Exclusivo: la letra chica del acuerdo entre Argentina y China según el embajador Vaca Narvaja
En primer lugar las definiciones políticas tajantes. Luego los detalles técnicos de lo acordado entre los presidentes Alberto Fernández y Xi Jinping. El embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, no puedo ocultar su entusiasmo tras la gira del presidente por Beijing y exclama sin vueltas una apreciación relevante para las relaciones internacionales: «hay una posibilidad real de que China será de acá a 3 o 4 años el principal socio comercial de la Argentina y con el ingreso a la ruta de la seda se incrementará el comercio por lo que China desplazará a Brasil y será el principal socio comercial nuestro».
La otra señal política que lanzó a lo largo de una extensa entrevista con El Cronista el embajador Vaca Narvaja es que la dependencia que pueda existir de la Argentina con China «va a depender de lo que hagamos nosotros». Pero aclaró: «Argentina y China poseen estructuras económicas complementarias». Y sobre los cortocicuitos con Washington por el viaje de Alberto Fernández a Beijing opinó que «es un error pensar la relación con Estados Unidos y con China como una cuestión de disputa».
Los detalles técnicos de los acuerdos son muchos. Vaca Narvaja enumeró los 24 proyectos de infraestructura que se firmaron con el acuerdo de la Ruta de la Seda. También recaló en que China a través de la Corporación Nuclear Nacional China (CNNC) ofreció a la Argentina, y particularmente a Nucleoeléctrica, las condiciones de participación local, transferencia de tecnología y financiamiento en condiciones especiales para la construcción de la central nuclear.
En materia de defensa se instalará una planta de fabricación de los vehículos blindados 8×8 para uso militar y se se analiza la posible adquisición de aviones JF-17 de tercera generación. No sólo ello. También hay detalles de lo que será el desarrollo de la tecnología 5G y los swaps para el Banco Central.
-¿Cuáles serán los efectos inmediatos de la firma de la Ruta de La seda para Argentina?
-En primer lugar se firmó, en el marco de la visita, el acuerdo de los proyectos de infraestructura a financiar por el mecanismo del Dialogo Estratégico para la Coordinación y Cooperación Económica (DECCE). Firmado entre la Cancillería Argentina y la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma. Se consolidaron 10 proyectos de infraestructura entre los que figuran, Gasoductos, Obras Ferroviarias, la Cuarta Central Nuclear, la Ampliación del Parque Solar Cauchari en Jujuy, El Cierre Energético Norte de Entre Rios, el Parque Eólico/Solar Cerro Arauco en La Rioja, el proyecto de líneas de transmisión eléctrica para el AMBA.
Por otro lado, uno de los efectos inmediatos de la firma de la ruta de la seda es la inclusión en un nuevo plan de infraestructura (en el marco de OBORN) de otros 14 proyectos de inversión que tendrán un fuerte impacto federal.
Estamos trabajando en el financiamiento de obras como los nuevos puentes Chaco/Corrientes y Santa Fé/Paraná; los acueductos del Norte Santacruceño, de Desarrollo Formoseño y del Noroeste; las obras de Aysa de Ampliación Planta El Jaguel y de Nuevo Rio Subterráneo Norte; en las rutas nacionales 33 (autopista Rufino/Rosario), 9 en el tramo Zarate/Rosario y con la 12, tramo inicio Variante/Villa Totoral, y 12; en el Sistema de Transporte de Eléctrico de la Provincia de Buenos Aires con el fin de aumentar la eficiencia y reducir los costos de abastecimiento en los distritos de Chivilcoy, Guaminí, Necochea y San Andrés de Giles; los Parques Eólicos El Escorial y Antonio Morán en Chubut; Programa Federal de Vivienda y Hábitat con un proyecto inicial de 5000 viviendas; y el Proyecto Bío Futuro Energía Regenerativa en la Provincia de Santa Fe.
Pero además incorporarnos a La Franja y La Ruta no es solamente obras de infraestructura: hay un informe del Banco Mundial que destaca que los países que se integraron han expandido su comercio con China. Es decir que los beneficios para Argentina son muchos ya que tenemos economías complementarias con China que ya cuenta con alrededor de 500 sectores medios con alta capacidad de consumo que están adquiriendo nuevas pautas de consumo occidentales lo cual nos brinda una enorme oportunidad para muchos de nuestros productos alimenticios de alta calidad.
-¿Cree que con todo esto habrá una fuerte dependencia de la economía argentina en China?
