Ramadán
El próximo 2 de abril comenzará un nuevo Ramadán para los musulmanes del mundo. Algo que caracteriza a este mes del ayuno islámico es el contacto estrecho entre el creyente y su Señor durante 30 días corridos.
“Quien de vosotros es testigo de la llegada del mes de Ramadán, pues debe ayunar y así proclamar la grandeza de Dios y serle agradecido” (Corán, 02.185).
Ramadán es el mes de la bondad y la misericordia, en el que Dios todopoderoso cubre con su bendición a los creyentes. Para ser merecedor de esa bendición, no se debe incurrir en los pecados y arrepentirse de ellos si los hubo, hay que tener la intención de hacer el bien y someterse al Señor con un corazón sano, y así beneficiarse con este mes del ayuno.
Muhammad, el mensajero de Dios, solía decir: “Oh, Dios, bendice y purifica nuestros corazones por la llegada de Ramadán”.
El bendito mes de Ramadán es una temporada de varios actos de adoración, como ayunar, orar, recitar el Corán, dar caridad a los necesitados, recordar a Dios, buscar su perdón y salvarse del Infierno.
El ayuno es salud. Cuando Dios impone un mandato, es porque tiene un gran beneficio para la gente. El mensajero dijo: “Ayunen y vuestro cuerpo sanará”.
La gran determinación y la fuerte voluntad son factores importantes al momento de comenzar el ayuno y cumplirlo al pie de la letra. Eso señala un camino lleno de devoción hacia Dios, que el creyente va transitando sin detenerse ni vacilar.
Ramadán es un acto exclusivo para Dios. Él lo ha señalado como algo propio para sí mismo por encima de todas las demás obras, con una gran ventaja para quien cumple con el ayuno. El profeta Muhammad comentó sobre una narración celestial en la que Dios dijo: “Toda obra del hijo de Adán es para él, excepto el ayuno, que es para mí, y yo lo recompensaré inmensamente…”. Esta especificación hace que el creyente no descuide esta oportunidad que aumenta su entusiasmo por lograr esa gran virtud.
En este Ramadán, elevaremos nuestras súplicas al Señor para que Argentina siga siendo una tierra de amor para todos, se aleje para siempre el fantasma de la pandemia, reine la cordura y la paz en el mundo, y para que volvamos a la senda de la prosperidad y el progreso. Eso se logra con hombres de buena voluntad y firme determinación.
*Imán, miembro de Comipaz
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