De cara al 2023, la UCR busca la unidad, pero sin un liderazgo claro
El radicalismo de Córdoba busca dejar en el pasado los tiempos de división en las urnas para avanzar con pasos firmes en la tan pregonada unidad, aunque todavía no emerge un liderazgo claro -bajo una lógica del pragmatismo- de cara al escenario electoral del próximo año.
Desde la UCR se afirmó que “no hay un verticalismo” que valga a la hora de definir liderazgos. Se promueve una “discusión horizontal”, como esencia partidaria, pero con dinamismo.
Con miras al escenario 2023, la UCR abrió un debate interno que demandará su tiempo. Será una etapa de introspección con una serie de encuentros en cinco puntos de la provincia y así llegar al cónclave de mayor envergadura: un “Giardino” presencial que se proyecta para fin de abril o principio de mayo.
El primer plenario se realizará el sábado próximo en Vicuña Mackenna con los radicales del sur cordobés. El desafío es reafirmar la “unidad”, darle fortaleza al músculo partidario y materializar una “alternativa” aliancista de poder.
Mientras tanto, el radicalismo atraviesa un camino de “esfuerzos” y “gestos” que los boina blanca se demandan mutuamente en el plano de la unidad.
“No hay ninguna posibilidad cierta de pensar en construir una alternativa que pueda interpretar el cambio que Córdoba necesita, si para el caso del radicalismo no hay un comportamiento que lleve hacia la unidad”, afirmó el diputado nacional Mario Negri.
La espada parlamentaria de la UCR en el Congreso pidió poner la “energía” al servicio de “un proyecto estratégico colectivo”.
El referente de Confluencia, Ramón Mestre, aseguró que “ya está en marcha la instancia de la unidad de todos los radicales” que será reafirmada en los encuentros regionales de la UCR, previo al “Giardino presencial” de este año.
Para el ex intendente capitalino, este proceso que encaró el radicalismo debe darse en el marco “un gran consenso que tenemos que lograr” sobre la base de la “generosidad” entre los radicales “para poder llevar adelante la construcción de una alternativa de gobierno junto a los otros integrantes de Juntos por el Cambio”.
Desde Evolución, el diputado nacional Rodrigo de Loredo consideró que el radicalismo de Córdoba, en Juntos por el Cambio (JPC), se encuentra “en un proceso de reorganización, atravesado también por una cuota de renovación generacional”.
Pese al desgaste que insumieron las internas del año pasado, el dirigente evolucionista consideró que “deben visualizarse de una forma positiva” ya que generaron “una crisis de crecimiento” en afianzar la representación de muchos dirigentes y en abrir paso a nuevos cuadros políticos.
De Loredo advirtió que ahora se está encarando “un proceso de reunificación” -si se quiere de “abuenar”- al partido “con las nuevas realidades que hayan surgido como saldo del proceso del 2021″.
Desde otra posición, sin ser referentes de alguno de los sectores internos, dos dirigentes radicales dieron su visión sobre la realidad del partido.
La exdiputada nacional Brenda Austin se mostró optimista. “Aprendimos de la mala experiencia y los errores de la división de 2019. Estamos mejor y no le tengo temor a la falta de liderazgos en el partido. Esa situación es generalizada en el partido”, afirmó Austin, quien tiene chances de ir al Ersep.
Mientras que la intendenta de Estación Juárez Celman, Myrian Prunotto, se mostró “cansada” de las internas. “Me cansé de las discusiones partidarias. Hace un tiempo estoy abocada a la gestión en mi municipio. Es evidente que no hay liderazgo naturales y que falta una renovación en el partido”, sentenció Prunotto.
Rearmado
Con diferentes matices, los referentes radicales coincidieron en calificar como “positivo” la reunificación que se logró en el bloque UCR de la Unicameral que pasó a ejercer la primera minoría opositora.
Se pretende replicar está lógica en el Concejo Deliberante capitalino, atomizado en cuatro bancadas con ediles radicales, aunque bajo la premisa de que cada socio político adquiera identidad propia en el armado de un “interbloque” de Juntos por el Cambio.
No obstante, en otro plano, el proceso de cicatrización de la herida abierta por la división en dos bloques radicales en Diputados, encabezados por los cordobeses Negri y De loredo, va por otro carril y con tiempos distintos.
El proceso de diálogo ya inició con el puente que tendieron Juan Negri y Marcos Ferrer, pero la apuesta de reunificación no se visualiza en el corto plazo.
“El bloque del radicalismo es uno y tiene las puertas abiertas para que nos integremos todos. En el mismo nivel de igualdad y con las reglas democráticas que todos aceptamos. Estoy deseoso que eso ocurra rápidamente”, expresó Negri.
Liderazgo
El intendente de Río Tercero y armador político en Evolución, Marcos Ferrer, destacó que “emerge un liderazgo claro que es el de Rodrigo (De Loredo), legitimado por las PASO y las elecciones nacionales”.
En este punto, planteó la necesidad de “gestos” internos que reconozcan las “aspiraciones” de una camada de jóvenes dirigentes a cargo de gestiones locales o en roles parlamentarios.
Al sostener que la UCR no funciona bajo una lógica verticalista como la del peronismo, Ferrer pidió que las “discusiones horizontales” en el partido adquieran dinamismo para dar paso a la construcción de “un liderazgo soportado por toda la estructura del partido”.
Negri aportó su mirada al respecto. Sostuvo que “en el peronismo está planteado alrededor del poder”. A su vez, opinó que “los liderazgos no se inventan. Ni por decisión de los dirigentes se consagran liderazgos individuales”.
“Eso tiene que ver con la confianza que se va ganando y con la inteligencia con que uno se va integrando”, dijo y apuntó: “Los triunfos de hoy pueden ser derrotas de mañana, y las derrotas de hoy pueden ser triunfos de mañana”.
Mestre abogó por “liderazgos colectivos”, en una alternativa de coalición. “Eso es lo que necesitamos en la ciudad, la provincia y la nación. En momentos tan difíciles el aporte es de todos”, completó.
“No van a ser endogámicos los liderazgos porque nos pongamos de acuerdo, estemos unidos o desunidos, sino que van a venir de afuera hacia adentro”, declaró De Loredo, ante una agenda de la sociedad.
Coalición
Más allá de las distintas miradas, los referentes se pronunciaron -en el terreno de la concertación- a favor de un radicalismo con mayor protagonismo en JPC, sin creérsela “más fuerte que el otro”.
También ensayaron una autocrítica por el pasado que los dividió en las urnas. Se verá con el tiempo si las voluntades aportan a la unidad sin caer en la tentación del internismo, ante la apuesta del peronismo por verlos divididos.
“No veo un escenario como el del 2019, todo lo contrario. Creo que el radicalismo se va a unificar”, aseguró Ferrer. En tanto, Negri insistió en su demanda de que “sólo no se llega” y pidió institucionalizar “rápidamente” la Mesa Provincial de JPC.
“Hay que entender que no podemos volver a cometer el error que se cometió hace tres años atrás. Tenemos que poner todo de nuestra parte para poder materializar la construcción de esta alternativa”, subrayó Mestre.
En cuanto a la propuesta para ser una opción de gobierno, De Loredo promovió el trabajo en torno a una agenda de “soluciones” a las demandas de los cordobeses. Por su parte, Negri habló de “una propuesta de cambio que se construya sobre ideas de futuro y no sobre el agravio personal”.
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