-En realidad, eso va a depender de lo que hagamos nosotros. Argentina y China poseen estructuras económicas complementarias, las cuales necesitamos imperiosamente fortalecer, para alcanzar verdaderas políticas de ganar/ganar.
Como señalé en varias oportunidades, nuestro país cuenta con un capital científico-tecnológico de altísimo nivel, con un desarrollo de vanguardia en áreas que son prioritarias para China, como la biotecnología, la nanotecnología, los servicios informáticos digitales, el software y otras ramas ligadas a las economías del conocimiento.
En este punto, cobra vital importancia el intercambio entre ambos países de experiencias en materia de transferencia tecnológica. Empresas y agencias de nuestro país, públicas y privadas, que poseen gran prestigio tanto local como internacional, mantienen vínculos con contrapartes chinas y van por el camino de profundizar esa relación.
Podríamos mencionar a algunas de estas, como Nucleoeléctrica Argentina, ARSAT, CONAE, INTI, IMPSA, NUCLEARIS, Satellogic y SpaceSUR. Todas están cooperando con algún proyecto en materia científico-tecnológica con alguna contraparte china. La Gobernadora de la Provincia de Rio Negro, Arabela Carreras, mantuvo reuniones con la empresa Jiangxi Nuclear (SPIC). Dicha empresa firmo un convenio de cooperación la empresa INVAP para avanzar sobre la futura adquisición de Reactores para la producción de radioisótopos medicinales. El acuerdo contempla la instalación y provisión de soluciones medicas integrales ligadas a dichos reactores. Este es un caso donde Argentina transfiere tecnología a China.
Un ejemplo del horizonte al que debemos apuntar para reducir la brecha comercial y empezar a desandar la dependencia económica, es el plan de desarrollo de electromovilidad. Al superar la peor etapa de la pandemia, intensificamos el contacto con nuestros socios chinos en relación a algunas áreas de interés fijadas como prioritarias por el gobierno del presidente Alberto Fernández, entre otras la mencionada.
Argentina posee un potencial enorme en materia minera y en particular en lo que se refiere a la explotación del litio. Cuenta con la segunda mayor reserva de litio a nivel mundial, después de Bolivia. Es importante que nuestro país no solo exporte el mineral en bruto, sino que a este le sume valor agregado. Acá está la clave fundamental para pensar el desarrollo económico del país: la industrialización del litio, a través de la instalación de fábricas de baterías o incluso de la fabricaión de vehículos eléctricos, sería un paso enorme en tal sentido.
Contamos con unas de las mayores reservas de dicho mineral y con una capacidad instalada a nivel de la industria automotriz que ágilmente podría reconvertirse a tal fin. Por eso, como señaló el ministro Kulfas, la electromovilidad no es un plan para este gobierno, sino para la Argentina.
-¿Qué le hace pensar que china cumplirá con la inversión de 20.000 millones de dólares cuando en la época de Néstor Kirchner se anunció algo similar y nunca se cumplió?
-Creo que es necesario ir por partes y ver la película entera, y no solo la foto. Con la firma de la Asociación Estratégica entre los presidentes Kirchner y Hu Jintao, hubo un crecimiento notable del comercio entre ambos países. Esto tuvo su correlato en una gran inversión directa china en rubros diversos, como no se había verificado anteriormente. Tomemos como ejemplo la inversión hecha por la petrolera estatal CNOOC al adquirir el 50% de Bridas Energy. También podemos citar otros casos de inversiones directas chinas como el del holding de productos agrícolas Cofco (Nidera), el ICBC (Standard Bank) y diversos emprendimientos mineros, así como otras tantas inversiones radicadas en áreas económicas fundamentales de nuestro país.
Me arriesgo a señalar que si sumásemos todas esas inversiones, seguramente vamos a estar superando la cifra mencionada de 20.000 millones de dólares.
Además, hay que recordar que durante el gobierno de Cristina Kirchner, Argentina y China sellaron una Asociación Estratégica Integral. Este acuerdo tuvo su correlato en sucesivos planes quinquenales entre ambos países para la cooperación en materia de infraestructura. A través de estos mecanismos, Argentina ha sido uno de los países de América Latina y el Caribe que más inversión china recibió.
