En el Concejo, Juntos por el Cambio sigue inmerso en la dispersión
Hay un lugar de la política cordobesa que se mantiene totalmente al margen de los vaivenes internos de Juntos por el Cambio. Allí todavía comparten espacio los negristas con los juecistas, que a su vez siguen separados del deloredismo, y los mestristas tienen rancho aparte. Se trata del Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba.
En el Legislativo capitalino, la oposición sigue fragmentada, copiando las divisiones internas de 2019. Por ejemplo, en una bancada convive sin mayores sobresaltos el negrismo con los concejales del Frente Cívico, aliados hace dos años, pero enfrentados en las últimas Paso.
Los dos ediles que responden a Luis Juez tampoco tendieron puentes con su ahora aliado Rodrigo de Loredo (a quien Luis Juez enfrentó por la intendencia en 2019) y con su mano derecha, Esteban Bria. Ni los cuatro radicales que responden al exintendente Ramón Mestre se acercaron a los representantes de sus aliados en la interna radical y luego en las primarias, que responden al diputado nacional Mario Negri.
El mapa sigue siendo el que se configuró en diciembre de 2019. Por un lado, la bancada de Córdoba Cambia integrada por los radicales Juan Negri y Alicia Migliore; los juecistas Armando Fernández y Ricardo Aizpeolea, y las edilas del PRO Haydee Iglesias y María Eugenia Terré, que responden a Soher el Sukaria, precandidata a senadora en la lista perdedora de Negri.
Por el otro, están los cuatro mestristas que conforman el bloque oficial de la Unión Cívica Radical (Alfredo Sapp, Cecilia Aro, Daniela Sacchi y Pablo Romero), y los escindidos Rodrigo de Loredo y Esteban Bria.
Es decir que la foto de unidad de Juntos por el Cambio que se mostró en el acto del jueves en el que estuvo también el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, está lejos de tener su correlato en el Concejo.
Es más, tampoco aparece en el horizonte cercano una configuración en la que, por ejemplo, los dos concejales negristas conformen un nuevo bloque junto con los cuatro mestristas y las dos edilas del PRO. O que los dos juecistas se sumen a De Loredo y a Bria. Al menos así lo reconocen, en privado, desde cada uno de esos espacios.
También fracasó la idea de unidad radical tras la interna partidaria de marzo pasado.
El movimiento que viene
Por ahora, la novedad que se espera es cómo será la sucesión de De Loredo, si resulta elegido diputado nacional (todo indica que sí lo será). Quien le sigue en la lista es la exsecretaria parlamentaria del Concejo durante los ocho años de Mestre en la intendencia: Mariana Jaime.
Pero, por la modificación al Código Electoral, hay una coincidencia casi absoluta sobre que quien debe asumir es el que le sigue en la lista: Lucas Balian, expresidente de la bancada oficialista en los últimos años de Mestre.
En 2019 se modificó el Código Electoral municipal y se estableció la paridad. Con lo cual, si se va un hombre, asume un hombre. Y si se va una mujer, asume una mujer.
Con esas condiciones, Balian asumiría en lugar de De Loredo. Pero Jaime está dispuesta a pelear por esa banca. El argumento al que apelaría, explican los conocedores de los vericuetos legales, es que el bloque radical original (los cuatro mestristas más De Loredo y Bria) no respetan el cupo: hay cuatro hombres y dos mujeres.
Si asumiera Jaime, esa situación quedaría saldada.
La llegada de uno u otro también reconfigura el mapa político. Balian está distanciado del mestrismo y adhiere al núcleo Sumar, donde también estuvo De Loredo hasta antes de las precandidaturas. Por lo que se sumaría a Bria.
Jaime, en cambio, es parte del mestrismo y su llegada elevaría el número de concejales de esa bancada a cinco.
¿Y 2022?
Sí podría haber una reconfiguración el año que viene. Juan Negri viene promoviendo desde hace rato la conformación de un interbloque de Juntos por el Cambio que aglutine a los ocho radicales, a los dos juecistas y a los dos del PRO.
La figura del interbloque es la que más les cuadra a todos, porque así se mantienen los cargos de cada una de las bancadas que lo integran.
Por la misma vía van el juecismo y el deloredismo, que consideran, al igual que Negri, que hay que plantear una oposición más firme a Martín Llaryora y que hay que demostrar unidad de cara a disputar la ciudad en 2023.
Los mestristas son los más reticentes a esta iniciativa, y quieren en primera instancia consolidar un espacio radical puro.
El otro punto en discusión es sobre el posible liderazgo de ese interbloque. Negri aspira a ser el armador, pero en los otros espacios creen que su figura quedó devaluada luego de los resultados de las Paso.
Consideran que, hoy, el mapa del Concejo no es representativo de la actualidad política de Córdoba. Los dos concejales de De Loredo y los dos de Juez tienen mucho más peso que los cuatro de Mestre, los dos de Negri y los dos de El Sukaria. Y el emergente en ese liderazgo sería Bria, como figura fuerte del deloredismo.
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