Copa Liga Profesional: la temporada nueva viene con las ideas viejas
La pelota vuelve a rodar y con público en las tribunas. Más de 200 novedades en el mercado de pases y el entusiasmo propio de un nuevo camino por recorrer con la Copa Liga Profesional 2020.
En la previa y en el cálculo de “la cátedra”, River y Boca parten como favoritos sobre la base de las sonoras incorporaciones realizadas. Y ese escenario representa, sin dudas, un atractivo extra para el torneo argentino que, además, cuenta con otro lote de clubes con aspiraciones fundadas para dar lucha o meterse en las copas.
Pero la temporada nueva viene con ideas viejas, porque el fútbol argentino sigue apostando a fórmulas gastadas e improvisaciones imprescriptibles que le impiden dar el salto de calidad mayor para su maltratada competencia interna.
Difícil es entender qué pasa por la cabeza de los conductores del barco para insistir en el caótico calendario y en la estructura de un fútbol que pide cambios a gritos. Uno supone la existencia de un entramado de negocios que lo condiciona, pero hasta tomando por cierta esa sospecha, hay cuestiones que no pierden su perfil de irracionalidad.
¿Tan difícil será aceptar que el formato de disputa adoptado por cualquier liga seria del mundo (el de todos contra todos, a dos ruedas) cierra en armonía los aspectos deportivos, económicos y lógicos?
A ninguna liga de cartel del mundo se le ocurre siquiera analizar otro sistema. Pero en la Argentina, desde Grondona hasta esta parte, el ente rector no ha conseguido superar la fase del ensayo permanente en busca de intentar “descubrir la pólvora”.
Lo nuevo es repetido. En Primera División, dos zonas de 14 equipos cada una, formato que mezcla copa y campeonato y confunde hasta a los estadígrafos en la simple tarea de intentar nominar un torneo. Dice llamarse “Copa”, pero a su vez suma puntos para el promedio y tiene etapa de campeonato. Un auténtico descalabro difícil de descifrar.
No habrá descensos masivos (sólo dos, aunque quién sabe si será así) y se instrumentará el VAR, que al menos por estos lares ha traído más problemas que soluciones. Eso sí, recién entrará en vigencia a partir de la cuarta fecha, porque no hubo tiempo de ser previsores.
La AFA no necesita parches o maquillajes. Precisa cirugía mayor en alta escala. Esta temporada, claro está, no será la encargada de llevarla al quirófano.
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