Alrededor del 40% de lo invertido por China en la región hasta hoy llegó a nuestro país y se ha aplicado a grandes obras de infraestructura. Entre otras, podemos citar las represas hidroeléctricas de Santa Cruz o el parque fotovoltaico de Jujuy. También la financiación de la reconversión del ferrocarril Belgrano Cargas, o el montaje en San Juan del Radio Telescopio Chino Argentino (CART). Recientemente, hemos firmado un acuerdo para la construcción de la cuarta central nuclear argentina, Atucha III, que pasará a ser la mayor inversión china en Argentina.
Como podemos observar, hay una línea de continuidad desde aquel apretón de manos entre Kirchner y Hu Jintao, pasando por los acuerdos celebrados entre la presidente Cristina Kirchner y el presidente Xi, hasta este presente que encuentra al presidente Fernández buscando robustecer el camino trazado por aquellos. Con China compartimos una visión común en muchos aspectos. El desarrollo conjunto es uno de ellos.
-¿Por qué la Argentina deberá romper con la tradicional tecnología CANDU en energía nuclear para pasar a tecnología china y depender de ella?
-Por un lado, es importante tener en cuenta que nuestro país ya había decidido comenzar a incursionar en centrales nucleares de uranio enriquecido y agua liviana cuando la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) e INVAP comenzaron a desarrollar el primer prototipo del reactor de potencia pequeño de diseño argentino, el CAREM, a mediados de la década del 80. Este proyecto comenzó a tomar forma definitiva a partir del inicio de su construcción en febrero de 2014, bajo responsabilidad de la CNEA.
Esta situación se complementó con la decisión de incursionar en centrales nucleares de alta potencia de igual ciclo de combustible tras la reactivación del Plan Nuclear en el año 2006, y particularmente en 2010 cuando la finalización de Atucha II comenzaba a perfilarse.
Para ello se calificaron potenciales proveedores internacionales, entre los que se encontraron tecnólogos de Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia y Rusia. Fue en dicho proceso en donde luego cumplir con la calificación en una evaluación que contó con el soporte de la CNEA, la República Popular China a través de la Corporación Nuclear Nacional China (CNNC) ofreció a la Argentina, y particularmente a Nucleoeléctrica, las condiciones que por entonces exigía el gobierno argentino: participación local, transferencia de tecnología y financiamiento en condiciones especiales.
Por el otro, y específicamente considerando la tecnología tipo CANDU, es importante tener en cuenta que el que Cancelo el proyecto llamado «Nacional» en 2018 por fue el Gobierno de Macri. Nuestro gobierno bajo la conducción del presidente Alberto Fernández, a través de la Secretaría de Energía, ha instruido a Nucleoeléctrica la reactivación de este proyecto para poder concretarlo en el mediano plazo.
En paralelo, y tras finalizar el Proyecto de Extensión de Vida de la Central Nuclear Embalse, nuestro país ha desarrollado capacidades para proveer servicios y componentes a otros países y empresas que operan centrales nucleares tipo CANDU. Este es el caso de Nucleoeléctrica que recientemente firmó importantes contratos para proveer servicios a Canadá y China, que están trabajando en la extensión de vida de sus centrales nucleares. Al mismo tiempo, empresas como CONUAR S.A. e IMPSA se encuentran trabajando en la posibilidad de proveer componentes, en donde destacan empresas de Canadá e India como clientes.
-¿Qué alcance tienen los acuerdos de conectividad para el desembarco de Huawei en el país?
Huawei es una empresa que decidió invertir en la Argentina cuando muchas compañías extranjeras y bancos tomaban sus ganancias y huían del país, dejando un tendal de ahorristas argentinos sin su dinero. Decidió establecerse en el país en 2001 y el año pasado cumplió 20 años de crecimiento contínuo dando trabajo a miles de compatriotas, que es lo que creo que debemos analizar a la hora de mirar las inversiones extranjeras, el beneficio para nuestro país y su gente.
Es decir, no hay ningún desembarco actual. Ahora si a lo que usted se refiere es al tan comentado 5G, debo aclarar que no es el gobierno argentino el que elige qué tecnología se debe utilizar sino las operadoras, como Claro, Movistar, Personal, etc. Sucede que se politizó el tema porque según los analistas, y muchas empresas que están haciendo pruebas, China está dos años adelantada a Europa y Estados Unidos. Pero cuando se instalaba el 2G, 3G, 4G no hablaban de dónde eran, ahora resulta que el 5G es chino. Algo similar paso con el origen de las vacunas, algunas tenían nacionalidad y otras no.
