provincia. Valdés volvió a agradecerle la ayuda de la Ciudad pero sin prometer nada porque, repite, su candidato será radical.

Santilli no pasa un día en que no recorra algún municipio bonaerense. Ahora trabaja con el objetivo de encolumnar detrás suyo a todos los intendentes del PRO y ser único candidato. Para que así fuera tendría que convencer a Cristian Ritondo, Néstor Grindetti, Diego Valenzuela, Julio Garro. «Hay muchos intendentes que pueden llegar a la gobernación», dijo días atrás el de Lanús que aunque está habilitado para una nueva reelección hace tiempo anunció que no intentará repetir.

Santilli avanza con la obsesión de que Rodríguez Larreta sea presidente de la Nación, convencido de que Juntos por el Cambio tiene que mantener o superar los 39 puntos que él sacó en la última elección. Para gobernar en cambio, necesitaría ampliar la base política y consideran imprescindible asociar a radicales y peronistas. Hoy hay charlas subterráneas con algunos de los «barones» del Conurbano.

Los radicales también están en la lista del larretismo. Incluso hasta podría haber una fórmula compartida entre Santilli y un intendente. Algo como lo que hizo María Eugenia Vidal con Daniel Salvador aunque esta vez el casting es bastante estricto: buscan alguien con mayor conocimiento y experiencia de gestión.

lousteau se queda en capital

El método electoral de Larreta es parecido al de la Ciudad donde sumó al sector de Martín Lousteau. El presidente del Banco Ciudad, Guillermo Laje, es un ejemplo de ese entendimiento. 

De todos modos Lousteau sabe que no le regalarán la candidatura a jefe de gobierno. El PRO tiene todavía por lo menos dos precandidatos: Jorge Macri y Vidal. Macri acepta que en Provincia no tiene chances y que su apellido pesa menos en contra en Capital que en su distrito. La ex gobernadora arrancó su recorrido por el país, pero no está claro su futuro político.

Por pedido y consejo de quienes lo rodean, el senador Lousteau inició esta semana su precampaña en Capital decidido a ser candidato a jefe de Gobierno. Ya descartó ir por la presidencial. 

Para el debut eligió el barrio de Floresta. El año pasado Juntos por el Cambio sacó la una de las mayores diferencias en la Comuna 10. Le ganó al Frente de Todos por 47 contra 23.8% . Radical de Evolución el senador tiene un acuerdo con el gobierno porteño para que le habiliten las PASO. Aunque parezca un distrito «fácil» nadie olvida que Rodríguez Larreta le ganó la interna a Gabriela Michetti cuando ella era la aparente favorita del electorado.

Sergio Massa rearma la avenida del medio y convoca a su propio Pacto de la Moncloa en Diputados – El Cronista

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