Creo que hay que ser cuidadosos porque según los expertos la llegada del llamado Internet de las Cosas va a implicar una cuarta revolución industrial. Y en eso, una vez más, no hay que entrar en falsas dicotomía sino hacer lo que convenga al desarrollo de la Argentina.
-¿Es posible que Estados Unidos tenga una actitud agresiva o que no ayude en el FMI por los acercamientos de Argentina a China?
Es un error pensar la relación con Estados Unidos y con China como una cuestión de disputa, ellos son entre sí los principales socios comerciales y tienen los mayores grados de integración de las cadenas globales de valor en el mundo. Y en ese marco, para nosotros es muy importante la relación con Estados Unidos y con China.
Por eso, y porque son países son miembros importantes del FMI, es que les pedimos ayuda a ambos para negociar un acuerdo que le permita a la Argentina ser estable financieramente, crecer y pagar las deudas contraídas de manera irresponsable por el gobierno anterior.
Luego de la pandemia que padeció la humanidad, no creo que ningún país del mundo pueda estar en contra de que una nación pueda salir adelante y pagar sus deudas, porque eso además de ser beneficioso para la población lo es para la estabilidad de la región.
-¿Cree que si no hay acuerdo con el FMI todo lo firmado con China puede quedar frenado?
No creo que no vaya a haber acuerdo con el FMI por lo avanzadas que están las negociaciones y por el respaldo que el país fue obteniendo, tal como dije recién. Pero que se vio expresado también en la Cumbre del G20 y en numerosos foros internacionales.
El Respaldo brindado por China fue contundente y no solo en el marco de las negociaciones que llevamos adelante en el FMI sino también de respaldo financiero como ser en el SWAP de monedas en el que se encuentra trabajando nuestro Banco Central encabezado por Miguel Pesce y su contraparte del Banco Popular de China. Al igual que el apoyo referente a los Derechos Especiales de Giro que negocia nuestro ministro Guzmán. Este apoyo quedo plasmado en la Declaración Conjunta que emitieron ambos presidentes luego de la reunión bilateral.
-¿Cuál es el alcance de los acuerdos en materia de defensa con China?
-En el marco de la reciente visita del presidente Alberto Fernández se firmó con convenio de cooperación e intercambio entre las universidades nacionales de la Defensa de Argentina y China. Pero además venimos trabajando con el ministro de Defensa, Jorge Taiana, y con el secretario de Asuntos Internacionales para la Defensa, Francisco Cafiero, en el análisis de la posible adquisición de aviones JF-17 de tercera generación desarrollados en conjunto por CATIC y la Fuerza Aérea de Pakistán (PAF) y de vehículos blindados 8×8, que son muy utilizados en las misiones de paz y muy solicitados por el Ejército Argentino.
En este último caso, podría darse la instalación en Argentina de una planta de fabricación de estos vehículos, en una política de transferencia de tecnología que también estamos negociando con la empresa china NORINCO para el caso de otros vehículos blindados y camiones pesados para uso civil.
-¿Hay posibilidad de que China logre ser el principal socio comercial de la Argentina en lo inmediato?
-Más que una posibilidad creo que será una realidad de acá a 3 o 4 años. China ya fue el principal socio comercial de la Argentina durante varios meses del año pasado y con el ingreso a la ruta de la seda, tal como dije, se incrementará el comercio y China desplazará a Brasil y será el principal socio comercial de la Argentina. Si buscamos un esquema inteligente para nuestro país, tenemos un potencial enorme en el triángulo del litio junto a Chile y Bolivia constituyendo la primera reserva mundial de ese mineral estratégico para las energías renovables.
Pero fundamentalmente porque tenemos una industria automotriz que puede ampliarse y reconvertirse hacia los vehículos eléctricos y las fábricas de batería. Se trata de un sector que va a crecer velozmente porque, por ejemplo, respecto a la reducción de la emisión de carbono China se puso metas concretas para 2030 y 2060, y el mundo avanza hacia la producción y uso de energías renovables. Y ahí la Argentina tiene una potencialidad para industrializar sus exportaciones.
Si uno analiza el comercio de China con países de nuestra región como Brasil, Chile y Perú, se puede ver que además de que tienen a China como primer socio comercial mantienen un saldo positivo producto centralmente de la exportación de minerales. Ese puede ser un camino interesante para reducir nuestro déficit estructural en nuestro intercambio comercial y si además iniciamos un camino de industrialización de esos minerales las ventajas serán aun mayores.
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